Hoy traemos a esta sección a John Serrano, multi instrumentista y prolífico músico que reside en Málaga. A pesar de su juventud, John Serrano tiene ya una trayectoria importante en cuanto a música compuesta. Con una inspiración arrolladora, John ha dejado un rastro muy interesante en el que investigar. Si queréis hacerlo, podéis acudir a su Bandcamp para descubrir auténticas joyas musicales de todos los estilos posibles. https://johnserrano.bandcamp.com/music
Si queréis banda sonora para leer, qué mejor que el último disco suyo, Alive.
Entrevista a John Serrano
¿Tu primer disco comprado?
No lo recuerdo muy bien, la verdad. Tal vez “Círculo Vital” de Fábula, me suena bastante “Bright Size Life” de Pat Metheny. Tal vez compré el “American Idiot” de Green Day o “Ten thousand fists” de Disturbed antes.
¿Cómo y dónde?
Centros comerciales y puestos ambulantes. Recuerdo perfectamente comprar el “Love Metal” de HIM o “Playing the Angel” de Depeche Mode dentro de un Eroski o un Carrefour. Para cosas menos “contemporáneas”, mercadillos, siempre. In the court of the Crimson King entró en mi casa muy pronto, por 1€ me llevé ESA cara de una caja, en el rastro de Nerja.
¿Qué disco es tu “Guilty Pleasure?
La verdad es que no tengo ningún “guilty pleasure”. Lo que me gusta, me gusta, aunque sea “cheesy” o incluso pop de este de fórmula. Tengo ambas versiones de Progress de Take That y las he escuchado muchísimo, tanto con Williams como sin él… Prefiero a Genesis con Collins, Land of Confusion, No son of mine… La época de los dosmil de King Crimson me parece brillante, y no creo que Seattle produjera ningún álbum la mitad de heavy que Thrak unos años antes… Me he gastado dinero en álbumes de Nickelback que me gustan mucho y aún escucho. Más que “guilty pleasures”, tengo opiniones polémicas. No soporto Dream Theater. Y también tengo discos suyos, pero no me gustan. Kiss solo merece la pena en DVD.
¿Vinilo o Cd?
Sí a todo, tanto formato físico como digital. Particularmente, supongo que por mi edad, el 80% de mis compras han sido en CD y lo seguirán siendo, es mi formato preferido. Pero el último que compré fue Niratias, de Chevelle. Ya busco cosas muy concretas, no me caben más “torres” de Bach o remasters de Pink Floyd en casa.
¿Tu última compra?
La colección completa de Jim Slatts and Josh Coker, “Paper Airplanes / The Ark / Infinity Turns his head”. Recomendadísima, por cierto. Me resultan los sucesores naturales de un prog que considero casi perdido… Son una especie de Zappa posmoderno y un Tony Levin hecho de funk, respectivamente.
¿Tu disco favorito para animarte?
Junior o The Understanding de Royksopp. Immersion de Pendulum. Cualquiera de Faith No More.
¿Tu disco cuando estas nostálgico?
Kind of Blue o Birth of the Cool de Miles. Red, de King Crimson. Deja vu, CSN&Y.
¿Qué sonaría en tu funeral?
Como no me la merezco, ni yo ni nadie, no puedo decir Starless, que es la mejor canción jamás hecha en la historia de la humanidad. Así que Moonshadow, de Cat Stevens.
¿Tu banda sonora favorita?
Hay muchísimas… Blade Runner, seguramente. Lo que hace Jeff Russo en Fargo me parece digno de ponerle una estatua, al muchacho. Twin Peaks… Los primeros juegos de Fallout… Hay mucha música espectacular tanto en el cine como en la cultura pop. Disfruto mucho también de la banda sonora de Django Unchained o Queen of the Damned, esas músicas hechas ad hoc para X universo cinematográfico… No lo sé, pero reconozco que tengo debilidad por Vangelis y Wendy Carlos. A día de hoy, Cliff Martinez o Jeff Russo me parecen los compositores más en forma.
¿Dónde escuchas mas música?
Trabajando, claro. Ensayo, toco o grabo entre seis y doce horas al día. Y, la verdad, desde que formo parte de la comunidad de Only the Label, acudo casi religiosamente a nuestras citas diarias para escuchar otras dos o tres horitas de música independiente, entre el show acústico de Kelly Kintner y el “Indie Music Hunt”, de John Woodson. Son streams en directo desde Youtube, X, y cualquier cosa que te deje hacer stream, en realidad. Hace unos meses me acerqué como oyente, luego como participante enviando mi propia música, y a día de hoy es raro no estrenar al menos una vez a la semana una canción o dos con algunos de los cientos de músicos que nos hemos congregado al rededor de estos eventos diarios, aunque para mi amigo Mario, australiano en Malasia y para James que está en Arkansas o para mí sean días distintos. Es brutal esto de estar trabajando en tiempo real con una persona que está viviendo en la madrugada del jueves, mientras te tomas el café de después de comer y la otra persona está ya terminando su viernes. Pero nos las apañamos. Es increíble.
¿Cuál es el disco perfecto para empezar una revolución?
The Wall.
¿Tu música favorita para hacer el amor?
En casa de herrero… Valoro muchísimo el silencio, sobre todo en ciertas situaciones, y más que el silencio, en según que situaciones, la ausencia de distracciones. Soy budista, me gusta centrarme en lo que hago en cada momento.
¿10 discos de los que jamás te separarías y por qué?
Por qué me haces esto.
Discipline, de King Crimson. Por elegir solo uno, ya que hemos establecido que no me merezco Starless, ni yo ni nadie, seguramente.
Blackfield, de Blackfield. Tengo vínculos emocionales con todos estos álbumes, claro, pero este tiene un hueco especial en un momento de mi vida decisivo.
Arrows and Anchors, de Fair to Midland. Porque es mi disco de rock contemporáneo favorito y Darroh Sudderth me parece el mejor vocalista que ha dado Estados Unidos desde Mike Patton.
Angel Dust, de Faith no More. Porque solo puedo elegir uno de ellos, mejor elegir el mejor. Lo sé, esta regla es autoimpuesta.
Bright Size Life, de Pat Metheny. Decisivo en mi desarrollo como músico, y un álbum capaz de tocarme en sitios que ningún otro ha sabido.
Kind of Blue, de Davis. A veces, las palabras limitan tantísimo el debate y el relato esconde tanto la verdad, que reconforta encontrarse una conversación sincera y constructiva entre seres civilizados. El hecho de que lo grabaran y lo compartieran con el resto de nosotros es de estas cosas que te recuerdan por qué amas a la humanidad, en el fondo. Muy, muy en el fondo.
Lateralus, de Tool. Esta se explica sola.
Night is the new Day, de Katatonia. Seguramente es el disco de metal que más he escuchado, y planeo seguir haciéndolo. Una joya, y seguramente lo mejor de su discografía, además de su último gran disco, hasta la fecha.
Kill for Love, de Chromatics. Un disco redondo, en todos los sentidos. Seguramente uno álbum decisivo en mi “formación” autodidacta.
Red, de King Crimson. Me da igual no merecérmelo. Si los discos abrieran puertas a otras dimensiones, este deja a Lovecraft temblando.
0 comentarios