Y llegó el día en el que volví a ver encima de un escenario al ínclito TYLA y sus Dogs D’Amour, pero no los originales, sino los suyos, que no son otros que la banda barcelonesa The Jerrycans encargada de abrir para él como de hacerle la corte encima del escenario con una naturalidad y clase pasmosa. Buena entrada en la 16 Toneladas, rozando el sold out, y muchos amigos, compañeros y conocidos en el mundo de la música y de la escena valenciana. No era para menos teniendo delante a quien íbamos a tener…
Sobre las 20:30 comenzaron los catalanes su excelso repertorio teniendo en su LP debut de 2000, Fuel Fragance on a Friday Night, el grueso del setlist, como no podía ser de otra forma. Su directo es apasionado, robusto por momentos y más sutil en otros, saben a la perfección el terreno que pisan, recrean con maestría el legado sonoro Stones/Faces, pero también el de Tom Petty y los Georgia Satellites con grandes composiciones tales como «London Queen», «Friday Night» o «Noisy Old Car». Con «Brooklyn Girl» lo hicieron exactamente como en el disco, es decir, se subió el protagonista de la noche y realizó un dueto maravilloso en uno de los temazos de su Opera Prima. A destacar también la excelente cover que realizaron del «I Won’t Back Down» del malogrado Petty. Sonó a las mil maravillas y se nota que adoran todo lo que esta leyenda nos ha dejado. En resumen, un excelente calentamiento antes de convertirse por arte de magia en la banda de Tyla…
Tal y como ellos (y con Tyla ya en el centro del escenario) se encargaron de avisar a los allí presentes con el juego de palabras… ‘Cierra los ojos… Abre los ojos’ ¡y VOILÁ!, ¡¡¡aquí ya tenemos a TYLA’S DOGS D’AMOUR!!!
Afirmar que fue un bolazo sería una obviedad y me quedaría corto, el carisma y la magia que tiene este hombre siguen estando intactas desde la última vez que lo vi (y hace más de 10 años) y así quedó demostrado tema tras tema hasta desgranar la friolera de 22 canciones con lo mejor y más granado de su discografía.
Más allá de la pose desgarbada y dandi a conciencia y de botellas de vino varias, la estrella de la noche dio un recital de ‘loser music’ acojonante, con esa voz rota que tiene y que le da tanta personalidad y con esa aura que te atrapa e hipnotiza contándote historia de callejones oscuros, borrachos sin remedio y mujeres fatales. Citaría todos y cada uno de los temas que allí fueron interpretados porque todos sonaron de auténtico lujo con unos Jerrycans en su puesto y al servicio del jefe, pero claro, cuando llegaron «Drunk Like Me», «Last Bandit», «How Come It Never Rains» o, ¡cómo no! «I Don’t Want You To Go» pues como que a uno se le ponen los pelos como escarpias, al igual que con «Satellite Kid» o «Hurricane». Como os decía, tema tras tema te das cuenta de que este musicazo ha nacido para hacer exactamente lo que hace encima de un escenario, es decir, contarte su vida, sus miserias, sus excesos y sus desgracias a través de poesía y música. Un placer una vez más. Hasta la próxima Mr. J Pallas…
0 comentarios