Deseaba como el comer que llegase este doble bolazo que se marcaron los suecos THE BABOON SHOW junto con los efervescentes locales, DEAF DEVILS, el pasado 30 de noviembre. La sala Rock City se vistió de auténtica gala ante una velada de Punk Rock y Death Punk de primerísimo nivel, sí, ese nivel únicamente permitido por nuestros experimentados pabellones auditivos.
Os podría extrañar a sabiendas de mi devoción en CRIATURAS SALVAJES por una de las CxS’s definitivas de la website, pero era mi primera vez con Cecilia Böstrom, Frika Stahl y Niclas Svensson junto con el recién llegado Simon Dahlberg, sustituto del frikazo de Hakan Sorle. Realmente me sentí hasta un poco con complejo de inferioridad al encontrarme con habituales de la escena valenciana que ya los había visto más de cinco veces e incluso, fijaos, al mismísimo Joaquim Valls (Popular 1), con el que suelo coincidir en muchos bolos en Castellón, que ya los había visto cerca de las diez veces o más… En fin, me prepararon bien para lo que vino, porque cumplió todas mis expectativas y más, y sobre todo teniendo a una banda valenciana tan peligrosa y loquísima como mis adorados Deaf Devils calentando el ambiente y de la que sigo en mis trece con que es mi banda revelación nacional del año. Pasamos a mayores…
Sobre las 21:15 se subieron al escenario estos ‘chavales’ del barrio de Patraix (Valencia) que lo están petando ahora mismo realizando una extensa gira por Inglaterra en este diciembre ’23. Se cuentan por triunfos cada bolo que descargan y ya han teloneado, por citar tan sólo a unos pocos, a The Nomads, Dictators, Rumkicks y mis intocables Nashville Pussy, repito, por citar tan sólo a unos pocos (ahí es nada) … El killer cuarteto formado por Lucyfer (vocals), Pipe (guitar, vocals), Kuba (bass) y Eric Von (drums) lo tienen, lo han mamado desde la cuna (y nunca mejor dicho) y continúan con su hambre de escenario y su actitud death punk. Así volvió a quedar demostrado para muchos asistentes que los veían por primera vez demostrando clase, maneras, oficio y ovarios/pelotas…
Con respecto al setlist escupido, la hostia consagrada querid@s lector@s, se entremezclaron algunos de los asesinos singles ya publicados, «A Love Song», «Lucyfer» y su ultra-matador «Boom» con un montón de temas nuevos que, imagino, serán degustados en condiciones con la aparición de su deseado debut en larga duración que verá la luz para la primavera de 2024. Comenzaron con el enérgico «Tonite» al que le siguieron trallazos como «The Offer», «Dancing With The Devil», «Getaway», «Lost Control» o «So Messed Up» que, si bien uno todavía no controla en sus versiones de estudio, me resultaron crudísimas y con esa aura de peligro que espero que esta banda no se quite jamás.
El setlist estuvo dividido en dos partes bien diferenciadas, de hecho, mientras Lucyfer se cambiaba su outfit de ‘La Naranja Mecánica’ para acometer la segunda parte, Pipe acometió otros dos cortes inéditos como «The Deal» y «Nightstalker» poseído, como poco, por el espíritu de Lux Interior, su otro alter ego con la banda tributo a The Cramps, Smells Like Female.
En la segunda manga, Lucyfer salió ya con su look de ‘Diosa Death Punk del Puto Infierno’ para acometer el citado «Lucyfer» y acabar el setlist con algo que está convirtiéndose en un truco escénico ya habitual en ellos, es decir, bajar el set de batería y acometer la última parte del bolo tocando toda la banda ya entre el público. Y si a esto le sumas que te plantan en todos los morros para el cierre tres covers tan brutales como agresivamente bien traídas caso del «The Devil Stole The Beat From The Lord» de los ‘Hellacas’, el puto «I Got A War» de Gluecifer (después de su acojonante «Boom») y «Selfdestructo Burst» de sus idolatrados Turbonegro… ¡¡¡pues para qué os voy a contar!!!.
Acabar el bolazo y escuchar por aquí y por allá frases entre el público como ‘¡Vaya bolo!, ¡vaya bolooo!’, ‘Me cago en la puta, ¡qué buenos son!’ o ‘¿Pero de donde han salido estos cabrones?’ lo dice absolutamente TODO…
Y… ‘Ladies & Gentleman’, la guinda del pastel con el conciertazo que se marcaron los The Baboon Show con una banda que, guste o no guste, lo queramos o no, está ya a otro nivel desde que lanzaron su Radio Rebelde de 2018. Su última obra, God Bless You All (2023) es un disco jodidamente REDONDO y quedó bien patente en un directo de poco más de hora y media en donde le dieron buena cancha comenzando por el calienta-masas «Made Up My Mind» seguido del hímnico «God Bless You All» y, ya sin orden ni concierto porque me puede fallar la memoria, el maravilloso «Gold», «Oddball», «Rollin'», «Have a Party With Me» o el tremebundo «Revolution Avenue».
Si la banda está completamente enchufada y engrasada al milímetro, incluyendo a Simon Dahlberg, el nuevo fichaje, está claro que el peso escénico recae en la incansable Cecilia, no paró de moverse, de berrear, de contonearse, de sentirse lo más cercana posible con su público en primeras filas (la tuve en todo momento a centímetros), de tirarse al público un par de veces y hacer un stagediving generoso, en fin, una ‘GirlToTheFront’ en toda regla que capta prácticamente toda la atención en el escenario con una entrega y una actitud, pero también una profesionalidad, fuera de serie, así lo sentí y así os lo estoy intentando trasmitir.
Niclas estuvo demencial tras los parches, Frida, con una presencia escénica brutal como si de una Valquiria se tratase, se muestra en segundo plano, pero cumple a la perfección con ese bajo musculoso y siempre presente y bueno, Simon, con ese look de bizarro tirolés con sus trencitas, se marcó una canción quasi en perfecto castellano que hizo las delicias del personal y que puso una nota de humor la mar de chula al concierto.
Y bueno, no podían faltar, de ninguna de las maneras los clásicos intocables de los suecos, y ahí estuvieron «Me Myself and I», el celebradísimo «You Got A Problem Without Knowing It», «Shame Old Story», «Tonight», «Hurray» y unos cuantos más de su primera época, caso de «The Shame» o «We Fight in the Night in The Bushes» para acabar, cómo no, ¡¡¡cómo no!!!, con otro HIMNO con mayúsculas como su hitazo «Radio Rebelde».
En conclusión, nos tuvieron a sus pies desde el primer segundo y se jactan, una vez más, de tener un directazo de muuuuchos kilates, así os lo aseguro. Había que trabajar muy temprano al día siguiente, viernes, pero ¡qué más daba!, yo ya estaba de fin de semana habiendo presenciado dos descargas de electricidad tan incendiarias…
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