Monográfico «Fin del mundo»

 

Ahora bien, no podíamos cerrar este monográfico sin hacer un repaso a su primer trabajo editado este año, compilación de los EPs que sacaron en 2020 (homónimo) y en 2022 (La ciudad que dejamos). Dos perlas que han sido unidas para bienestar monetario de los amantes de la música y que no sé si ha tenido una remasterización o algo, pero el caso es que ambos EPs suenan compactos en formato disco único. 

 

Entrando en materia, para mí la música que hacen Fin del mundo es la banda sonora para soñar despierto, es ese momento en el que por un motivo o sin motivo alguno te despiertas con una sensación de tranquilidad, quizás mezclada con nostalgia o con algún recuerdo que esboza una sonrisa. Básicamente las guitarras de Julieta y Lucía son una manta de la cama de sensaciones que crean en cada canción y las voces con reverb y eco son la guía a ese soñar despierto donde pase lo que pase todo va a estar bien. Ahora bien, no todo es melancolía y sueño, también es euforia y eso se puede notar no sólo en la forma de cantar o sus letras sino la ascendencia con melodías guitarreras en temas como el ya archiconocido «La Noche», sin embargo en «Las Flores» tienen cierto regusto a rock alternativo noventero donde Billy Corgan igual que firmado alguna que otra línea de guitarra, «La distancia» es un remanso de paz de Dream pop de alto octanaje, y el tema que da nombre al grupo es una oda prácticamente instrumental a un paisaje de la naturaleza que se nos levante ante los ojos (En este caso oídos). Un tema como «Hacia los bosques» es un poco esa inquietud rítmica que crean Yanina y Julieta Limia con su bajo y bateria para crear un sentimiento de entrar a algo musicalmente desconocido en el que algún eco lejano del post punk se me viene a la cabeza. Aunque para mí un tema a destacar como la joya del disco es «El próximo verano» porque conecta con cierta melancolía adolescente que aún poseo y esas voces sin instrumentos tocan algo de mí sólo los vellos de punta de mi brazo dan el aprobado de «esto es bueno». «Desvelo» y «El incendio» son dos temas para cerrar un viaje de este bastante notable «Todo va hacía el Mar». Tengo tres cosas que decir, primero que se hace corto pero tiene lógica por cómo fue la gestación del disco, segundo echo de menos algún guiño noise a lo Sonic Youth porque creo que les beneficiaría muchísimo y tercero el mejor disco del Fin del Mundo creo que está por llegar. Esperemos que en su próximo disco, el cual ya confirmaron en la listening party de «Todo va hacía el Mar» que ya andan preparando hagan algo tan bonito e interesante a los sentidos.