Es cierto que a veces en los frascos pequeños es donde acabas encontrando las mejores esencias y creo que eso pasó el pasado domingo 11 de Junio en el Pub Kiss de Algeciras, un sitio de aforo bastante reducido que desde su vuelta pospandemia empieza a dar conciertos de nuevo y apostaron por algo diferente como Maud The Moth, una artista de la que no esperaban que albergara tanto con su sonido y que terminaba su gira española en al sur del sur.
Tuve la suerte de hablar con Amaia, el nombre principal que se esconde en este proyecto musical, y su pareja Scott, que fue el técnico de sonido del concierto, ya que tuve la suerte de ver parte de su prueba de sonido donde ya se me pusieron los vellos como escarpias. Y aunque su set instrumental puede parecer solo un piano, esconde mucho más en la técnica que requiere lanzar ciertos loops, mapear todos los instrumentos que ella toca a través de su teclado y demás efectos para poder recrear de la mejor manera todos los detalles sonoros de su disco a un directo unipersonal. Recomiendo encarecidamente un video que ella tiene en Youtube sobre como crear loops con Reaper para que podáis apreciar aún más lo que ella hace.
En cualquier caso, una vez empezado el concierto, hubo bastante gente teniendo en cuenta que era un domingo a las 17:00. Y la verdad, he de deciros que si algún día la puedo entrevistar, le quiero preguntar como debe ser sentirse el compartir tu universo interior a través de los directos porque debe acabar exhausta, ya que creo que ella hace eso que escuché de Michael Beinhorn a Chris Cornell «Haz que cada palabra importe» y en su caso hasta cada nota. Se sabe si una artista lo da todo cuando hay un silencio sepulcral y que solo se rompe en aplausos tras el final de cada canción. Eso pasó durante todo el concierto de Maud The Moth, alguna persona de allí menciona a Tori Amos como alguna referencia que le recuerda su música, pero yo creo que va más allá de eso, ya que ella juguetea con el trance de su música que a mí me evoca a veces hasta pasajes oníricos o esos momentos a solas con tu alma y algún que otro ritmo hipnótico o «triposo» como un amigo mío lo califica. También añadir que algunos momentos de su música me recordaron a la oscuridad del último trabajo del fallecido David Bowie en esas atmosferas de su Black Star.
En cuanto a su setlist puedo decir que se basó en su último disco «Orphne» donde «Finisterrae» o el single «As above, so below» que sonó enorme, pero también repaso su «The Inner Wastelands» con «Turpentine» y «Empires». Y como privilegio para los que nos acercamos, pudimos oir cosas de su siguiente disco que empezara a grabar este otoño, no es por información privilegiada ni nada por el estilo, ella lo menciono durante el concierto. Por otro lado, tuvimos al final de su set en solitario la sorpresa de unos tres temas si no recuerdo mal con uno de sus proyectos alternativos con Scott, llamado Healthy Living. Me gustaron tanto, que pase por caja y me pillé el disco y habrá reseña del mismo a la mayor brevedad posible. Temas como «Dream Hive» o «Below» (No incluido en el disco, sino en un EP) sonaron prometedores en el formato reducido, ya que estaban solo ellos dos, pero la banda entera en directo son cuatro músicos en total.
Mención especial a Oliver y Nuria (La Rubia Producciones), la cual ha estado apoyando gran parte de la gira de Maud The Moth, porque es un placer hablar con ella de música y quizás también podamos traer cositas suyas a la revista. En cualquier caso, esperemos que Amaia y Scott regresen por el sur, ya sea con Maud the Moth o Healthy Living, porque su música fue toda una experiencia para todos los sentidos.
Melómano con especial atracción al rock de los 90, aprendiz de dibujante en mis ratos libres y apasionado de coleccionar fetiches de corte musical como guitarras, amplificadores, pedales o la púa que tiró Chris Cornell en el 2012. Me encanta compartir sensaciones que me transmite una canción, lugar o concierto siempre que me es posible.
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