Desde la República Checa nos llega este «Heiden», noveno disco de Andzjel, envueltos en pleno proceso de experimentación dentro de los parámetros oscuros, envolviendo el disco en un punto de encuentro entre el Black metal, el post rock y el metal industrial. Desde la inicial y excitante «Neverim ten ocin» en la que encontramos ritmos marciales junto a voces «limpias» de Black metal construyendo atmósferas góticas. Campanas a muerte nos van introduciendo a ritmo pausado en «V hodina vlka» que se adentra en terrenos propios del post rock con la pesadez propia del doom y una voz que prácticamente va narrando cada línea de voz creando una fría y calculada temperatura que crea en el oyente una sensación de desazón.
Cambian totalmente el registro musical con «Musím Ti Tolik ríct» en el que apuestan por la limpieza en el sonido de los instrumentos acercándose por momentos incluso al jazz sin terminar de pisar en él y añadiendo un adictivo riff de guitarra mientras la voz sigue rasgando el aire con su oscuridad implícita. «Zárí» nos inunda de sombras y tinieblas con aspectos progresivos y ya expuestos sin tapujos a los recorridos propios del post rock incluso encontrándonos con registros vocales más claros y limpios e incluso étnicos.
«Svit’ Mesíčku, Jasno» es una adaptación de una canción propia del folklore moldavo que Andzjel hacen suya con un magnífico uso del reverb y creando una atmósfera propicia para que no desentone ni un solo instante del resto de este «Heiden». Tras el momento de tensa calma por el que nos estaba llevando el disco hasta el momento, se introducen de lleno en el Black metal con tintes progresivos alternado con el post rock de «Besu Se Nezbavíš». El disco se cierra con «Patrím sem», influencias doom principalmente en las voces que no en la música donde crean una bella armonía gracias a sintetizadores y guitarras. Un muy interesante trabajo el de estos Checos.
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