Los castellonenses Dry River volvían a Valencia para presentar su nuevo álbum “Cuarto creciente”. La expectación y lo que se esperaba de ellos había llenado la sala Rock City, con ese sentimiento de fiesta que estos tipos llevan a todas partes. Serían las 11 de la noche cuando Fanfi salió a presentar la salida de la banda. 6 tipos tan sencillos como magistrales, tan cercanos como héroes en sus respectivos instrumentos, Sonrientes, transmitiendo felicidad y agradecidos.
Llegó la hora de ponerse serios, que en este caso significa demostrar lo grandiosos músicos que son, y presentar su último trabajo. Comenzaron con “Culpable” y “Segundo intento”, con la gente cantando y demostrando que son uno de los nuestros. Ahí ya demuestran que la técnica y destreza de Matías y Guillermo con las guitarras David con el bajo, Miquel con ese maravilloso colchón de teclados y Pedro tras el kit de batería son maestros en lo suyo. Ángel es un frontman de nivel estratosférico, capaz de llevar su garganta a tonos alucinantes y al segundo bajar a conjugar con los coros del resto del combo, y siempre con una sonrisa en la boca, saltando y bailando, llevando las riendas del grupo en todo momento, conectando con esos fans entregados que, bajo el escenario no pararon de cantar, gritar, bailar, aplaudir y hacerlos sentir como en casa.
Tras un inicio en que demostraban que todo iba por el lugar previsto, llegó uno de esos momentos que te hacen sentir partícipe. Ángel recordaba que tocaban una canción que siempre sonará cuando den un concierto en Rock City porque solo la tocaban allí. “Camino” siempre se convierte en “Pepino”, con toda la grada haciéndose partícipe de cantar, lona desplegada por el personal y todos los brazos en alto gritando “ES EL PE-PI-NO” mientras todos y cada uno de los músicos estaban demostrando lo enormes músicos que son, como si no hicieran nada. Conexión total entre grupo y audiencia.
Volvían a la presentación de “Cuarto Creciente” con la interpretación de “La serpiente”, con la 1ª aparición de Fanfi con su túnica roja, y “Si estás tú”, donde Ángel nos dejaba alucinando con su potencia y variedad de registros mientras los demás te metían un solo espectacular mientras conjugaban unos coros de primer orden sin despeinarse. Una demostración de calidad musical que te hace pensar que algo huele a podrido en el mundo de la música desde hace mucho tiempo. No se trata solo de modas, de dirigir los gustos de la nueva generación, de apostar por la mediocridad y cercenar el talento, sino que ves muchas manos negras por detrás, cuando un tipo que no sabe hablar es mundialmente conocido y estos tipos podrían competir con cualquier banda de primer nivel técnico. La triste realidad.
Pero, a alguien debemos dar gracias, la resistencia sigue incólume y había llenado la sala. Con ese humor que tanto caracteriza al grupo, Ángel presentó que iban a rescatar algún clásico porque pre pandemia ya se pueden considerar clásicos, recordando lo mal que lo han pasado en esos meses tan duros. Las elegidas fueron 2 de esas canciones que meten al público en 1ª fila, sintiéndose protagonistas, participando y coreando todos los estribillos. “Fundido a negro” y “Perder el norte” sonaron espectaculares, con Ángel jugando con el público, Matías y Guillermo acercándose al frente para meter sus solos, Miquel dando una consistencia perfecta a lo que escuchábamos y, al fondo, un David serio, contenido y muy metido en faena con su bajo, unos coros bestiales y acompañando las bases del que se está ganando por derecho propio una etiqueta de primer nivel entre los baterías de este país. Pedro demostró una destreza, variedad, calidad, un golpeo y un talento abrumador. Se podrían haber ido y la gente ya estaba contenta, pero querían más y se oían gritos pidiendo canciones.
Como es costumbre en ellos, iban a tocar todas las canciones de su nuevo disco, y le llegó el turno a “La libertad”, melódica y luminosa, dedicada a una pareja amiga que se encontraba entre el público. “Calles inundadas”, muy esperada por la audiencia, con una demostración técnica apabullante. Ángel se aparta a un lado del escenario a mitad de canción y deja a los músicos cobrando un protagonismo merecido, demostrando uno a uno que son magistrales, con Pedro dejando boquiabiertos a todos los presentes, para volver a primera fila unos minutos después y arrollar todos juntos al final. Una demostración más de que estamos ante una banda que, en directo, son capaces de mejorar exponencialmente cada uno de los temas interpretados. Una brutalidad, había momentos en que no sabías a dónde mirar ante lo que estabas presenciando.
Un Ángel muy sonriente anunciaba que iban a rescatar un tema de su primer álbum, y el elegido y esperado por todos era “Pequeño animal” que sonó brillante, luminoso y divertido, ejemplo perfecto de una parte de lo que son Dry River. Otro de los momentos brillantes de la noche llegó con “Capitán veneno”, esa canción que han escrito dedicada a Juan Carlos Aragón, una institución de los carnavales gaditanos, que creó una atmósfera muy especial. Y llegó uno de esos temas que no pueden faltar mientras Ángel tenga ese vozarrón tan espectacular. “Me va a faltar el aire”, tal y como él anunció al presentarla, es una obra maestra, un tema capaz de emocionar y lograr algo tan difícil como es “sentir”. Otra maravilla que confirmaba que estábamos viviendo algo especial. Cerraron este 1ª parte con “Traspasa mi piel”, otro de esos cortes de juegos vocales alucinantes, ritmos cambiantes, tempos irresistibles, con esa sensación de estar viendo a un grupo de jazzmen clásicos a los que les han dicho que hagan lo que quieran. Protagonismo para guitarras, teclados, batería y unas voces apabullantes, todos a un nivel sobresaliente.
Merecido y corto descanso para volver a terminar la faena con “Funeral”, con Fanfi tomando medidas al grupo para sacar lápidas al escenario. Continuaron con otro momento para recordar, más pop, más funky, más disco, con Fanfi bailando como un loco al ritmo de “Irresistible”, vestido corto, camiseta de los Monty Phyton, gafas y coletas, demostrando que es el 7º pasajero de la nave. Y para cerrar, como no podría ser de otra manera, “Despedida”, último tema del nuevo disco y de todos los conciertos que están dando para presentarlo. Un feeling especial, con una letra muy melancólica y agradecida, que supuso un cierre espectacular a un concierto ES-PEC-TA-CU-LAR.
Dry River son una de esas bandas especiales, uno de esos grupos que consiguen que siempre vuelvas a casa satisfecho, con una sonrisa en el rostro y el sentimiento de haber vivido algo especial. Ya me pasó cuando los vi presentar “2038”, en este mismo lugar, antes de la dichosa pandemia, y lo volvieron a hacer anoche. Por muchos años. Gracias.
SETLIST:
1.- Culpable
2.- Segundo intento
3.- Camino (Pepino)
4.- La serpiente
5.- Si estás tú
6.- Fundido a negro
7.- Perder el norte
8.- La libertad
9.- Calles inundadas
10.- Pequeño animal
11.- Capitán veneno
12.- Me va a faltar el aire
13.- Traspasa mi piel
– Encore –
14.- Funeral
15.- Irresistible
16.- Despedida
DRY RIVER son:
Ángel Belinchón: voz y teclados.
Matías Orero: guitarra y coros
Guillermo Guerrero: guitarra y coros
David Mascaró: bajo y coros
Miquel Centelles: teclados y coros
Pedro Corral: batería
——
Fanfi: el séptimo pasajero
0 comentarios