Hace unos días cayó en mis manos el debut de Pionera, tres locos y conocidos de la escena underground por su pasado en bandas como Ugatz, Standstill, Ainara LeGardon o Tokyo Sex Destruction han decidido que era buena idea sacar un disco reflejando su química cuando están juntos. Katafu es el encargado de la guitarra y voces principales, acompañado de Héctor a la batería y voces también, completando la formación el bajista Rubén.
Ahora bien, tras mi breve introducción de la banda, me advirtieron de que el disco podía ser durillo. Y la verdad, me lo he puesto mientras escribo su reseña unas cuatro veces y me da la sensación de ser un «disco agua» (Aquellos que te los bebes sin darte cuenta). Su debut son aproximadamente unos 40 minutos de malabares estilísticos, y algo que no entiendo o igual sí es que el disco se titule «Bolsa de piedras», si algún día hablo con la banda les haré esta pregunta. Mi opinión es que el título puede hacer referencia a cómo se puede sentir un oyente al escucharlo, cada canción del disco parece una piedra de creatividad que dejan caer y hace que ellos con su música y tú al escucharlos vayas más ligero por la vida.
Canciones como la que abre el disco «El que no baila es momia» o «Cierto Bierzo» son lecciones de Post-Hardcore, que perfectamente podrían ser utilizadas en una persecución de una serie o película, tienen esta atmósfera envolvente dónde parece que vas caminando pero a medida que la cadencia de la batería y los riffs llenos de adrenalina van entrando, tú único remedio es o correr o menear la cabeza. La aventura del disco no está exenta de momentos que a mí me evocan a los 90, ya que temas como «Droga Mosquito» tienen riffs que me recuerdan a los Soundgarden más experimentales del Down On The Upside además de la locura llamada «Igual Ciervos» donde el riff principal me recuerda al Billy Corgan de canciones como Jellybelly pero acompasado de voces agudas muy badmotorfingeras (Si lo escucháis, probablemente me entenderéis mejor). Otro aspecto que me ha gustado del disco es que tienen esa atmósfera rozando la melancolía donde la guitarra realmente no es la que lleva el peso sino la batería, una progresión de acordes o punteos que evocan tristeza pero el ritmo de la percusión es lo que da energía y cuerpo a la música, claros ejemplos de ello es el single que da título al disco o la canción que los bautiza como banda. Mi cabeza al finalizar el disco aún piensa en el regusto del final de ciertas canciones donde las voces o un sintetizador furtivo añaden un elemento de sorpresa, esto me indica que son una banda más compleja que el manido término «power trio» cuando la gente ve a una formación nueva con la etiqueta «hardcore» en algún lado. Y sí, no os desvelaré dónde encontrar esos cortes para que le deis al play en vuestro equipo o plataforma digital favorita.
Para finalizar, lo sencillo sería seguir diciendo a qué siguen sonando el resto de las piedras de Pionera, pero prefiero que le pongáis la oreja para que su música sea la banda sonora de momentos que hayáis vivido o tengáis que vivir. Conducir o andar con cierta celeridad, melancolía al andar por alguna calle o simplemente pensamientos con ustedes mismos ante cualquier dilema moral es lo que me inspira su música.
Como conclusión me parece un gran debut y creo que a pesar de sus galones individuales cómo músicos por su veteranía en la escena, tienen aún mucho por decir y espero que cuando lo hagan de nuevo, nuestros oídos lo disfruten.
Melómano con especial atracción al rock de los 90, aprendiz de dibujante en mis ratos libres y apasionado de coleccionar fetiches de corte musical como guitarras, amplificadores, pedales o la púa que tiró Chris Cornell en el 2012. Me encanta compartir sensaciones que me transmite una canción, lugar o concierto siempre que me es posible.
0 comentarios