Volvemos a retomar el prometido bloque ‘Metal’ que os prometí a principios de semana. No comencé demasiado bien con la decepción que, para un servidor, ha supuesto lo último de Soulfly y tampoco es que me quite mucho el sueño lo nuevo de Machine Head pero, al menos, esto no es una fotocopia sin más de los mejores tiempos de la banda de Robb Flynn, que es lo que, a mi entender, ha facturado Max Cavalera con su hijo Zyon.
No quiero dar una sensación demasiado crítica con Of Kingdom and Crown (2022), me he querido ‘asomar’ al estado actual de forma de Machine Head, sin más, tras dos discos anteriores que no me apeteció descubrir en su momento por culpa de unos singles que me dejaron muy indiferente, pero creo que el nuevo álbum es recomendable y, bueno, yo no diría que es su mejor disco desde The Blackening (2007) (a muchos se les llena la boca afirmando esto…), pero considero que estamos delante de una colección de canciones aceptable y que roza el notable…
‘No te ahogues en las cenizas de tu odio’ porque el disco se deja escuchar…
Y bien, si dejamos las ‘intros’ que anticipan los subsiguientes zarpazos sónicos de tres cortes nos encontramos delante de diez composiciones que comienzan arriesgando con los más de diez minutos de su tema inicial, «Slaughter The Martyr», con sus dos partes bien diferenciadas, que no da tiempo para el respiro con la asilvestrada «Choke On The Ashes Of Your Hate», puro Machine Head Groove Thrash Metal y que asusta con la trepidante y black metalera «Become The Firestorm» combinando alaridos con voces limpias y melódicas. A partir de aquí, la parte media del disco es lo que me falla, entro en fase de aburrimiento con una repetición de esquemas y una forzada intencionalidad en crear himnos para las masas que no hubiese sido necesaria con el cancionero clásico que defienden en directo, pierdo la atención claramente con «My Hands Are Empty», «Unhallowed» y «No God No Masters» y es que me remiten a la faceta más Nu Metal y afectada de algunos discos de finales de los 90’s. Eso sí, «Kill Thy Enemies» me flipa, ese rollito Industrial ‘a la Fear Factory’ es de agradecer. El tramo final coge fuelle, el hardcore metal de «Bloodshot» es acojonante, y la agresión y la muralla de sonido de «Rotten» son brutales. El tema final, «Arrows In Words From The Sky», me parece más que prescindible y repetitivo en esquemas, si hubiesen acabado con el citado «Rotten» hubiesen cerrado con las espadas en alto y sin abusar de construcciones ya escuchadas en su tramo medio. Se disfruta, sin más, pero podría haber sido mucho mejor…
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