Otra novedad desértica en tanto en cuanto a que nunca se han pasado por aquí y me he ‘desayunado’ hace pocas semanas de ellos. Los berlineses REDSCALE son un cuarteto de la capital germana formado en 2015, cuentan con un EP (Under The Spell (2016)) y con dos discos (Set In Stone (2017) y Feed Them To The Lions (2019)) al que vamos a sumar su tercera obra en esta casa ilustrada y titulada como The Old Colossus (2021) publicada hace ya medio año. Creo que ha llegado la hora de que te lleve ante ‘El Viejo Coloso’ y cumplas sus más rigurosos designios…
No te creas demasiado lo de que ‘Esto es un Culto muerto….’ tan sólo ‘Keep Punchin», como diría el ‘otro’…
Me ha gustado, me ha gustado y me está gustando mucho The Old Colossus (2021). Sin haber entrado nunca dentro de mi ‘radar’ desértico os traslado las buenas sensaciones que una banda como Redscale sabe producir con bastante facilidad y efectividad. Nada nuevo bajo el sol, parámetros sónicos cercanos a Clutch, algo de Soundgarden, Valley Of The Sun y los Truckfighters más ‘modernos’ y progresivos son su carta de presentación para un neófito como un servidor en su música. El disco se abre con un corte arenoso y directo a la yugular como «On The Run» al que le siguen en su misma onda e intenciones «It’s A Death Cult, Baby» que es mi favorito en estos días en donde las temperaturas comienzan a bajar y uno necesita cobijarse en la energía el calor desértico para sobrellevarlo. «Hard To Believe» y «Of Wealth And Taste» también son una buena muestra de los movimientos sísmicos de la banda, mucho más arrimada a los parámetros de los de Neil Fallon que a Palm Desert pero una socarronería monolítica, al fin y al cabo. «Tabula Rasa» quiere hacernos levitar, el Psychedelic Stoner hace acto de presencia con unos vocales como si de un dueto entre Chris Cornell y el citado Fallon se tratase. «Wall Of Bricks» muestra músculo, pero también estados oníricos en una composición instrumental muy bien construida. Mola mucho también el lado más sensible y afectado de la acústica e intimista «At The End», que es purito Chris Cornell en su última etapa defendiéndose a sí mismo la única compañía de su guitarra. El disco cierra filas alrededor de su elaborado «The Lathe Of Heaven» mostrando todos los palos que la banda desea plasmar y en donde nos proponen no sólo Stoner, también Heavy Rock, Stoner Metal y momentos Prog Rock en sus generosos siete minutos de duración con las espadas en alto, el fuzz gobernando y el riff aplastando…
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