La veterana banda cordobesa daba el pistoletazo de salida a una nueva edición del Cabaret Festival que tiene a la costera localidad de El Puerto de Santa María como uno de sus puntos de atención musical de este verano. Como bien dijo hace ya mucho tiempo Manuel Martinez, Medina Azahara es la única banda capaz de gustar a fans de Los Chichos y de Judas Priest – o algo así – y viendo el personal que se daba cita en la mas que agradable noche portuense, abriría el abanico. Pasadas las diez daba comienzo el concierto con unos Medina Azahara inmersos en la gira de presentación de su último disco, «Llegó el día» en el que reivindican la importancia del legado de Triana no ya solo dentro del denominado Rock Andaluz. Bien cierto es que la música de Jesús De la Rosa, Tele Palacios y Eduardo Rodriguez siempre ha estado presente dentro del repertorio de los cordobeses, pero en esta gira se centra principalmente en las canciones de estos.
Manolo Martinez, Paco Ventura y Manuel Ibáñez, bien respaldados por los músicos que les acompañan en esta gira y que ceden protagonismo absoluto a los tres miembros de la banda, se sumergían en el cancionero de Triana dando buena muestra del respeto que sienten por ellas. Así iban cayendo correctas interpretaciones de canciones como «Hijos del agobio», «Señor Troncoso», para mi gusto la mejor interpretación de la noche, «Una noche de amor desesperada» o «Tú frialdad» acogidas por un público que disfrutaba desde sus asientos aunque quizás por las dimensiones del recinto – la Plaza de Toros – y la majestuosidad que Medina Azahara imprime a las interpretaciones del cancionero de Triana a veces presumía la sensación de cierta frialdad en el ambiente, algo que quedó en evidencia cuando la banda en la segunda parte del concierto acomete algunos de sus clásicos, y es que tan solo con los primeros acordes del inmortal «Paseando por la Mezquita» el clamor popular subió en una intensidad abrumadora, algo que se repetiría con «Córdoba».
Pero el verdadero torbellino de pasiones se desata a partir de canciones como «No quiero pensar en ese amor» de los Módulos, que pertenece ya por derecho propio al universo de Medina Azahara y por supuesto una potentísima «Necesito Respirar» que ponía punto y final antes de que volviesen al escenario para los bises donde además de «Abre la puerta», otra canción que forma parte desde hace mucho de la propuesta de Medina Azahara y de nuevo delirio colectivo con «Todo tiene su fin», otro de los temas de los Módulos que han pasado a formar parte del legado de los cordobeses y un a «Toda esa gente» que en un ejercicio de interacción con el público aprovechaban para presentar a los músicos. El calado entre gran parte de la gente con los temas propios de Medina Azahara y el endurecimiento de su propuesta cuando se lanzan sobre su propio repertorio se vio reflejado en la invasión del público de la parte frontal del escenario acabando por un instante con ese antiestético sembrado de sillas en un concierto de Rock And Roll, la gente cantando y bailando ante el regocijo de una banda veterana y curtida en mil batallas pero que por sus gestos, reconforta comprobar que siguen disfrutando sobre el escenario.
Buen paso de Medina Azahara por El Puerto de Santa María, en un concierto que fue de menos a más y que mientras que el frescor de la noche se iba apoderando del lugar el calor de un público entregado y variopinto servía de perfecto contraste.
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