El pasado fin de semana en Madrid tuvimos la suerte de que la oferta de conciertos de Metal Extremo cubrían los tres días, algo muy poco habitual, y mucha gente fue empalmando uno y otro concierto para disfrute de sus oídos, y merma de su cartera. En esta ocasión voy a centrarme en el concierto que la veterana banda Incantation dio en la Sala Silikona, gracias a la promotora Kivents, y acompañados por los madrileños Buriatity.
Anunciando la apertura de puertas de la sala a las 8 de la tarde, tocaba armarse de valor y salir a la calle cuando todavía el Sol castigaba a las solitarias calles de Madrid, para dirigirse buscando la sombra constantemente y teniendo que parar en algún local que otro para comprar refrigerio líquido y así combatir el sofocante calor que llevamos días padeciendo y que tantos estragos está provocando en el país.
Ya en la puerta comprobamos que una vez más, se iba a producir un retraso en el horario de poder acceder a la sala, y lo aprovechamos para saludar a los conocidos de conciertos comentando el fin de semana que nos esperaba y los futuros conciertos que se van anunciando para Otoño, o los planes veraniegos. Y por fin a las 20:45 pudimos entrar al local esperando una temperatura más agradable gracias a los aires acondicionados, pero debido a la cantidad de gente que nos congregamos en la sala, el calor humano podía sobre las máquinas y teníamos que recurrir a la siempre refrescante cerveza para hidratarnos por dentro. Menos mal que la Silikona es una sala donde los precios no son tan excesivos como en otros lados y no te duele el bolsillo al pedir de beber.
Aprovechando la tranquilidad que precede a la tormenta me coloqué en primera fila para disfrutar de los teloneros de la tarde, Buriality, a los que ya había visto en el bolo que organizaron Void’s Legion y que fue su estreno frente al público, por lo que ya conocía a la banda y había escuchado sus temas en audio y en directo. Y cuando nos acercabamos a las 9 de la noche, la presencia de Gog sobre el escenario haciendo equilibrios entre el poco hueco disponible para llegar a su batería fue señal de que iba a empezar su descarga, con el resto de miembros del grupo cogiendo sitio más fácilmente en la parte delantera del escenario.
La joven banda se está fogueando sobre los escenarios tras sacar su Ep debut “Primogenitum” y se les ve cada vez mejor compenetrados entre ellos. El cuarteto formado por veteranos de la música underground de Madrid está encabezado por el cantante Alex Martín, el guitarrista Eduardo Manzanares, el bajista Juan Carlos Fernández al bajo y el ya nombrado Gog a la batería.
Con muchísimas ganas de agradar a los fieles de Incantation que llenaban la sala comenzaron de manera enérgica con “Stay Below Your Ego” y “Fate, Loneliness And Sulphur” antes de interpretar el tema de Lamb Of God “Laid To Rest”, volviendo a su material propio con “Embrace New Chaos” y regalarnos otra versión, en esta ocasión “Toxic Garbage Island” de los franceses Gojira, y cerrar sus 35 minutos de actuación con “Vast Plains Of Human Distress”.
Buen concierto de Buriality, que fieles a su estilo, defendieron su apuesta de Groove Death Metal, a pesar de las críticas de que su música no pegaba con la de Incantation, pero tampoco pegaba mucho Ravenblood en Barcelona o Nuclear Revenge en Vitoria. Otra cosa es que las condiciones sonoras de la sala no les ayudaran a convencer a los más críticos, y no vieran como para ellos fue todo un placer telonear a unos veteranos como Incantation.
Con el ambiente ya caliente por la masa de gente que llenaba la sala, y con una música ambiental excesivamente alta comparándola con el sonido del concierto, salimos fuera a coger aire y podernos escuchar hablar mientras las bandas procedían al cambio de cables, y al volver y después de agenciarme más combustible líquido, me dirigí a la parte trasera de la sala para intentar ver el bolo de los americanos, sin que mi integridad física se viera en peligro por los posibles pogos que se pudiesen producir, en una sala llena hasta arriba de gente, recordando a los meses antes de la pandemia.
Eran las 10 de la noche cuando el cuarteto salió al escenario ante la aclamación de los presentes que se entregaron a disfrutar del concierto desde el primer minuto, y es que tener la oportunidad de ver a una banda tan longeva como los neoyorquinos sin la separación de la altura de un escenario o las habituales vallas anti avalancha son cosas que hay que aprovechar. Además, el grupo con el que se ha rodeado en esta ocasión John McEntee para su gira Europea es un reclamo más que interesante, con la reciente incorporación a la banda de Luke Shively ayudándole con las guitarras, y la participación de Daniel Vadim Von (bajista de Morbid Angel) y de Charlie Koryn (baterista de bandas como Ascended Dead, Bloodsoaked o Decrepisy entre otras) para esta gira.
Y fue comenzar con “Propitiation” y comenzar los pogos. La gente venía a disfrutar y no les importaba que el escenario fuera demasiado bajo, que desde la parte de atrás no viéramos nada más que cabezas moviéndose, que las luces de la sala fueran un continuo cambio de rojos y azules de manera automática, o que el sonido no ayudase a escuchar bien la voz de McEntee, sobretodo cuando se dirigía a público anunciando los temas que iban cayendo o incluso se atreviese con unas pocas palabras en castellano. La gente quería fiesta y sudar bien la camiseta, y durante la hora y poco de concierto fue lo que hicieron. Incluso tuvimos alguna subida al escenario de gente para compartir escenario con la banda, pero que luego volvía a bajar con el público, ya que no había la suficiente altura como para saltar sobre el mismo.
Con un setlist conocido por todos, ya que es el que llevan tocando fijo en toda la gira, le dieron preferencia lógicamente a su último disco “Sect Of Vile Divinities”, del cual tocaron “Entrails Of The Hag Queen”, “Fury’s Manifesto” y “Siege Hive” además de la ya nombrada “Propitiation”, repasando el resto de su amplia discografía con un tema o dos como mucho, siendo un total de 14 los temas que sonaron, dejándonos con un buen sabor de boca y con ganas de mucha más música. Y terminado el bolo, la banda se hizo fotos con los que se acercaron para saludarles, siempre con una sonrisa y sin agobios o malos modos.
Gran concierto de los americanos, que seguramente si las circunstancias hubiesen sido otras, hubiesen tocado en una sala diferente y conocida por todos, pero tras su repentino cierre, toca adaptarse a lo que hay disponible y aunque la Silikona es una sala donde te tratan genial y muy bien de precios, cuando se llena, es algo incómoda para disfrutar del concierto, y más con estos calores, aparte del tema de sonido y luces, cosa que echa para atrás a más de uno a la hora de acudir allí.
Muchas gracias a la promotora Kivents por las facilidades que siempre nos dan para cubrir sus conciertos y un saludo a todos los que lean esta crónica. Ahora toca descansar y coger fuerzas para disfrutar en unas semanas del Leyendas del Rock y de los muchos conciertos que nos ofrece.
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