Caballero Luna es un personaje secundario de Marvel que no goza de la fama de Los Vengadores o Spider-Man aunque tiene bastante más miga de la que parece inicialmente. Lo primero que me sorprendió de esta serie fue el planteamiento del primer episodio como si fuera un thriller con toques de terror. Algo novedoso dentro del universo cinematográfico Marvel. Un soplo de aire fresco que vino a demostrar que otros enfoques de los súper héroes son posibles. El primer episodio me resultó original y arriesgado. Apenas sale el traje de súper héroe (sale muy poco en toda la serie) y se centra en los traumas y problemas mentales del protagonista. Esa será la constante durante toda la serie, nos interesan más las múltiples personalidades del protagonista que la trama sobrenatural.
Toda la factura técnica es perfecta y Oscar Isaac está en su mejor papel hasta la fecha. El tipo se desdobla de forma asombrosa y en todo momento sabemos qué personaje estamos viendo en pantalla. Cierto que el villano interpretado por Ethan Hawke apenas salió en un número del cómic pero resulta de lo más intrigante. Todo ello conforma un primer episodio prometedor. Sin embargo, el juego de personalidades que tan bien funciona en el primer episodio pronto pierde fuelle. En el segundo y tercer capítulos, la serie pierde el efecto sorpresa y los episodios pueden resultar algo confusos. La trama avanza dando tumbos mientras la acción no acaba de arrancar. Hay guiños a Indiana Jones pero la aventura no resulta lo seductora que debiera. Definitivamente, Caballero Luna no es la típica serie del UCM. Al adentrarse en los pantanosos terrenos de la psique humana, Caballero Luna puede resultar liosa para los espectadores más jóvenes. Su laberíntica estructura puede hacerle perder el ritmo peligrosamente.
El interés, por suerte, remonta el vuelo en los tres episodios finales. Las piezas acaban encajando y vemos, por fin, al héroe enmascarado en acción (aunque tampoco mucho). Hubo un par de cosas que me gustaron especialmente de estos 3 episodios finales más allá de los tópicos del cine de aventuras y super héroes: 1.- el respeto por la mitología y los ritos funerarios del antiguo Egipto (hasta salen los vasos canopos) y 2.- El origen de los traumas del protagonista. Ambos asuntos están tratados de forma impecable y reconozco que el quinto episodio me resultó modélico. Por momentos parece que estamos dentro de un film de Shyamalan más que en el UCM. El cierre con el sexto episodio me pareció más que correcto dando cohesión al conjunto de episodios un tanto irregulares. Eso sí, la escena post créditos del sexto episodio es de esas que no debes perderte.
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