Tenemos el gusto de que Lyd Heavyman aka José Carlos Sisto nos hable de sus discos que siempre le acompañan. Lyd Heavyman para quienes no sepan quien es recordaran formaciones como Ángeles de Opio, Fuzz Machine o Mater Dronic todas esas anteriores aventuras sónicas como la que ha lanzado en 2021; LYD HEAVYMAN – Ciclo del Eterno retorno, tiene un factor en común, la de un músico íntegro que pone ante todo su pasión por la música.

 

ENTREVISTA A JOSÉ CARLOS SISTO (LYD HEAVYMAN)

 

¿Cuál es tu primer disco comprado?

 

Supongo que te refieres a disco pero con independencia del formato…en cualquier caso yo lo primero que compro siendo niño son algunas cassettes, y si mal no recuerdo la primera podría haber sido Volumen Brutal de Barón Rojo, casi con toda seguridad. En casa no había equipo de música, solo un viejo tocadiscos de maleta Cosmos que estaba jodido y la única forma que yo tengo entonces de oír música es a través de un radio cassette. Y por supuesto en la tele veo video clips, Aplauso, Musical Express de Ángel Casas, que me descubre música variada que yo escucho con muchísimo interés, desde Kevin Ayers y Derribos Arias, hasta Leño o los primeros Suaves, luego La Edad de Oro, ya sabes…Y además de la televisión, en ese momento escucho casi todo lo que puedo oír gracias a un par de programas de radio aquí en Jerez que pinchan rock, música progresiva, etc. Aunque no hay que olvidar, aunque cueste trabajo creerlo hoy, que los 40 principales, con independencia del montón de basura hortera que programaba también en esos años, 1980, 1981…aportaban cosas magníficas, de hecho yo descubro ahí a Kiss, a Police, a Thin Lizzy, Blondie, Rainbow, Mike Oldfield, Roxy Music, Leño, AC/DC, Survivor, y por supuesto a Barón Rojo. Siempre esperando con una cinta virgen para que sonaran las canciones que quería oír y grabarlas, te tragabas un montón de música intrascendente y soporífera, pero al final conseguías capturar lo que deseabas. Aunque he de recalcar que uno de mis hermanos mayores había comprado cuando yo era pequeño unos cuantos discos, singles y LP’s, y curiosamente alguno bueno había…Pink Floyd, Jethro Tull, Boston, Suzi Quatro, Rubbettes…y antes de que el Cosmos enmudeciera, me recuerdo escuchando tras la puerta toda aquella música mientras él los pinchaba encerrado en su habitación. El que nunca creo que llegase a pinchar es Ummagumma de Pink Floyd, no entendía la razón por la cual nunca sonaba…cuando ya fui algo mayor y lo escuché por mí mismo entendí el motivo…ja, ja, ja…y supe que es que lo había comprado sin oírlo y cuando lo puso me contó que flipó, no entendió nada y le pareció algo aberrante…ja, ja ja…te puedes hacer una idea, así que allí quedó el doble vinilo en la estantería del salón durante años, únicamente presa de mis furtivas visitas, porque yo lo cogía en el salón y me encantaba mirarlo… esa carpeta tan enigmática, y la contraportada, con todos esos instrumentos desplegados por el suelo y ellos con aquellas pintas y largas melenas…me encantaba. Aquellos discos me deslumbraron con sus artísticas cubiertas, Wish You Were Here…y ni te cuento Too Old To R&R Too Young To Die, que yo admiraba porque con esa edad, 8, 9…10 años…yo era un devorador de tebeos, y abrir la carpeta de ese disco y ver el cómic, buahhhh…no sabía de qué iba en realidad claro, pero me hipnotizaba. Supongo que todo aquello no hizo sino repercutir más tarde sobre la forma que fui desarrollando para visualizar la música en mi cabeza y configurar todos los elementos relacionados con ella, algo que a día de hoy me proporciona una conceptualización general de lo que hago o quiero hacer en todo momento. Los primeros vinilos o el primero…pues tengo dudas…no sé con exactitud si fue Five Miles Out de Mike Oldfield, Extraños en el Escaparate de Miguel Ríos o el volumen de Historia de la Música Rock dedicado a Jimi Hendrix. Me costaba muchísimo pillar discos con 12 o 13 años…tenía que ir reuniendo el dinero muy poco a poco hasta que ya conseguía la cantidad suficiente. Probablemente fuese Extraños, porque había oído el tema Banzai por la radio y me flipaban las guitarras, en aquel momento pude haber pillado también Made in Japan de Deep Purple y alguno más de Mike Oldfield, que me gustaba muchísimo, su capacidad creativa, cómo tocaba la guitarra y desplegaba esas melodías tan precisas y evocadoras. Flipaba con Ommadawn, Platinum, QE2…aunque dejó de interesarme a partir de Crisis si he de ser sincero. Con 11, 12, 13 añitos descubría música constantemente, música increíble y muy variada además…era una auténtica pasada!!!

 

¿Cómo y dónde?

 

Había un par de tiendas de discos en Jerez que nunca llegaron a transmitirme confianza, por lo que vendían y por lo que yo intuía no era del todo idiosincrasia de los dueños a la hora de poder identificarme con ellos o sus gustos personales. En aquellas tiendas, aunque no me gustaban, conseguí los primeros vinilos, pero el gran descubrimiento fue que alguien me pasó en el colegio el Boletín mensual de Discoplay…eso cambió mi vida, porque abría un inmenso abanico de posibilidades de adquisición y también de aprendizaje, yo vivía en un pueblo y lo más cercano a la idea del paraíso era el jodido boletín mensual de Discoplay, del cual me hice socio de inmediato. Paralelamente a ello, un buen día descubrí que habían abierto una pequeña tienda especializada en Rock, por el centro. Hace poco escribí en mi página de Facebook y en relación al LP From The Inside de Alice Cooper, sobre lo que supuso para mí, con 13 mágicos e inocentes años, esa maravillosa tienda de discos que nunca olvidaré. Permíteme pues recuperar el texto:

“Lo compré siendo niño en una minúscula tienda que regentaban un par de oscuros tipos pseudo- hippies a los que adivinaba el rostro al cruzar la puerta de entrada abriendo paso a machetazo limpio a través de una nube de humo espeso como maleza amazónica. Adivinaba digo porque una vez superada la barricada del humo amenazante, intentaba reconocer semblantes, y el grasiento pelo de sus pobladas cabelleras bailaba como palio al son de los tambores, cubriendo cara y lo que intuía como ojos de pupilas dilatadas en lo que se adivinaba viaje interno sin ataduras. Allí dentro, en la guarida, en el pequeño refugio «discótico», se conjugaban los aromas sacrosantos de la divinidad soñadora del THC y el culto a la pureza espiritual de una carne rara vez profanada por sustancia alguna que combatir pudiera agentes externos de los que suelen acomodarse en piel poco amiga de intrusismos acuosos y digamos…profilácticos. Fragancia envolvente en virtud de la cual, la merecida recompensa al abandonar el edificio con disco gordo bajo el brazo superaba, creédme, penuria y sacrificio a partes iguales. Y no era del todo desagradable la experiencia, no, que para un niño impresionable aquello, con banda sonora embriagadora incluida de la banda (bueno…no precisamente de «lavanda») de Gitanos, o de los Stooges, o de los jodidos Who, para un chavalín impresionable repito, aquello era la Hostia! Sí, pese a todo, aquella tienducha de efímera existencia (uno de los dos colegas murió de chute maligno, según me informaron al poco tiempo, algo que nunca pude confirmar dicho sea de paso) me proporcionó -al margen de notables descubrimientos odoríferos- la alegría de adquirir algunos discos geniales que conservo como oro en paño. From the Inside, me lo llevé precintado, lo tenían de importación (vaya usted a saber procedencia real del artefacto en lo que ellos calificaban como «Importación»). Y lo cierto es que yo a esas alturas estaba tan enamorado de la Alice Cooper Band que descubrir ese Lp, del cual no sabía nada de nada me dejó perplejo. Porque yo tenía lo grande, a saber..Killer, Schools Out, Billion…etc, y por si fuese poco había localizado incluso algunos discos de Alice en solitario que no estaban mal, pero nunca supe que From the Inside existía. Hasta que ellos me insistieron para que me lo llevara porque decían que la carpeta era sensacional, y que el disco era «algo» más comercial pero que molaba. Les hice caso y lo compré. Y sí, efectivamente, la carpeta era sensacional. Sigue siéndolo a día de hoy, o quizás hoy más que nunca, y para cualquiera que tenga una copia seguro que es un pequeño tesoro al que recurrir en tiempos difíciles, muestrario de orfebrería conceptual, de cómo el arte del diseño y la creatividad en el envoltorio presentaban la música como algo en esencia vibrante y de completa armonía artística. Y sí, hay un par de temas que siguen gustándome. Además…que cojones…co-escribe y toca la guitarra Dick Wagner!!! Faltaría más”.

 

¿Qué disco es tu «guilty pleasure»?

 

No me siento culpable de ningún placer la verdad, ja, ja, ja…yo recuerdo haber oído mucho de muchas cosas a lo largo de todo mi proceso de formación musical, porque entiendo y agradezco a la vez, que semejante inquietud me ha convertido en lo que soy, para lo bueno claro, ja, ja, ja…lo malo se ha ido desechando, supongo. Por otra parte siempre me ha parecido bastante absurda esa actitud de autenticidad y fundamentalismo que muchos muestran a la hora de hablar sobre su pasado, sus influencias, sus pajas mentales en amplio rodaje…que oye, ojo…que me encanta porque adoro la idea de ser creativo, ser imaginativo, inventar personajes y auto convencerte de que son esos personajes exactamente lo que ofreces en tu imagen pública para no defraudarte a ti mismo, y por supuesto a los demás. He conocido a demasiada gente temerosa de su pasado, gente que se toma a sí mismo demasiado en serio y que en relación a la música que oye y dice gustarle puede llegar a decir cosas curiosas, afirmar haber crecido escuchando no sé…a Rocky Erickson, Can o MC5…vete tú a saber… cuando en realidad lo que conocían y oían siendo niños, era lo más evidente para una época que España ilustraba en sus más excitantes posibilidades de promoción con grupos y discos muy diferentes. He conocido “punkis”, “gafapastas”, extremistas del garaje o de la psicodelia, gente del rollo molón en general, que se enorgullece de conocer y haber oído por ejemplo a The Litter o a los Stooges cuando tenían 14 años en 1979, 80…cuando está claro que lo que oían era como mucho a los Doors, Supertramp, Boston, Led Zeppelin o Deep Purple, en el mejor de los casos. Solo personas de cierto privilegio en aquellos años (músicos, periodistas, personas con poder adquisitivo y cierta cultura que hubiesen viajado fuera de España, etc…) podrían haber oído en esos años cosas NO convencionales, música incluso que ni siquiera la prensa en España entonces podría haber retratado en sus publicaciones por auténtico desconocimiento. Y no quiero decir con ello que aquí no hubiese gente con amplia cultura de Rock que obviamente sí la hubo, pero resulta lógico pensar que aunque la hubiese, no era mucha. Me contaba una vez uno de los tótems del underground y el punk patrio, un tío que me caía estupendamente y con quien me llevaba muy bien y con quién solía hablar en ocasiones, que él siendo chaval “oía lo que oía todo el mundo entonces…Yes, Pink Floyd, Genesis, Deep Purple, David Bowie, Stones…y que de repente un día, afínales de los 70, pudo escuchar a los Ramones porque un colega le puso una cinta que le habían grabado, y que fue entonces y a partir de aquel momento, que ya la mayoría de esa música dejó de interesarle”. De sobras conocemos también la importancia que para ciertos estilos cobra la transmisión clandestina en cintas que recorren el circuito de los mercadillos una vez han sido grabadas por alguien que ha viajado a Londres o Estados Unidos y ha comprado discos que aquí nadie sabe que existen. Supongo que para muchos, eso del placer y la culpabilidad estaría ligado a un pasado bastante razonable del cual quieren desprenderse y que les causa vergüenza por algún tipo de problema de identidad o algo parecido…afortunadamente yo no tengo ningún problema con eso. Somos lo que somos, obviamente, no lo que “queremos” ser. Eso es algo que entendí hace muchísimo tiempo. No me siento culpable de nada en ese sentido, la verdad.

 

¿Vinilo o CD?

 

Para mí lo importante es LA MÚSICA, escucho música en todos los formatos posibles, incluso sigo siendo un auténtico enamorado de las cintas de cassette, tengo cientos de ellas y en el coche, un viejo Megan, es lo que oigo, que además me suena fenomenal. Sin embargo el vinilo, el vinilo de época sobre todo, es “otra” cosa. Nada supera la experiencia del vinilo, en todos sus aspectos posibles…hasta el olor evocador del cartón de antaño, inconfundible. Yo no he oído jamás algo que transmita tanta pureza o que supere lo que el sonido de una copia original de un viejo vinilo proyecta al ser pinchado en un equipo de época (1973…1979). Puedes adquirir reproducción de audio moderna muy fiable y sorprendente, pero tendrás que invertir mucha pasta para conseguirla….quizás demasiada. Aun y así no tengo muy claro si algunos aparatos de antaño, esas máquinas niponas de altísima fidelidad por ejemplo, quedarían en desventaja si se realiza alguna comparación. Me refiero al espíritu, la profundidad, esa dinámica espectral tan hipnótica que el oído bien educado consigue reconocer, de alguna forma interpretar cuando la música ha sido registrada con suficiente conocimiento, sabiduría, medios de captación específicos.

 

¿Tu última compra?

 

El último disco que he conseguido ha sido EUCLID “Heavy Equipment”, por fin reeditado en vinilo por un sello llamado Magic Box. Es un disco de Rock Duro enorme, trío americano de 1970, de los que atruenan como un cañón napoleónico. Lo he tenido en CD durante demasiado tiempo y ahora puedo disfrutarlo ya en rodaja grande. No es un disco especialmente caro, supongo que una copia original andará entre 200, 300 euros…me refiero a que ya sabemos que algunos vinilos de grupos actuales que salen al mercado ya rondan los 40, 50 euros, así que si tenemos en cuenta que es una copia original de un prensaje limitado de 1970 que además suena como una bomba atómica…pues…aunque yo no pueda o fuera a pagarlos nunca, 200€ no me parece excesivamente disparatado. Que un vinilo nuevo en 2022 de un grupo que sale al mercado avalado por una tirada de varios miles de copias marque 40€, SÍ, eso sin duda sí lo entiendo desproporcionado.

 

¿Tu disco favorito para animarte?

 

Depende del día, o del tipo de animación que pueda precisar en ese momento ja, ja ,ja…no es lo mismo necesitar ánimo pinchando el segundo LP de NAZZ, Radio City o a BLUE ASH, que incendiar la habitación subiendo el volumen de E Pluribus FunK o Strangers in The Night de UFO, a LITTLE RICHARD, la CREEDENCE o a RADIO BIRDMAN. Dispongo de distintos bajones de ánimo que se adaptan por sí mismos a las necesidades específicas que imponen los discos…ja, ja, ja…ya ves…todo muy organizado!!!

 

¿Tu disco cuando estás nostálgico?

 

Supongo que eso es algo que ha ido variando de manera circunstancial, a medida que el tiempo pasa y voy cumpliendo años de calendario evocar años pasados a veces lo contemplo incluso como una sincera obligación, y no hay nostalgia más hermosa para mí que la que proporciona el recuerdo de la adolescencia. En ese sentido hay algunos discos que me hacen llorar, reír y vibrar, dialogar con mi propio pasado, recuperarlo para de inmediato volverlo a liberar y tener la certeza de que con ellos, con esos discos de fuerza que tanto significan para mí, podré siempre volver a revivirlo…no es esa quizás, la más conmovedora capacidad que la música aporta??? …por supuesto no tienen por qué ser discos románticos o en esencia suaves, que suele ser esa la imagen que aborda el sentimiento cuando sobre ello pensamos o queremos reflexionar. Los discos que se identifican con ese periodo son los que atesoro dignos de semejante poder, discos inquebrantables, llenos de magia, que me recuerdan en todo momento quién soy de verdad…Grand Funk, Led Zeppelin, Thin Lizzy, Rory Gallaguer, etc…esa es la música que llega a describir mi nostalgia con mayor convicción, sin ningún esfuerzo. Siempre estuvo conmigo.

 

¿Qué sonaría en tu funeral?

 

He pensado en ello, y aunque siempre creí tener claro que debía ser algo relacionado con lo que acabo de describirte en la pregunta anterior…ahora mismo descubro que no tiene porqué ser así, no es necesario, ya que toda esa música define mi vida y lo que en ella ha ido ocurriendo…así que decido en este mismo instante que lo más razonable sería despedirme dando muestras de respeto, haciendo sonar algo que puede resumirlo todo con efecto y gracia, absoluto dramatismo y sinceridad…debe ser algo entonces que me vincule no solo a lo que toda esa música ha representado y supone para mí, sino también debe demostrar lo que suene, que lo hará como epitafio…la evidencia de haberse integrado todo como imagen de una completa devoción, no solo artística, pasión sin límites de cordura, sino amor al amor, a la vida, la libertad y la esperanza. Siendo de tal forma no se me ocurre nada mejor que desear que suene “Romance Fantasma”, esa canción que pasa desapercibida en un disco igualmente oculto “Ciclo del Eterno Retorno” y que al ser mía, refleja en su brillo invisible, ese espíritu de afinidad imposible, toda la emoción de una vida que tan solo ha querido alcanzar la eternidad gracias al amor, la imaginación.

 

¿Tu banda sonora favorita?

 

Siendo niño también, compré el doble vinilo de HAIR, y puedes estar seguro que “Aquarius” pero sobre todo “Let the Sunshine” me emocionaban tanto que me resultaba difícil contener las lágrimas, cuando años más tarde conseguí ver por fin la película, aquel final con “Let the Sunshine” cobró todo el sentido posible, y me sentí muy afortunado por conseguir experimentar esos sentimientos tan bellos que resonaban en mí con tantísima fortaleza. Algo maravilloso. Sin embargo, en HAIR, no todo destacaba al mismo nivel. Cuando vi y luego compré QUADROPHENIA, supe que nunca habría ninguna música relacionada con una película que pudiese igualar aquella emoción, descubrir esa obra fue de todo punto conmovedor, inspirador. No creo que Pete Twonshend haya logrado nunca estar por encima de sí mismo en ningún otro momento, y eso ya es difícil si atendemos a su colosal talento como compositor de canciones inolvidables. QUADROPHENIA continúa siendo esa música que reverbera entre las olas del mar, cuando los acantilados aceptan el suicidio de un ideal de vida y los sueños se rompen, desaparecen, los engulle la vida, rugiendo, despiadada…que imagen tan increíble, sobrecogedora…creo que es imposible superar eso.

 

¿Dónde escuchas más música?

 

En mi casa, tengo equipos y discos en toso los cuartos, pero es la habitación que me sirve como refugio central y en la cual tengo el mejor estéreo, la que uso para estar a salvo de toda la demencia del mundo exterior. Escucho allí los discos de vinilo fundamentalmente y nada hay que vaya a distraerme cuando lo hago, puedes estar seguro.

 

¿Cuál es el disco que más has oído durante la pandemia, o te ha ayudado a resistir el confinamiento?

 

No sabría decirte con exactitud…para el confinamiento usé lectura de inmersión, como terapia, resistencia y crecimiento…y recuperé fuerzas para componer varias canciones que fueron antesala para luego crear el Ciclo. En esos días escuchaba mucho material de espíritu, discos que me ofrecían capacidad para mantenerme firme en mi convencimiento de que por mucho que pueda ocurrir a tu alrededor, el cerebro debe cuidarse, el corazón brillar…sin miedo.

 

¿Diez discos de los que nunca te separarías y por qué?

 

ES MUY COMPLICADO RESPONDER A ESTO!!! Podrían ser tantos…Sin embargo lo hago fácil y resumo a continuación lo que fue tener 11, 12, 13, 14 años y que estos discos me acompañaran siempre, intuyendo además, que SIEMRE lo harían, como así ha sido, y sin duda será.

 

  • -LED ZEPPELIN- The Song Remains The Same-
  • -GRAND FUNK- 2º lp (EL Rojo)
  • -GRAND FUNK- E Pluribus Funk
  • -GRAND FUNK- Lives (1981)
  • -MAHAVISHNU ORCHESTRA- Visions the Emerald Beyond
  • -THIN LIZZY- Renegade
  • -JETHRO TULL- Too Old To Rock and Roll Too Young To Die
  • -ALICE COOPER- School’s Out
  • -RORY GALLAGUER- Live in Europe
  • -ASIA- 1er LP
by: Laurent Berger

by: Laurent Berger

Tsi – Na – Pah estudió Bellas Artes y más tarde cocina. Actualmente recorriendo Andalucía vendiendo y comprando viejos vinilos. Apasionado del rock progresivo y del rock americano de los setenta. Colaborador en distintas revistas musicales y tiendas de música en la época donde se vendía música de verdad.

1 Comentario

  1. FialovéOko

    Magnífica entrevista… Hair … Miloš Forman, de niña ví esta película y quien me iba a decir a mi que me pasaría una gran parte de mi vida en su país natal, me encantó junto a “The Last waltz” de The band. Pero ciertamente Quadrophenia cambió mi vida y mi primer viaje a Londres dónde compré ese disco de Pink Floyd “Ummagumma”, y me pasaba las noches en el Marquee…
    Esa observación que haces sobre la imagen en la música es muy importante para entender cómo ya tienes en tu mente no sólo la música que creas en cada uno de tus proyectos sino la imagen o imágenes que le den la lectura visual…. Por eso tus portadas, libretos etc … son para ti una lucha más…
    Me ha encantado leer esta declaración de amor a un proyecto de vida.

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