Una oportunidad única la vivida la pasada noche del sábado, 18 de diciembre. Nunca había hecho un doblete conciertil, me explico, nunca había estado en dos salas distintas el mismo día y estas oportunidades sólo pueden hacerse realidad en Castellón (y no en Valencia con todo el mundo programando a la misma hora intempestiva de siempre…). El sábado lo flipé en colores con cuatro bolazos como la copa de un pino, dos claustrofóbicos ejercicios de stoner doom por la tarde en el Pub Terra de Castellón, correspondientes a los castellonenses CELACANTO y los cabezas de cartel, los jienenses SANTO ROSTRO… y los otros dos, ya bien entrada la noche, con la electricidad action rock por bandera en la Sala Japan de Villareal contando con los locales CULEBRA y los incendiarios ‘headliners’ NEGRACALAVERA venidos del más furioso y nihilista Bilbao.
No tiene sentido hablaros en el mismo post de ambos bolos, por lo que en éste de hoy me centraré en las dos bandas del Terra de la Ciudad de La Plana y mañana haré lo propio con el de Villareal así que, átense los machos porque si bien el ascenso de la incidencia del bicho hizo que no me encontrase del todo cómodo, el no hacer el loco en las primeras filas (y se hizo bastante, os lo aseguro…) hizo que observase mucho más y mejor a las bandas, disfrutándolas ‘desde dentro’ y con atención desde un lateral del escenario. SUBE EL VOLUMEN al ’11’ que nos vamos…
Lo que está haciendo la promotora castellonense ‘Underground Revolution CS’ es de traca, se está trayendo a las mejores bandas underground de hardcore, stoner, doom y metal core de la escena nacional y para cerrar el año nos tenían preparado uno de los platos fuertes de la breve temporada que se ha podido disfrutar por culpa de las restricciones. Ni más ni menos que los bien ponderados SANTO ROSTRO y los anfitriones de La Terreta, los hasta-hace-bien-poco-para-mí, CELACANTO.
No ha sido casualidad que el post anterior estuviese dedicado a hablaros de las maravillas de su recientemente publicado Luz de Negro Invierno (2021) pues ha sido una de las sorpresas nacionales del año para un servidor con su retorcida mezcolanza de stoner doom de cadencia sludge.
Comprobar cómo llevan su nueva obra al directo sonando exactamente igual que en el disco es un auténtico subidón pues estuvieron muy ajustados en sonido a pesar de su ‘maraña sónica’ de distorsión y dolor decibélico. Era de esperar que los temas de Luz… fuesen el grueso del setlist como así fue sonando pepinazos opacos como «Luz de Negro Invierno», «Maraña Cromática» y mi favorito y apisonante «Paisaje Onírico» entre otros, que luego combinaron con intocables trallazos de trabajos anteriores como el de su anterior EP del pasado junio, «Espuma Incandescente», o una de sus viejas composiciones de su LP debut como «Perro Incandescente». 7 cortes en total que nos hicieron vibrar en una muralla de fuzz y atmósferas opresivas de altísimo pesaje monolítico.
Pasemos a las estrellas de la noche, los SANTO ROSTRO son ya desde hace tiempo unos Pesos Pesados de la escena nacional Doom & Sludge, auténticos referentes del movimiento con discos tan corrosivos como epatantes como Santo Rostro (2013), II: The Bleed (2015) y The Healer (2017). Pues bien, se podría decir que están realizando una inesperada (por extensa) gira nacional que ha recalado por el Levante tanto en Valencia como este sábado en Castellón presentando su último single editado para Spinda Records, Annual (2021).
No sé en Valencia (que lo sé…) pero en Castellón gozan de una audiencia que vibró al máximo con ellos. Se notan las tablas, la experiencia, la capacidad para producir dolor y tinieblas con sus instrumentos y las ganas de dar espectáculo y sacar lo máximo de sí mismos y de su público. El setlist estuvo basado en sus tres discos, pero como sólo controlo los temas de su The Healer os diré que disfruté muy mucho con las sangrientas descargas en rojo sangre de «Born Again», «One Small Victory» y enormidad visceral y gigantesca de «Cut My Hand», auténtico himno de la banda. Obviamente, atacaron su última composición, «Annual», algo menos densa pero igual de dañina que su habitual cancionero y que se integró perfectamente en la recreación del Averno que tanto y tan bien saben recrear los Santo Rostro. Estaban enchufadísimos, lo dieron todo y sonaron gordísimos. Imposible pedir más…
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