Este Bond de Daniel Craig ha tenido luces y sombras: un irresistible comienzo con la antológica “Casino Royale” y la portentosa épica de “Skyfall”, junto a las fallidas (por diferentes motivos) “Quantum of solace” y “Spectre”. Ahora toca el cierre de la pentalogía de este Bond más duro y marcado por la venganza con “Sin tiempo para morir”.

Una película que no carece de cosas positivas pues sus más de dos horas y media pasan en un suspiro, merced al enorme ritmo otorgado por la excelente puesta en escena de un Cary Joji Fukunaga que demuestra todo el talento visual que ya demostró en productos como la primera temporada de “True detective”. En eso nadie puede desmerecer los méritos de “Sin tiempo para morir” que además tiene un primer acto que funciona a la perfección, con una entrada brutal en la Toscana en la que parece que 007 vuelve a ser traicionado por otra mujer a la que ama, como Vesper en “Casino Royale”. Todo transcurre por los cauces admitidos, con un James Bond que abandona (también por segunda vez con Craig) el MI-6 para “lamerse las heridas” en una paradisiaca isla de Jamaica pero que ante la nueva amenaza mundial tendrá que volver al servicio activo aunque su puesto de 007 lo tenga una nuevo agente (en este caso una ruda mujer de nombre Nomi (que sepamos sin apellido)). A partir de ahí, comienzan una operación en Santiago de Cuba para conseguir el Mc Guffin en forma de maletín que posee un científico ruso y a partir de ahí, como escribiera Conrad en “El corazón de las tinieblas”, llega “el horror” pues “Sin tiempo para morir” se convierte en un sin sentido en los cánones bondianos. Pasan cosas, eso es innegable, a toda velocidad con secuencias “a caballo” entre Marvel y el cine de Christopher Nolan (a eso ayuda la banda sonora de Hans Zimmer) pero ni el villano tiene la entidad suficiente, la relación amorosa tiene resultados que carecen de lógica y la nueva 007 se limita a poner poses y caras de “matón”, sin aportar nada al personaje que ni bebe, fuma o se le conocen parejas sexuales, limitándose a pegar tiros, matar gente y decir sí siempre a M. (bonito detalle con el pasado el que se vean los rostros de sus predecesores en unos cuadros en el pasillo del MI-6).

Craig sigue funcionando como Bond, aunque lastrado por las limitaciones del guion, bien secundado por Ralph Fiennes, manteniendo el tono los ya conocidos Ben Whishaw, Naomie Harris, Jeffrey Wright y Rory Kinnear a la que se le suma la divertida secuencia cubana con Ana De Armas. Desaprovechado totalmente el Blofeld de Christoph Waltz, que aparece como Hannibal Lecter pero sin avanzar esa trama como sucede con la ridícula caída de Spectra y fallidos los personajes de Lathasa Lynch y, sobre todo, el villano de Rami Malek. Y esto último es grave pues uno de los puntos centrales en cualquier título de los inventados por Ian Fleming es la sombría inteligencia y carácter despiadado de los pérfidos malvados que integran la serie pero a Lyutsifer Safin le falta entidad para convertirse en una verdadera amenaza.

Un “divertimento” pasajero, mejor rodado que contado (y eso que hay detrás cuatro reputados guionistas), técnicamente irreprochable, con numerosos efectos especiales, algunas secuencias espectaculares pero que se pierde en su propia concepción, al esquematizar en exceso al polémico nuevo 007 y centrarse más en una imposible historia de amor que en la lucha contra los enemigos. Si hasta los títulos de crédito son inferiores, remarcados por la insulsa canción de Billie Eilish. Una cinta de acción que si fuese original podría verse con más tolerancia pero al deconstruir un mito del cine es normal que se resienta el tono final (es curioso que la generación que más intenta derribar el pasado es la que más mira esa época) porque “Sin tiempo para morir” es un entretenimiento ligero… pero no es Bond.

Sin Tiempo Para Morir

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

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