Hay numerosos matices en este gran trabajo del andaluz John Serrano. Multi-instrumentista inquieto y prolífico, nos obsequia con su último trabajo de título, Summer of 15, el cual da buena cuenta del potencial enorme que tiene este artista que va y viene entre sonidos electrónicos y los más clásicos del metal progresivo.
Este disco no sigue el cauce de lo que se espera en cuestión de sonido. Uno cree prever la melodía, pero es la misma melodía la que lleva al oyente por donde ella quiere. Para esto John obliga al sonido, consiguiendo que suene como él desea. Así hacen los grandes. De la misma manera que un poeta obliga al lenguaje para decir lo que él quiere, incluso rompiendo la gramática, John juega con la disonancia creando una atmósfera irrespirable que está fuera de nuestro control.
Estamos ante un músico que es un diamante en bruto; con la particularidad de que no hay que pulirlo. Ya que así es como se crea ese sonido original que solo obedece a sus propias leyes. Este es el camino.
También hay que destacar la colaboración de Raúl Lupiañez, el cual ha grabado, compuesto y arreglado las guitarras analógicas que suenan en las cuatro canciones en las que participa, dejando así una bonita huella; una agradable impronta en todo el disco.
Empezamos con She’s a Model. La primera de estas 9 canciones nos retrotrae al sonido de Depeche Mode, en un principio; ya que a medida que avanza la melodía, esta adquiere su propia forma original. Algo que favorece ese sonido a vieja escuela que tan acertadamente sabe utilizar John Serrano.
Ghost. Suena la segunda canción y la voz de John se abre paso entre susurros, la que junto a la melodía central, otorga un halo de misticismo embriagador, del que salimos cuando suena Cruel. Simple, sencilla, así empieza la tercera canción que me hace recordar a los también andaluces Mordida. Con ese bajo sintético con sabor añejo que hace que se te cuele por dentro enseguida.
Cion. De nuevo la voz de John uniéndose al sinte. Un sintetizador bien escogido para que guste y no canse, con la finalidad de que tu serotonina se desborde a la vez que suena esa guitarra de Raúl; una buena combinación que demuestra que lo digital y las guitarras eléctricas no solo se llevan bien en el Pop.
Llega el momento de escuchar 2045. Esta melodía intriga solo por su título. ¿Estaremos aquí para entonces? Suena la voz de John a la vez que la guitarra sumergida de Raúl. Una buena combinación sonora que junto al buen inglés, se expande alcanzando las fronteras propias, e incluso saltándolas con su melancolía.
July es una pieza magistral. Al principio de esta reseña he hablado de la disonancia. Pues bien. Esta canción, con su juego disonante particular, ha hecho que me acuerde de una canción del pianista Bill Evans, Peace Piece. En la que el músico juega con sonidos que parece que no pueden ir juntos, pero que se sujetan gracias a la melodía central que los envuelve. Algo que me parece impresionante, y da buena cuenta del potencial de nuestro incansable multi-instrumentista.
Safe Heaven nos hace ser pacientes, al principio. Ya que la melodía tarda en definirse, jugando así con la voluntad del oyente y demostrando quién manda aquí; que no es otro que John. Una propuesta que juega con loops adictivos más el bajo sintético, que cuando suenan a la vez, nos mecen provocando un apacible estado de tranquilidad del alma.
Sigo deambulando por el disco y le toca el turno a Spend the Night, que empieza con una base rítmica similar a las composiciones de Depeche Mode, y nos hace comprobar que no hay ni un solo sonido que te obligue a saltarte ni una canción de este original y escrupuloso trabajo. Sobre todo ante esos magníficos coros en falsete. Una inspiración que llega también hasta el artwork de su bonita portada.
Terminamos con The Gateway. John y Raúl se despiden de nosotros con una canción especial que hace que con esas prolongadas guitarras, que arropan y visten artesanalmente la melodía, se establezca la comunión entre lo electrónico y lo analógico, cruzando así la frontera de lo real hacia nuevos sonidos. Algo que nos deja ansiosos; con ganas de escuchar más.
0 comentarios