Os voy a contar un secreto, lo mejor de Netflix son sus documentales. Uno de los más interesantes es Miles Davis: Birth of the Cool. Lo cierto es que una figura musical de la talla de Miles Davis (1926-1991) bien vale un documental. El director Stanley Nelson sale bien parado de la ardua y casi imposible tarea de sintetizar la azarosa vida de Miles Davis en un documental de 2 horas. The birth odf cool refleja al mito pero también al hombre, con sus virtudes y sus defectos. La genialidad musical resulta evidente pero también las sombras del genio. A través de fotografías de archivo, testimonios actuales (Carlos Santana entre otros) y un actor que lee pasajes de su autobiografía se configura una excelente radiogafía del genio y la época que le tocó vivir y que contribuyó a cambiar. No olvidemos que Miles Davis revolucionó la música popular del siglo XX con discos como Kind of blue, Miles Ahead, Sketches of Spain o Bitches Brew. Todos ello recomendables aunque seguramente necesiten más de una escucha para cogerles el punto.
Por el documental vemos a leyendas como Charlie Parker (Bird), Dizzy Gillespie (Diz), John Coltrane, Gil Evans, Herbie Hancock o Quincy Jones. UFFFFF. Ya solo por ellos vale la pena adentrarse en este documental. Desde luego se abordan temas la característica voz de Davis, su afición al boxeo o el racismo. El documental se detiene en el incidente con la policía en la puerta del club Birdland de Nueva York justo en el momento de su mayor popularidad y que le cambió para siempre, haciéndole más cínico. Da igual el talento que tuviera, siempre sería negro y siempre habría quien lo despreciara por ese simple motivo. Lo que es peor, se esperaba una actitud racista de la policía de un estado del sur, pero no en una ciudad tan moderna y cosmopolita (al menos en teoría) como Nueva York.
Los testimonios evidencian su amor por la improvisación, el descubrimiento del flamenco y la apuesta por los jóvenes talentos. Pero lo que el documental intenta transmitir sobre todas las cosas es su pasión por huir del encasillamiento y evolucionar. Algo que lo emparentaba con ese otro genio loco que era Prince, ambos sentían admiración mutua y el documental rescata imágenes de la única actuación en la que tocaron juntos allá por 1987. Tampoco quedan fuera otros temas como sus adicciones, sus manías, el calvario de su mujer Frances, sus operaciones de cadera, el dolor crónico, etc. Ya digo que todas las facetas de Miles Davis son tratadas sin sensacionalismos ni moralinas. Solamente he echado de menos que se explayara un poco más en su breve pero decisivo matrimonio con la salvaje reina del funk Betty Davis.
Lo cierto es que el documental se ve con interés incluso si no conocías la obra de Miles Davis. Reconozco que a mí me apasionó y la experiencia me resultó mucho más fluida que la fallida Miles Ahead (2015). Así pues, Miles Davis: The birth of cool es uno de los mejores acercamientos a la inabarcable figura del genio de Miles Davis. Imprescindible para entender buena parte de la mejor música del siglo XX.
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