Os traigo una banda que me ha dado una alegría importante al saber de su vuelta al show business musical. Estos no son otros que los suecos HIGHRIDE que hicieron mucho ruido allá por 2013 con su album debut, Highride, producido ni más ni menos que por Tomas Skogsberg (The Hellacopters, Backyard Babies, Emtombed…). La banda subió muy rápido en su país natal, eso sí, siempre quizás a la sombra de su gran referencia que no es otra que la banda de Nicke Borg y Dregen, oséase Backyard Babies. En cualquier caso, era un discazo que rescataba a la perfección los surcos de Total 13 (1998) y Makin Enemies Is Good (2001) y que les permitió abrir para bandas del calibre de Crashdïet y Hardcore Superstar, así como realizar multitud de giras por Finlandia, Noruega, Alemania, Dinamarca, etc,.. El desgaste fue brutal y les pasó factura, así que en algún momento de la segunda mitad de la década pasada hicieron un parón indefinido que afortunadamente este año ha llegado a su fin…
Prueba en tus carnes a la ‘Superestrella Ciega’!!!…
Siete años han pasado hasta la llegada hace dos meses de Excellence & Decadence (2020) y ya os puedo asegurar que las cosas siguen, de nuevo afortunadamente, en su sitio, que sí, que sí, que el paralelismo con los Babies sigue estando ahí y sus toques Hardcore Superstar también pero el disco es muy entretenido cuando superas los prejuicios iniciales. Excellence… ha sido producido por su frontman y líder absoluto, Peter Waljus, que ha reformado la formación y vuelto a cargar de energía un proyecto que quiere volver a apuntar muy alto de nuevo. Los iniciales «Superstarblind», «Wonderland» y «Red Light Rambler» proponen su mejor hard rock melódico escandinavo escupido con la fiereza del sleazy punk más decandente e intenso. «A Good Day (To Die)» fue la primera composición que nos descubrieron el año pasado, ¿Backyard Babies Vs. Marilyn Manson?, ¡pues va a ser que sí!, «A Million In One» muestra una cara menos callejera y más AOR 80’s, un decadente tema que sigue la estela de las composiciones más ‘loosers’ de Nicke Borg cuando desea estar cerca de su ídolo Mike Ness. «Sex Is My Substitute» nos aloja directamente en las gónadas de Total 13, un tema explosivo y kamikaze. ¡Mi favorito!. El disco se cierra con la semi-acústica baladita «Drifting», nada del otro mundo aunque se deja escuchar muy bien con ese acompañamiento de harmónica y ese final eléctrico con punteos muy chulos. En fin, un disco que los devuelve a la vida y a la pelea…con la que nos está cayendo… pero por el Rock’N’Roll se resiste lo que haga falta…
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