Siempre me pasa lo mismo. Va llagando el final de año y me dicen: “eh, ve pensando tu lista de discos del año”. Ummm vamos al lío. Indecisión. Dudas. Que no sea demasiado obvio. ¡Pero ese como lo voy a dejar fuera!. ¡Hombre por favor!. Recuerdo que aquel…espera, que era del año pasado. En fin. Un jaleo con el que reconozco que me lo paso muy bien. Hay quien no se toma estas listas con la dosis de humor necesario. Alguno porque no le encuentra la gracia. Otros por presuponerse por encima del bien y del mal. E incluso quien la menosprecia porque su nombre no aparece en ella. Que de todo hay. Como en misa. ¿O era en botica?. Así que este año ni corto ni perezoso decidí en un momento de inspiración -o de menos aturdimiento emocional de lo general- que a todos los discos aparecidos en mi lista les tenía que haber dedicado antes unas palabras en forma de reseña para decir lo mucho que me gusta. Mientras sumo ayudado de mis dedos -los que no mantengo ocupados sujetando una copa- aquellos que ocuparan puestos honor, me boy dando cuenta que a la hora de haber soltado la chapa me he pasado alguno que otro por encima. Y me digo: “corre, hombre, corre. Que aún estás a tiempo”. Dicho y hecho. Mira por donde aquí está uno de ellos.
Unos tipos de Nashville, que se hacen llamar The Steel Woods y que se han sacado de la manga un maravilloso disco de southern rock -con la amalgama que conlleva- llamado “Old news”. Su segundo disco.
Un inciso…pero si este disco salió el 18 de enero. ¿Ahora vienes con esto?. Nunca es tarde si la dicha es buena. Y si. ¿No os ha pasado nunca, que se os va quedando atrás una reseña?. Y mira que es un disco que ha sonado una y otra vez en casa y en el coche. Reconozco tener cierta debilidad por el rock sureño. Quizás The Blackberry Smoke sean la comparación más cercana para entender a The Steel Woods. Tanto en sonido como en concepto. A veces más country que rock. Y viceversa. Riff potentes. Algo de soul. Sabor a bourbon. Todo ello encerrado en quince canciones. Nueve propias. Seis ajenas. Si. Habéis leído bien, media docena de versiones en este disco. “Changes” de Black Sabbath -aquí me tocan la fibra-, “The catfish song” de Townes Van Zandt, “Are the good times really over (I wish a buck was still silver) de Merle Haggard, “One of these days” decWayne Mills -otra debilidad personal- y el homenaje a dos de nuestros rockers más santificados. A saber. “Whipping post” de Gregg Allman y “Southern accents” de Tom Petty.
Pero ojo, que las composiciones propias no se quedan atrás a pesar de la competencia. Canciones como “Old news”, “Compared to a soul” o “Blind lovers” son una pura celebración vital del rock and roll de raíces sureñas. Fuerza y elegancia. Un buen gusto a raudales traducido en un imponente disco cuya portada a mi me recuerda a la del “Lies” de Guns n Roses. The Steel Woods están preparados para alinearse en la tanda de hijos precoces y adelantados de Lynyrd Skynyrd ypor wue no, de The Black Crowes, que los de los Robinson también han dejado huella profunda. “Old news”, un disco aparecido en el mercado un 18 de enero y que cae por estos lates un año después. Ojalá la espera haya merecido la pena.
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