Ha sido un año curioso porque he estado metido en diversos reportajes cinéfilos (Sci-fi, Woody Allen…) que no me han permitido escuchar toda la música que quería, pero igualmente he sacado unos cuantos discos que me han gustado sobremanera.
Algunos de ellos me parecen excelsos y otros simplemente me obligaban a ponerlos una y otra vez o me alegraban el día. La diversidad estilística (prog, blues, hard-rock…) me ha permitida tocar muchos palos y disfrutar enormemente de uno de los grandes placeres que te da la vida: LA MÚSICA.
MOTORPSYCHO “The crucible”
3 canciones, 40 minutos, desarrollos largos de melodías ensoñadoras y pegadizas que los convierten en una de las bandas más alucinantes del panorama progresivo actual. Hace unos cuantos años que me tienen enamorado y siguen a un nivel alucinante. Sus trabajos siguen siendo ejemplo de innovación, provocación, calidad y ponen el listón muy alto.
ELECTRIC MARY “Mother”
Desparpajo y actitud a raudales. Ramalazos de Led Zeppelin y electricidad bestial en 8 composiciones de puro hard rock clásico. Los australianos nos entregan su 4º disco de estudio desde 2003, con una vida tan agitada y movida como su música. Irresistibles, inacabables y chulescos. Una patada en la puerta de tu casa para que no te olvides de ellos, porque los de Melbourne siguen aquí y… más vivos que nunca.
THE TESKEY BROTHERS “Run home slow”
Los hermanos Teskey, Josh (voz y guitarra rítmica) y Sam (guitarra solista), junto a Liam Gough (batería) y Brendon Love (bajo) nos regalan la 2ª entrega discografíca de su propuesta, tan anclada en el soul, folk, rock y blues, incluso el gospel de los años grandes de los distintos géneros. La extraordinaria voz de Josh, recordando a los más grandes del soul (especialmente Otis Redding), y los extraordinarios arreglos de todas las composiciones nos elevan quizás un poquito más de lo que consiguieron con su debut hace un par de años. Una joya venida de Australia que nos ha hecho replantearnos muchas de nuestras creencias. Imprescindible.
WATERMELON SLIM “Church of the blues”
Uno de los grandes discos de blues del año. Es evidente que no he escuchado todo, pero de lo que he oído es el que más me ha gustado. Clásico y puro, con un sonido nítido, y la profunda voz de Bill Homans (auténtico nombre del músico). Con 70 años cumplidos, este músico de blues norteamericano asentado en Canadá ahonda en la profundidad de su propuesta sonora, convirtiendo su pasado en la guerra de Vietnam y cultivando sandías (de ahí su apodo) en canciones de una caladura muy marcada.
MICHAEL MONROE “One man gang”
Pasan los años, pero Michael Monroe sigue aquí, fiel a su estilo, tan entregado y activo como siempre. De nuevo junto a Rich Jones y Steve Conte a las guitarras, Sammi Yaffa al bajo y Karl Rockfist a la batería, el gran Mr. Rock’N’Roll acude fiel a su cita, pues siempre que saca un trabajo nuevo aparece en mis listas de lo mejor del año. Su mezcla de hard punk rock and roll es absolutamente imbatible, con una energía y una entrega que para sí quisieran los jovenzuelos que luchan por hacerse un hueco en este duro mundo de la música.
COSMOGRAF “Mind over depth”
Una de las pocas bandas que pueden hacer sombra a Motorpsycho hoy en día. Llevan unos cuantos años grabando discos de una profundidad y propiedad única. Quizás este no sea su mejor muestra de canciones, y aún así, es sublime. Merecedor absoluto del Top Ten de 2019.
KENNY WAYNE SHEPHERD BAND “The traveller”
Uno de los discos nostálgicos del año. Soy fan de Kenny desde que se inició con aquel maravilloso “Ledbetter heights” en 1995 siendo un chaval. Ha pasado por diversas fases, desde el rock blues y el hard rock hasta el más puro blues, y aquí retoma parte de sus inicios.
Su maravilloso manejo de las 6 cuerdas junto a artistas de la talla de Chris Layton (batería), Noah Hunt (voces) o Marshall Altman (teclados y percusión) componen un todo de 10 cortes maravilloso, añejo, nostálgico y rítmico. La colaboración de Mark Pender y Joe Sublett a la sección de vientos le dan un juego amplio y variopinto que ayuda a poner el álbum una y otra vez.
MONO “Nowhere, now here”
La ensoñación melódica llegada desde Japón vuelve a entrar entre los elegidos por mérito propio. La demostración clara de calidad musical y variedad estilística los colocan entre las bandas punteras dentro del post-rock actual. Y por muchos años.
TESLA “Shock”
Ya casi nadie recuerda que Tesla siguen en activo, pero ahí están, girando sin parar y grabando discos. “Shock” vuelve a demostrar que están entre los elegidos del hard rock clásico a nivel mundial. Jeff Keith, Frank Hannon, Brian Wheat, Troy Luccketta y Dave Rude siguen demostrando que están en plena forma. No te preguntes nada y disfrútalos mientras puedas porque es una de esas bandas que añoraremos perdidamente cuando ya no estén entre nosotros.
HELLSINGLAND UNDERGROUND “A hundred years is nothing”
Estos suecos han conseguido que cada lanzamiento te provoque una sonrisa, un buen rollo inquebrantable, y los 11 temas que componen su nuevo disco vuelven a conseguirlo. Quizás sean más uniformes y con menos singles claros que otros lanzamientos suyos, pero su escucha te pasa en un suspiro. Charlie Granberg y los suyos, con la novedad de Jerry Ask a la guitarra, presentan su álbum más homogéneo y, como siempre digo con ellos, lo mejor es ir a verlos en vivo, donde ganan muchísimos enteros.
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