Juan Saurín no para, lo vemos metido, afortunadamente, en mil historias que lo mantienen al pie del cañón. Y por supuesto no falta a su cita regular con su disco, en este caso ya la tercera entrega de larga duración, nuevo disco después del e.p. «Human sinfónico». Saurin está viviendo un momento dulce profesionalmente y hay que decir que también compositivo. Este «Supremacy», como el propio Saurin indica, gira alrededor de la falsa supremacía del ser humano. Su particular y personal visión de Ex nihilo nihil fit. Una cuidada producción en la que no se deja hilo sin puntada nos ofrece a un músico excepcional capaz de lograr algo muy complicado cuando hablamos de música instrumental. Y aqui si que voy a entra en una opinión personal porque a fin de cuenta la gran magia de la música es que no tiene por que ser concebida ni percibida por dos personas de la misma manera o forma. Muchas veces la genialidad implícita en las composición una frialdad de cara al oyente que si no está particularmente familiarizado le puede convertir su escucha en una cuesta arriba de la que desistir llegado el momento sin culminar su cumbre.
Cuando un músico es capaz de hipnotizarte, de llegar a transmitir la calidez en un mensaje sin palabras es cuando comprendes que es un trabajo bien hecho. Yo estoy escuchando atentamente este «Supremacy», con ese achaque inicial que reconozco de la dificultad que me supone sobrevivir a los discos instrumentales y me siento incapaz de apartar los auriculares que me introducen de lleno en el mundo de sensaciones que Juan Saurín consigue con este disco. No son necesarias palabras para transmitir un mensaje desbancando la idea preconcebida de un continuo galope de notas sin alma para revertir en un mensaje del que te sientes parte. Logicamente no vamos a descubrir nada si hablamos de la capacidad del guitarrista o de su técnica personal. Tampoco de los músicos que le acompañan tanto a la hora de ejecutar los temas como de plasmarlos en el disco, Matt de Vallejo a la batería y Andi C.
Fantástico disco de una de las disciplinas más complicadas dentro del hard n heavy como es la de los discos instrumentales, más aún en estos días en los que cualquiera se lanza cerrando los ojos y casi sin coger impulso. Solo los mejores son capaces de ponerte en alerta y conseguir que no pierdas comba. Juan Saurín lo hace de sobra.
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