Casi sin leer las noticias puedes notarlo. El ambiente fluye cargado como aviso implacable. La purificación del sacrificio alimenta mentes obtusas. Se aproximan tiempos de incertidumbre provocados por unas esferas de poder que han conseguido comprender lo estúpidos que podemos llegar a ser, como somos capaces de alinearnos en fe ciega detrás de logos y campañas. La visceralidad del odio como arma arrojadiza. La mano cómplice del cuarto poder como moderno blitzkrieg. La rendición sin paliativos. Braman tormentas en el horizonte. Los barrios vuelven a hervir con imágenes que suponíamos olvidadas, superadas. Viejos fantasmas en los portales. Las palabras ya no escupen. Se graban a fuego desde un teclado. Tiempos duros se aproximan. Para algunos nunca dejaron de estar de lado. Hasta las melodías necesitan un nuevo espectro donde refugiarse. Música sombría y poderosa como remedio ante el aturdimiento, como respuesta voraz a una sociedad empeñada en autodestruirse como tal. Respuesta agria ante los caldos de cultivos. Violencia como prevención de una respuesta violenta.
«Today’s ashes» es el primer larga duración de los gallegos Mano de Piedra después de su e.p. homónimo de 2017. Un riff descomunal nos abre la puerta de su propuesta musical, de su respuesta varada en riff monolíticos y brutalidad jamás encubierta y siempre a cara descubierta. «Ancient gods» es la culpable. No cesa el desafío con «Storm of axes» y esa eculubrada calma precisa entonada en la melodía de voz sobre un bravo mar de oleadas sludge. Mano de Piedra no se anquilosan en un plano concreto y son capaces de ir construyendo un solido muro de defensa compuesto de diferentes influencias. Se hace patente en «We are sickness» que bucea en ese sonido contestatario del metal de los noventa o en «The rapture» donde hacen gala de un sonido más melódico como arma de ataque sin dejar nunca de lado una base rítmica profundamente potente.
«The damned» airea la faceta más metal de Mano de Piedra sobre todo gracias a esas guitarras y la voz que nos lleva a los momentos en los que este ya lejos de pretensiones comerciales dejó paso a nuevas maneras de expresar su violencia sonora. El aquelarre se presenta ya preparado con «Oroku», ataque frontal monolítico en forma de violencia sonora de fondo stoner. «Abyss sleeper» se torna más agresivo, incluso musicalmente encontramos cercanía al thrash, a sus cohabitar con el punk. Cierra el disco la canción que da nombre al disco con tensa calma y la desesperación instalada en sus líneas vocales. Interesante andanada de Mano de Piedra.
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