Seguimos en este Rincón del gourmet buceando en apetecibles restaurantes con los que volver a reencontrarnos con uno de los mayores placeres existentes como es disfrutar de una buena mesa. El elegido en esta ocasión es «La Condesa», un restaurante ubicado en la ciudad de Jerez de la Frontera, un lugar que empieza a convertirse en imprescindible en esto del yantar, no solo en la provincia de Cádiz o Andalucía sino en toda España. Local céntrico (en la calle Tornería) perteneciente al hotel Palacio de Garvey y donde tras los fogones se encuentra David Porras, uno de esos talentos surgidos de la Escuela de Hostelería de Cádiz que ha apostado por una carta que cambia por temporada, con el producto local como protagonista, consiguiendo un amplio reconocimiento, como aparecer en la Guía Michelín, en la categoría Bib Gourmand que reconoce a un establecimiento con buena relación calidad- precio. Y una vez visitado, lo entendemos ya que tienen un menú diario a 18 euros y en carta apenas pasa los treinta, algo más que razonable vistas las esmeradas presentaciones, los magníficos puntos de cocinado y las buenas materias primas con las que desempeñan su labor.
Tras acceder al comedor, sin apenas decoración y funcional, elegimos probar algunos de los platos de una carta no demasiado extensa pero suficiente. Para maridar elegimos el Tierra Blanca, un clásico de la zona, tras tomarnos unas cervezas de aperitivo, con el que nos obsequiaron unas patatas fritas con guacamole casero.
Los entrantes consistieron en el pulpo asado en adobo acompañado de patatas al mortero, delicioso de sabor y que demuestra como mejorar un plato imprescindible en estos tiempos, ofreciendo una pequeña «vuelta de tuerca» con las deliciosas patatas al mortero (de las más ricas que hemos probado) y el punto perfecto de sabor del cefalópodo, aunque nos hubiese gustado que fuese de mayor tamaño el tentáculo.
En ese punto de modernizar recetas clásicas nos sorprendió gratamente las pavías de dorada con ali- oli de aguacate. El juicio de esta ración es simple: es magistral. Una de esas delicias del mar donde todo encaja. La textura, el rebozado, la salsa que acompaña y, por supuesto, el producto. Uno de esos caprichos que no nos importaría repetir.
Como plato fuerte nos hemos decidido más por el pescado, aunque también hemos probado alguna carne. De los cuatro platos que hemos catado podemos decir que todos tienen cantidad suficiente para no quedarse con hambre y que mantienen el alto nivel gastronómico con unas combinaciones acertadas y pensadas, donde se nota el alto grado de especialización en la búsqueda de sabores. Recomendamos el magnífico rodaballo jardinera con mantequilla de estragón y lima, logrando el equilibrio perfecto entre el clasicismo y lo contemporáneo, como sucede con la corvina al horno, crema de gambas y bulbo de hinojo, otro pescado destacado en su fusión entre lo antiguo y la vanguardia.
También bueno pero con menos sorpresa es el salmón en papillote al aroma de vino amontillado que presentan abriendo el papel aluminio para que veamos como han utilizado esta técnica de horneado.
Entre las carnes, sólo hemos degustado el taco de presa ibérica en dos cocciones, con ragout de trigo al oloroso, donde destacamos el punto de la generosa ración, ya que se deshacía en la boca y por su tamaño podía quedar seca, un defecto que solventa sin problema.
En el capítulo de los postres, bueno el sorbete de mandarina con ginebra, perfecto para refrescar en este periodo estival aunque los amantes del dulce seguro que agradecen más el brownie de chocolate belga, perfecto de ejecución, lejos de esos bloques de chocolate imposibles de tragar, y con un cacao de gran calidad y el ornamentado bizcocho de dátiles, confitura de jengibre y chantilly perfumado con matcha que de forma curiosa tiene la peor presentación de todas, en un vaso circular que no permite apreciar todos los elementos que integran. Aun así, sabor potente que deja a «La Condesa» como uno de esos sitios donde el gastrónomo debería pasar un tiempo agradable con los acertados manjares con los que nos deleita David Porras.
Estimado José Luís,
Le escribimos desde Bodegas Barbadillo,
un seguidor de su web nos hace llegar este reportaje. Nos gustaría informarle de que Tierra Blanca no pertenece a Bodegas Barbadillo.
Quedamos a sus disposición para cualquier información que desee ampliar.
Lo corregimos de inmediato. Pido disculpas por el error, más siendo consumidor de sus excelentes vinos que a buen seguro comentaré en otra reseña. Gracias por la corrección y por leer esta sección.