Nadia está aburrida, porque su novio no le presta mucha antención.
¿Esperará ella al tren de su alma? O le escribirá cartas de amor para
ver si su corazón late de nuevo, solo para ella.

Hay veces, las menos, afortunadamente, que es necesario bajar.
Bajar hasta esos lugares del alma donde uno se queda depositado
en nódulos y silencioso hasta la maldición, respirando un barro cansado,
escondido en sitios negros y dulces, tal vez, ocultando los clavos, ay.

No comprende la negrura que la abraza, que nos rodea, y no parece
muy dispuesta a llegar hasta ahí. Principalmente porque no sabe que
los monstruos existen y a veces, ganan. El ascensor es un abrazo.
Pero ella necesita el agua deprisa, y no sabe de pozos ni del origen
de los manantiales.

Nadia está guapa de labios con prisa, y un rato de oscuridad lo aguanta,
pero, ¿besaría al leproso?, ¿se casaría con el leproso? Como sencillo merodeador,
no lo creo.

 

 

by: Angel

by: Angel

Melómano desde antes de nacer, me divierto traduciendo canciones y poesía. Me gusta escribir. Soy un eterno aprendiz y bebo de casi todos estilos musicales, pero con el buen rock alternativo me derrito.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

radiografía

radiografía

Pues sí, la felicidad de la niñez amortigua cualquier sufrimiento en la edad madura. Pero mis hijas no han sido tan felices cuando me separé. La mayor, con cinco años, se quedó llorando al verme marchar. Algo que ahora sé, no tendría que haber ocurrido. Como tampoco...

oficio

oficio

¿Es normal hartarse a veces? ¿de aguantar hasta que sale un poema? Y seguir así, después, aguantando… No sé a quién pregunto. Traducir me alivia. Algunos de mis amigos se hartan de lo mismo; y ellos no escriben poemas. Me consuelo pues creando pequeños soles para sus...

balconcillos 19

balconcillos 19

¿Te acuerdas de cuando murió abraham? Sara estuvo toda la tarde hablando con él, con un cadáver. Y cuando la escuchábamos sonreíamos mientras, al mismo tiempo, nos secábamos las lágrimas. Te tienes que acordar, fue en este mismo tanatorio. La caja de abraham se...