¿Sabéis esas veces en las que puedes sentir a la vez la sensación de tristeza y alegría?. Cuando ambas se dan cita juntas pero no revueltas. Pues junto a cierta pizca de resignación, ese sería el titular para definir el concierto que los maños The Kleejoss Band ofrecieron el pasado viernes 8 de febrero en Jerez de la Frontera. Tristeza porque una vez más la asistencia ronda cotas bajas. Unas 25 personas nos dimos cita en La Guarida del Ángel para un concierto que presentaba una banda muy en forma a un precio muy bajo, tan solo 8 euros. Resignación porque conversando una vez en el lugar, la sensación de pesimismo estaba presente cuando notabas que el hecho de ser tan pocos los que nos diésemos cita fuese algo esperado. Alegría e incluso euforia por disfrutar de una banda, The Kleejoss Band, que ofreció un concierto brutal sin importarles la cantidad de público y dejando plenamente satisfecho al personal durante la hora y cuarto que estuvieron sobre el escenario.
El problema de la salud del rock no tiene que ver con las bandas. The Kleejoss Band lo dejaron claro y solo hay que preguntar a cualquiera que tuvo la afortunada idea de aparecer por su concierto esa noche. El problema se sitúa debajo del escenario pero eso es harina de otro costal. Sobre las 22.30 The Kleejoss Band comenzaban su show. Puro rock sin aditivos ni necesidades superfluas. Ritmos sureños y aromas clásicos. Los de Zaragoza con los pies bien anclados en el suelo iban repasando su repertorio enganchando casi desde el primer acorde con los asistentes. El cuarteto se ha doctorado rápidamente en el camino de las grandes canciones y la impresionante versión que se marcaron del «Can’t you see» de The Marshall Tucker Band deja a las claras de donde beben sin complejo alguno. Luis, Joss, Nacho y Andres se dedicaron a hacer las delicias de un público, poco pero entregado. Sonaron habituales de su repertorio propio como «Ode to the Naiads» (fantástica canción tanto en disco como en directo), «The ballad of the working class man», «Feather on my cap» o «No glam in rock and roll» entre otras repasando tanto su reciente disco «Inception» como sus anteriores lanzamientos.
Prueba de que The Kleejoss Band estaban a gusto que después del amago de retirarse, que suele servir como paso a los bises, la banda se lió la manta a la cabeza haciendo saltar por los aires el set list y regalándonos un buen puñado de canciones con las que bailar y cantar para terminar con la sala botando y dejándose la garganta en un potentísimo «Rockin’ in the free world» de Neil Young coreado por la audiencia hasta el límite. Sonrisas y cansancio. The Kleejoss Band siguen pateando escenarios. Si pasan por tu ciudad no te los pierdas. A los que siguen apostando por la música en directo. Gracias de corazón.
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