Y en un visto y no visto y tras la semi-decepción que me supuso de ‘The People v. O.J. Simpson’ (2016) he querido continuar con la segunda temporada de American Crime Story, esta vez centrada en el asesinato de Gianni Versace a manos del serial killer, Andrew Cunanan.
La nueva ficción serial de Ryan Murphy en realidad iba a convertirse en la 3ra temporada pues la segunda, versada en el huracán Katrina, se demoró mucho por problemas técnicos y de producción por lo que ACS: The Assassination Of Gianni Versace (2018) tuvo que acelerarse en su rodaje final para proponerla como 2da temporada a principios de este año. Salta y te cuento…
Si el caso OJ Simpson se optó por un guión lineal ajustándose a los tiempos y estadías del ‘Juicio del Siglo’, el caso Versace propone un guión con muchos flashbacks y saltos en el tiempo que van definiendo y haciéndonos comprender la vida y ‘obra’ del diseñador (su evolución, sus excesos, sus crisis creativas…) y el desequilibrado, esquizoide y manipulador Cunanan comprendiendo, sobre todo en este último, cómo comienza a desencadenar su rastro de sangre y perversión tras una infancia y adolescencia envuelto en las mentiras, maltratos y abusos varios por parte de su propio padre y su ombliguismo supino.
Si hablamos de la labor actoral, con respecto al caso Simpson y los fallidos Cuba Gooding Jr., etc,… en este me han encantado practicamente casi todos los principales, el actor que hace de Gianni, Edgar Ramírez, aparte de estar excelentemente caracterizado esta más que correcto pero claro, la gran sorpresa y, en realidad, el verdadero protagonista de esta temporada es, el para mí absolutamente desconocido, Darren Cris que se marca una labor de interpretación tremenda bordando su papel a la perfección y practicamente eclipsando a los demás actores. Con respecto a la ‘beautiful people’ del reparto, Penélope Cruz como Donatella Versace está correcta, sin más, no me mola nada escuchar su mejorable inglés en V.O.S.E. y creo que eso perjudica mi opinión (y su credibilidad), en el caso de Ricky Martin, sí ha sido toda una sorpresa comprobar cierto talento actoral a pesar de que su papel es muy discreto y de reparto. Lo que hace lo hace bien.
Hablando de la fotografía y la puesta en escena, vaya, me ha parecido excepcional mostrando los diferentes ambientes frecuentados tanto por Versace como por los diferentes lugares por los que se mueve Cunanan, desde los más decadentes hasta los más exclusivos de los ‘abueletes’ que engatusaba. Tematicamente, seré sincero, pensaba encontrarme con la vida y la obra del diseñador de moda cuando en realidad la trama se centra en dos puntos fuertes que quizás nos eran inesperados, la citada evolución vital de su asesino y la temática homosexual que en aquellos 90’s todavía era pasto de la crítica más descarnada.
En conclusión, mucho más interesante esta segunda temporada que la primera, con un plantel actoral muy ajustado y un dinamismo en el guión tan necesario como interesante.
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