Hubo un tiempo ya lejano en el que nadie había oído hablar del Brexit y los discos de Björk no eran un auténtico ladrillo. Corría el año 1993. Hace ya 25 años. El Grunge estaba en pleno apogeo mientras emergía el contraataque desde las islas británicas en forma del Brit Pop que tan buenos resultados les dio a bandas como Oasis, Blur o Suede. Más allá de las etiquetas, los primeros años de los 90 fueron todo un crisol de tendencias. No solamente resurgió el rock duro al otro lado del atlántico sino que desde la vieja Europa se multiplicaron las propuestas.
Retrocedamos un poco más, hasta 1977 cuando una niña islandesa de 11 años llamada Björk Guðmundsdóttir lanza su LP de debut tras emitirse por radio una versión suya de una función escolar del hit I love to love. Björk se había criado en una comuna hippie y gracias a su padrastro conocía la música Jimi Hendrix y The Beatles. De hecho en el disco se incluyó una singular versión en islandés de Fool on the hill (Álfur Út Úr Hól). La verdad es que el disco en sí no tiene mayor interés pero está muy cotizado actualmente ya que nunca se editó fuera de Islandia.
A pesar del éxito del disco, Björk rechazó las propuestas discográficas y decidió seguir su propio camino. Así pasó por varios grupos de post punk, Jazz y rock gótico islandés hasta acabar en The Sugarcubes, una de las bandas más interesantes de los últimos años 80. No olvidemos que Islandia apenas contaba con 250.000 habitantes por entonces. The sugarcubes era una singular combinación de estilos en las que destacaba la voz de Björk. Recuerdo verla por primera vez con aquel entrecejo en el fascinante vídeo de Regina. Pero Björk no era la única voz que se oía en los discos de Sugarcubes, sin embargo, era evidente que sus canciones mejoraban cuanto más se oía la voz de Björk. Urgía una independencia creativa que finalmente llegó en 1993 con su Lp Debut. Sin embargo, el nombre del LP, como ya hemos visto, era equívoco, aunque quizás no tanto. No dejaba de ser la reafirmación de que ahora sí iba a hacer lo que le diera la gana. Ya no era una niña ni tenía compañeros de grupo con los que lidiar. Era su momento y no iba a dejarlo pasar. Con su residencia fijada en Londres, Björk se aburre del rock y descubre en los clubs londinenses la música electrónica. Queda especialmente prendada de las creaciones del grupo 808 State. Entrando en contacto con el líder de 808 State, Graham Massey, Björk pone las voces en un par de temas de su Lp Ex:el, tanto Ooops como Qmart demuestran que a la singular voz de Björk le sentaban como un guante los arreglos electrónicos. Estos temas son el germen del tremendo caleidoscopio que fue Debut.
[youtube id=»KDbPYoaAiyc» width=»620″ height=»360″]
Para la producción del disco Björk demostró tener un olfato infalible y se hizo con los servicios de Nelle Hooper, quien había triunfado con Soul II Soul y su celebérrimo Back to life. Juntos redefinieron lo que iba a ser buena parte del sonido de los años 90. Björk estaba ansiosa por colaborar con nuevos artistas y por dejar salir las ideas que tenía en su cabeza. Para Björk no había límites ni etiquetas. Estaba dispuesta a zarpar en un viaje sin retorno a tierras desconocidas. Hooper y Björk dieron forma a un disco en el que cada canción suena diferente a todas las demás. Cuenta Hooper que debió escuchar cada canción unas 500 veces y nunca se cansó de ellas. Las oníricas letras de Björk se funden con la electrónica configurando un disco en el que cualquier cosa es posible. Human behaviour fue un adelanto que recordaba a sus trabajos previos con The Sugar Cubes mientras Crying es puro pop bailable. Venus as a boy nos dejó noqueados, no solo es una gran canción, los arreglos y el sonido hindú la hacen mágica. Pero la experimentación no parece tener fin, la contagiosa There’s more to life than this se grabó en directo en los lavabos de un club. Como contrapunto le sigue Like someone in love, una versión de un antiguo tema de Jimmy Van Hausen de 1944 en el que destaca el contraste entre el arpa y la expresiva voz de Björk. Pero el carrusel no para. Big time sensuality es hedonismo puro, vivamos la fiesta mientras podamos. El disco se introduce en pasajes Jazzísticos con One Day, la psicodelia a base de trompetas con Aeroplane y lo espacial en Come to me. Todo ello desemboca en el tema más salvaje: Violently happy. Pura electrónica al servicio de una voz y una mente desquiciadas. ¿Cómo acabar el camino? Pues con otro retorno a los pasajes tranquilos acompañado de instrumentos orgánicos en The anchor song. El álbum era tan desconcertante como genial. Björk se convirtió de repente en la chica más moderna del barrio, transgresora y con éxito masivo. Incluso la envidiosa de Madonna quedó tan prendada del sonido del disco que les pidió un tema a Björk y Nelle Hooper.
[youtube id=»7Z5aPaDwAkU» width=»620″ height=»360″]
Como nota curiosa, cabe destacar que en ediciones posteriores de Debut se incluyó el tema Play Dead de David Arnold para el film The young americans y al que Björk puso voz de forma magistral. Si el tema os suena muy a James Bond se debe a que Arnold siempre ha sido un fan del gran John Barry. De hecho, Björk grabó You only live twice (que originalmente cantó Nancy Sinatra y hasta Robbie Williams saqueó sin pudor) para el interesante proyecto Shaken and Stirred de Arnold en el que estrellas del pop de los 90 cantaban temas clásicos de 007. El éxito de este proyecto fue decisivo para que Arnold fuera elegido como nuevo compositor de los films de James Bond. Lamentablemente el You only live twice con la voz de Björk no fue incluido en Shaken and Stirred y permanece inédito (al menos de manera oficial).
Debut era toda una experiencia, la muestra palpable que los 90 no iban a ser solamente la década del reciclaje en lo musical. La carrera posterior de Björk ha sido de todo menos previsible, pasando del éxito masivo a la vanguardia más insoportable. Pero ese es otro tema que da para toda una serie de artículos.
No me parece muy correcto, siendo en teoría esto una página seria de música, que se usen expresiones como » sus álbums de ahora son un coñazo» o » ha pasado a la vanguardia más insoportable». Entiendo que cada uno tiene sus gustos y preferencias, de hecho yo también prefiero sus primeros discos; pero no por ello le voy a quitar valor a trabajos que objetivamente son excelentes, como »Vulnicura».