Impoluta vestimenta con pantalón de traje y chaqueta clara, ese pelo canoso color algodón y su tez de color bañada en sudor con una sonrisa arrebatadora en el rostro, mientras posaba su mano en el corazón, agradecido, para a continuación lanzar miles de besos al público asistente. Es el final del concierto de uno de los grandes compositores del clásico soul americano DON BRYANT en su aparición por el escenario del Festival de Blues y Jazz de Pontevedra.
Un fin de esos que marcan una vida. Como lo son esos dos temas con los cuales conmocionó ( si ya no lo estaba antes ) a todo ser humano presente en el evento que tuviese un mínimo de sensibilidad en su corazón. Y es que ese «Don’t Turn You Back On Me» de su single para Hi Records de 1965, cuasi a cappella y el celebérrimo hit de su mujer Ann Pebbles «I Can’t Stand The Rain» seguido a continuación, desplegaron tal sentimiento, que cualquier forma de describirlo me parece imposible por lo insignificante ante la magnitud del mismo.
Ese clásico del soul más conocido por su faceta como compositor que como cantante, al estar más tiempo bajo labores de cuidar los intereses artísticos del sello Hi, y en consecuencia de su mujer Ann Pebbles que de los propios , se presentó en su única aparición acompañado por una banda de lujo THE BO KEYS para ofrecer todo un espectáculo de arte mayúsculo .
Don Bryant mantiene una excelente vocalidad impropia para su edad ,pues todavía matiza, arrulla, calienta e incluso sube de tonos con una sorprendente desenvoltura y capacidad, y si a ello unimos que los Bo Keys parecen la versión siglo XXI de los míticos Booker T and MG’s o Hi Rhythm Section con los Memphis Horns de apoyo, pues el resultado no puede ser otro que una noche de verdadero, clásico y auténtico southern soul de cinco estrellas. El adorable Don desgranó casi en su totalidad su nuevo trabajo Don’t Give up On Love, mención especial para la majestuosa versión que del tema homónimo se marcó en mitad del evento, así esos «Nickel and Nail», «I Got To Know», «Something About You», o «One Ain’t Enough», sonaron de lujo y púrpura .
Recuerdos a su partenaire compositivo , amigo y jefe del sello Hi en las atronadoras versiones del «The Driving Seat» y «Everythings Is Gonna Be Alright» o ese «Memphis Soul» levantaron cualquier cuerpo inerte, sirviendo como postre de calidad suprema los instrumentales obsequiados por los Bo Keys. Clase a rabiar, portento, dominio de escena, maestro manipulador de almas, puro soulmen eso es Don Bryant y eso ofreció. En definitiva, carne , pasión y Fe, eso es lo que este superviviente del southern soul nos regaló.
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