Quién me iba a decir a mí que me iba a ver envuelto en la reseña de un disco de Stryper, en fin, nunca he sido seguidor del Rock Cristiano y del Christian Metal porque su mensaje está muy alejado de mi forma de ser y actuar en la vida ,pero bueno, he aquí que Frontiers Music nos pone en bandeja muchos discos cada mes y mira por donde que me ha dado por ‘curiosear’ la música de Michael Sweet y su hermano Robert como si de un ‘acto de fe’ se tratase ahora que acaban de sacar nuevo disco, el décimo segundo ya de su carrera, God Damn Evil (2018). Santifícate de Heavy Metal y realiza tu ‘acto de fe’…
Aquí su primera advertencia seria…
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Mucho ha pasado desde 1986 cuando los Stryper estaban en la cresta de la ola con su tercer LP, To Hell With The Devil, que les convirtió en estrellas absolutas en Yanquilandia y el Cristianismo mundial siendo un auténtico referente musical (y espiritual) consiguiendo ser disco de Platino. Sus dos siguientes álbumes, a pesar de llegar a ser discos de Oro, se vieron envueltos por el enredo del ‘Diablo’ (así lo afirma la propia banda…) poniendo a Metallica y Guns N’ Roses en su camino y privándoles de convertirse en una banda clásica y dinosáurica para siempre. En fin, lo que yo creo es que no fueron ni los de San Francisco, ni los de Sunset Strip, ni el Diablo los que truncaron la carrera de la banda, en realidad fue la movida alternativa, el crossover y, sobre todo, el Grunge. Como a todos (…). La banda volvió para una gira de reunión entre 1999 y 2005 que reactivó la vieja magia e hizo que la banda volviese a publicar discos con regularidad gozando de muy buena salud gracias a su fichaje por Frontiers Music.
He de reconocerlo: si no te fijas en el mensaje de sus letras y en su uso y abuso de términos como ‘faith’, ‘god’, ‘devil’, ‘sorry’ y demás parafernalia apostólica y romana, el disco es muy disfrutable, Hard & Heavy clásico ochentero y ochentoso reciclado a la perfección por musicazos de la talla de Oz Fox (guitar) que está inmenso a las seis cuerdas y Tim Gaynes (bass) que junto con el hermanísimo Robert a los parches se lo ponen muy fácil para que el vozarrón de Michael se luzca y las canciones alcancen la épica y el poderío de siempre. El disco comienza fuerte y sorprende con «Take It To The Cross» con un powermetalero riff, estribillos ultra-heavys y fraseos incluso ‘death’ (les habrán influenciado Gigatron?, jjjjjj…). Los siguientes dos temas son Stryper puro, melodía, AOR, Heavy bien facturado y una base rítmica demoledora con «Sorry» y «Lost». Como no es mi intención enrollarme más de la cuenta, destacaría muy mucho también los Hard Rockeros «God Damn Evil» y «Sea Of Thieves» tan Dokken/Leppard ambos, el épico y entregado «The Valley» con un muy buen trabajo en los punteos de Oz Fox y el pesado y potente «Own Up» que conforman, junto con todos los que me dejo en el tintero, un disco muy entretenido y disfrutable si no te fijas en las proclamas anti-Satán y su guerra eterna contra el pecado y el infierno al que, por cierto, no paran de recurrir constantemente (no será que…) como nexo común en su temática…
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Que belleza leer tu texto! Pura poesía con mensaje doblemente retorcido…sigues el black metal?, yo también…