El tiempo, es el tiempo y su paso el que nos confunde. La obligación temporal
de ser sucesivos; mucho más que el espacio nos separa el tiempo, tal vez porque
el maldito tiempo lleva la eternidad en su esencia, sí, o tal vez porque el maldito
tiempo no lleva la eternidad en su esencia, no sé, quién sabe.

El desfase; ese instante atemporal entre nosotros y nosotros mismos; el leve,
ligero retraso entre el ahora y la actualidad; ese momento sin tiempo del tiempo
que no se deja atrapar y que nos impide ser simultáneos, definitivos, eternos.

Sí, el tiempo tiene trampa, basta detenerse un segundo para sentir que en ese segundo
hay otro segundo que no es del tiempo, sino una palpitación extraña y virtualmente infinita,
eterna, que está entremetida en el tiempo, con qué facilidad se siente, en el tiempo está la anulación
del tiempo, sí, ahí está la trampa, en el instante que pasa hay otro instante que también pasa pero
que no es temporal; pasa como el tiempo porque lo lleva el tiempo, pero no es del tiempo, y por eso
se produce un levísimo desfase, como si hubiera un antes o un después en el ahora, un siempre
o un nunca en el ahora, es una instantánea participación de lo eterno en el tiempo,
por decirlo de algún modo.

 

 

por Narciso de Alfonso

 

by:

1 Comentario

  1. Enrique Sánchez

    Qué bestia, Narciso. Y qué apropiado que tú, forofo de la música salvaje de César Vallejo, escribas en un espacio de rock. El rock sólo se debería cantar en vallejano.

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

Merodeando al amor

Merodeando al amor

Vemos, en esta fotografía, al amor. Esas viejas manos evidencian su duración, que es mucho más allá de esta vida. Y el árbol, nos dice que este acto, el de amar, conlleva etapas, como pasa con sus anillos de veta. Sólo una pizca de eternidad nos separa de la bestia...

Merodeando la calle vacía

Merodeando la calle vacía

Tenemos delante una calle vacía. ¿Cuál es su color verdadero si nadie la mira? ¿De qué color es la vida si no vive el hombre? ¿Hemos mirado siempre hacia dentro? Estas precipitadas preguntas tienen la suficiente claridad y, también, la deliciosa oscuridad de la...

Merodeando al niño

Merodeando al niño

Vemos a un niño agachado, una postura sencilla, cuando tenemos esa edad. Una postura que algunos abandonan para siempre. Aunque lo bueno de esa posición, es que puedes encontrar cosas inesperadas, como un bancal de violetas amarillas, o un montón de insectos nacarados...

Meditaciones Africanas – Felwine Sarr | Editorial Filosafrica

Meditaciones Africanas – Felwine Sarr | Editorial Filosafrica

El título ya es de por sí transparente. Meditaciones Africanas es una ventana abierta a una cultura desconocida para muchos. Una ventana que nos muestra, nada más leer sus primeros párrafos, que estamos alejándonos despacio, de lo que son las verdaderas relaciones...

Merodeando a la anciana feliz

Merodeando a la anciana feliz

Lo primero que me llama la atención de esta anciana feliz es su estatura, que seguramente no tiene nada que ver con la pose agachada en la puerta de su humilde hogar. La anciana está feliz, que no es lo mismo que contenta. Al llegar a cierta edad se puede comprobar,...