Joseph Kosinski saltó a la fama con «Tron: Legacy» que sin ser espectacular era una secuela más que digna, elevando el tono en su siguiente trabajo «Oblivion» donde conseguía un aceptable producto de ciencia ficción con un reparto plagado de estrellas y que ahora abandona el fantástico para narrarnos una de esas historias de superación mezclada con catástrofes naturales que tanto gustan en Hollywood.
Y es que «Héroes en el infierno» cuenta la lucha de una Brigada de bomberos que consigue con enorme sacrificio llegar al mayor grado de especialización en su profesión, encarando diversos incendios hasta combatir uno pavoroso en Arizona. Este tipo de cine siempre ha funcionado bien aunque las cintas sobre incendios casi siempre han versado sobre edificios, así de primeras recordamos «El coloso en llamas» de John Guillermin o «Llamaradas de Ron Howard mientras que en «Only the brave» (título original) el fuego se expande sobre vastas extensiones de terreno aunque con el mismo y devastador resultado. Como sucedía en la película de Ron Howard se trata al incendio como si de un enemigo se tratase, sobre todo su protagonista que habla al fuego como si fuese humano, como un general antes de emprender la batalla, entroncando al largometraje con el cine bélico, cosa que queda acentuada por unos cuantos planos aéreos que nos trasladan a muchos vistos en las cintas sobre la Guerra de Vietnam aunque filmados con toda la capacidad actual que otorgan los nuevos tipos de dispositivos. Sin duda es lo mejor del filme, pues ese tipo de puesta en escena le otorga un atractivo al resultado final admirable. Kosinski rueda con acierto y sus dos horas y cuarto poseen el suficiente ritmo para que no decaiga la narración y nadie se aburra mejorando el guion de Ken Nolan y Eric Warren Singer que abusa demasiado del «patrioterismo», manteniendo la estructura clásica de cintas de guerra como «El sargento de hierro», «Top gun» o «La chaqueta metálica» de entrenamiento durísimo a manos de un instructor no menos duro, pero justo y que busca la mejor preparación de su compañía y el enfrentamiento contra un poderoso enemigo. En una de esas «raras avis» donde lo que se cuenta es inferior a como se cuenta y en eso Kosinski sale triunfador apoyándose en una excepcional fotografía de Claudio Miranda, unos efectos especiales bien tratados y supeditados a la historia y una banda sonora magistral de Joseph Trapanese, a la altura de la joya que compuso junto a M 83 para «Oblivion».
El otro punto fuerte es el reparto, encabezado por un Josh Brolin en un papel a su medida donde saca a ese tipo más o menos normal pero de fuerte carácter y astucia, como sucedía en «No es pais para viejos» o «Sicario» y que le acompaña como reverso el personaje de Miles Teller, un desastre que va mejorando gracias a su capacidad de superación y la paciencia y sapiencia de su jefe. Los dos funcionan como contrapuntos y la pareja tiene su química. Dos actores sin demasiada suerte en la industria, sobre todo Teller cuya carrera no termina de despegar a pesar de ser un gran intérprete y haber integrado repartos de grandes producciones y su inolvidable protagonista de «Whisplash». Y entre los secundarios nombres de la talla de Jeff Bridges, Taylor Kitsch (otro que nunca llegó a estrella), Andie Mc Dowell o Jennifer Connolly que dan brillo a una función que resulta entretenida, con un acto final impresionante y muchas más virtudes que defectos aunque no le auguramos demasiado futuro en taquilla ya que ha sido estrenada en plena temporada de Oscars y compitiendo con superproducciones como «Black Panther». Esperamos equivocarnos pues es una interesante película y una buena recomendación.
0 comentarios