Hubo un tiempo en que la ropa vaquera era una seña de identidad, los jóvenes de alguna manera estábamos bajo los influjos del diseño del anuncio de Marlboro, tiempos de wrangler, de levis , vamos tiempos de los jeans… pasan los años y pasan las modas, dónde la chaqueta vaquera marcaba su Ley ahora es una un pantalón de culo cagao y viseras de plato enorme con vistas a tapar la nuca. Síntomas de que no son tiempos del rock and roll . Por eso ver a un artista ene el escenario con esa indumentaria de antaño ya de por si produce una solaz sonrisa de agradecimiento y visto el desarrollo de su actuación pues quién diría que el tiempo del rock and roll ha dado a su fin por lo menos mientras JD MCPHERSON este en el escenario no desaparecerá el tiempo de los jeans y de esa bendita revolución juvenil llamada r’n’r .
El americano en su corta gira por este país tuvo su recalada por la localidad de Ferrol como único paso por el Noroeste peninsular con el aliciente de tener un telonero de lujo el tejano CHARLIE CROCKETT, el cual a las vísperas de editar su nuevo trabajo repaso en sus 45 minutos de actuación su obra previa con evidente sabor a su tierra natal por lo que un cúmulo de trompetas , acordeones, honky tonk, country y raritos de soul músic tuvieron su protagonismo para un set agradecido y resulton con grandes momentos como ese In The night de su primer lp o los avances del hasta ahora inédito nuevo trabajo que promete y mucho como I Wanna Cry. Lil Girls o Ain’t Worry Got Away.
Tras el aperitivo llega el plato principal y JD MCPHERSON aparece en escena y desde los primeros acordes demuestra que lo suyo encima del escenario es una avalancha casi sin tregua de sonidos de viejo rock and roll, rhythm and blues y elementos de primitivo sonido garage que en esta ocasión aprovechando la inclusión de teclados y las nuevos ritmos más pop incluidos en su nuevo trabajo Unidivided Heart and Soul confieren a su directo un plus de mayor consistencia, variedad y arrebatadora pasión que permiten convertirla sala en toda una fiesta. Cierto que JD Mcpherson ha tomado la iniciativa de reconvertir los primigenios sonidos más rockeros y revivalistas por algo más actual y melódico que en estudio pudieran resultar controvertidos para sus seguidores más die hard que sin embargo en su puesta en escena dotan al set de una vitalidad sensacional que no da tregua en momento alguno con plenitud de disfrute y deleite. Set list envidiable tocado sin pausa alguna con canciones unidas por pequeñas intros llenas de groove para no dar respiro. Los temas de sus dos últimos trabajos fueron la base del repertorio partiendo de Bossy , la marcosa Fier Bug. IT sook Me Up, Desperate Love, Crying Just A Thing You Do, la popera under Spell of City of Lights, la garagera y sónica Head Over Heels, más pop bailable en On The Lips, la balada Hunting For Sugar, los lios surferos y angelinos de You Must have Met Little Caroline, el rockabilly de Mother Of Lines , homenaje a los Sonics en Style, y el final festivo con Lucky Penny y Let The good Times Roll
Público en pie, público incapaz de mantenerse sentado al tratarse de un Auditorio, público entusiasmado por tamaña demostración de savoir affaire rockero que alcanzó su paroxismo en el bonus con un Abigail Blues y la locura de Bloodhound Rock /Wolf Teeth seguida del North side Gal ya con niños , familias y enardecidos/as rockers invadiendo el escenario para formar parte del show
Si JD Mcpherson representa el nuevo rock and roll podemos estar seguros por su superveniencia pues su show no sólo convence sino que te obliga a afiliarte de forma inmediata a su Religión. La temporada de jeans tiene asegurada su vigencia.
Buenísima redacción sobre lo que hacen grandes artistas sobre el escenario. Esoero que también publiquen la crítica de lo ocurrido este sábado en la JOY ESLAVA en Madrid, pues fué la despedida de su gira española y, puedo decir a ciencia cierta por haberlo sufrido en mis carnes, que fué buenísimo. Nunca había pensado que una gran estrella pudiera ser tan gran persona. Le brindé los libretos de sus dos primeros CDS sobre el escenario con un bolígrafo y él se agachó, los cogió y los firmó, pues le pedí a gritos que lo hiciera pues eran «FOR MY SON»… y me los devolvió en la mano. Luego tuve la suerte de hacerme una foto con el gran Charley Crockett, que me encantó en directo. Un saludo y mil gracias por tus reportajes.