Mausoleum Records, fue una discográfica con un tiempo corto e intenso de vida, como vimos en la primera parte de este especial. Hoy toca pues desgranar la lista de 10 discos imprescindibles para mi, que se publicaron bajo este sello tan auténtico. Una lista variada y singular que escoje los mejores discos de toda la época en activo de Mausoleum. Puedes pinchar en las fotos e ir directamente al álbum.
10 DÍSCOS DE MAUSOLEUM RECORDS
Killer – Shock Waves (1984)
Sería imposible para mi hacer una revisión de los clásicos de Mausoleum y no incluir a la banda de referencia del sello. Posiblemente no fueron los más conocidos con los que trabajaron pero es innegable que decir Mausoleum es decir Killer y viceversa. La historia de la agrupación ha estado ligada al sello a través de Jos Kloek, quien además de ser manager del grupo trabajó al lado de Alfie Falckenback para sacar adelante muchos de los discos de la discográfica. Y si de seleccionar un trabajo se trata, «Shock Waves» sin duda es mi elección. El disco más contundente y poderoso de una agrupación que por momentos sonaba a los Motörhead más vitaminados y speedicos. La mezcla de ese clasicismo rastrero de los ingleses con el heavy metal más actual y crudo logró que los belgas sacaran su disco más vendido con Mausoleum Records, a la vez que nos dejaban clásicos como el tema título, «Richter Scale 12», la instrumental «King Kong» o el monolítico cierre con «Time Bomb». Y su portada es otra de las clásicas diseñadas por Blueprint y que dio un sello de identidad a Mausoleum Records.
Crossfire – Second Attack (1985)
Un año después de su excelente primer lanzamiento, los belgas Crossfire publican el vitaminado y speedico «Second Attack», un disco que mejora a su antecesor en sonido y contundencia. Parte de la culpa la tiene la producción y el desenfreno de sus dos guitarristas, que en temas como «Feeling Down» se descocan a punta de riffs y solos. Otro de los destacados es su vocalista Peter De Wit, que con esa voz aguda y con cierto toque histérico se presenta como una marca de casa. A Peter también lo podemos escuchar con Ostrogoth y su gran «Feelings of Fury», Otro punto aparte es la portada (tanto en este caso como en su primer álbum) con esa calavera coronando una pirámide en la selva, que se ha convertido en uno de las covers emblemáticas de Mausoleum Records.
Warlock – Burning the Witches (1984)
El disco debut de Warlock posiblemente es el lanzamiento más recordado del sello, no por exceso de calidad, sino por ser el despegue de la cantante Doro Pesch, una alemana que se labró una carrera en un mundo plagado de hombres. No fue la única mujer que participó en algún lanzamiento de Mausoleum (recordemos a Maryann Scandiffio de Blacklace) aunque si se puede decir que es la única que logró abrirse paso entre tanto hombre. Ahora, Burning the Witches no fue el disco más recordado de Warlock pero sería injusto decir que es un mal álbum. Es un ejercicio de heavy metal por los cuatro costados, lo más contundente y heavy que grabó Doro y que a día de hoy se puede decir que contaba con una producción algo pobre. El tema título es sin duda lo más rescatable del disco, una canción emblemática que Doro aún sigue cantando en vivo. Por algo será.
Faithful Breath – Gold N’Glory (1984)
El que para Alfie Fackenbach fue uno de los lanzamientos más destacados de Mausoleum, para muchos es simplemente un desconocido trabajo en la avalancha de discos salidos en 1984. Este disco entusiasmo tanto al dueño de Mausoleum Records que se gastó un buen billete para que Michael Wagener y Udo produjeran el quinto disco de estos alemanes que nacieron como banda de prog rock alemán setentera y que abrazó al heavy metal en este «Gold N’Glory». Es una lástima que este trabajo pase tanto por debajo de la mesa porque está lleno de temas con gancho y una producción innegablemente buena. Puede ser que Failful Breath tuviera que lidiar de más con esa imagen de banda hippie setentera de sus inicios para convencer al personal, la cosa es que hoy por hoy «Gold N’Glory» es un auténtico desconocido y es una lástima. Basta con escuchar temas como «Don’t Feel Hate», la powerballad «A Million Hearts» (muy al estilo de «Breaking Up Again» de Accept) o la melódica y contundente «Play the Game» para convencerse de que estamos ante un disco muy disfrutable y que merece más atención.
Bloody Six – In the Name of Blood (1985)
En 1985 los suizos Bloody Six se presentaron al panorama europeo con este «In the Name of Blood», el cual se convertiría en el único trabajo que publicarían. Con un excelente sonido, estos tipos ya tenían tres guitarristas en la formación antes que Maiden pusieran de moda el asunto. Así que como te imaginarás, los riffs tienen su importancia aquí, aunque tampoco es que tengamos que desmerecer a su vocalista Peter McTanner y a esa base rítmica que tan bien sostiene temas directos como el clásico «Rough Stuff» o la divertida «Fuck the Nation». Curiosamente las canciones del lado B del disco se comen a las del lado A. La seguidilla con «Rough Stuff», «Black Eagle», «Way of the Hunter» y «The End of the World» es caviar para los oídos más afínes al heavy metal alemán de los ochenta. Sin duda, merecen una revisión en toda regla.
Brainfever – Capture the Night (1984)
Otra de las joyas perdidas de Mausoleum Records y del heavy metal en general. A los alemanes Brainfever no los conoce casi nadie pero no miento si digo que grabaron uno de los mejores discos de heavy power speed metal europeo y que salió en colaboración con «Earthshaker Records» (el sello de Axel Thubeauville, A&R de Mausoleum y quien ficho a Warlock). Lo encantador de estos Brainfever en «Capture the Night» es que suenan de forma elegante pero a la vez son muy contundentes. Le pegan a la velocidad sin que suenen histéricos y básicamente es por la afición que tienen por la melodía al igual que por la potencia. Su vocalista se mueve en un rango medio, con una voz medio rasposa pero a la vez melódica. la base rítmica es una apisonadora y el guitarra Marco Böttcher se muestra como un auténtico fabricante de riffs y punteos con altos grados de melodía. Temas veloces como «Danger of the Night» contrastan con otros más clásicos como «Thunder & Lightning» dándole un gran dinamismo a los surcos. Es imposible la monotonía escuchando temas como «Hangman», «Capture the Night» o «Into the Night» los cuales están repletos de buenas melodías, contundencia y gancho. De lo más fiable que se publicó en la historia de Mausoleum Records.
Wildfire – Summer Lightning (1984)
Con ellos empezó todo. Wildfire fueron el primer grupo patrocinado por Mausoleum Records y a la vez una de las agrupaciones más elegantes de la NWOBHM (y por ende del sello). Los ingleses se tuvieron que llegar hasta Bélgica y tocar la puerta de Alfie para publicar sus únicos dos discos, de gran desempeño ambos. En el caso de este segundo disco, la agrupación suena más compacta y mejor producida e incluye en sus surcos una de las mejores composiciones que salió de la escena inglesa de los ochenta, «The Key», con un Paul Mario Day cantando como los dioses, unos coros de apoyo que acojonan en todo momento, una base rítmica que cabalga raudo sobre los riffs de Summer y Bushell quienes aparte se desdoblan en unos punteos de ensueño. Quizás no lo has escuchado pero no exagero si te digo que se te van a caer las bolas al suelo con esta canción. Es de pensar que con un arranque con un vuelo tan alto sería difícil mantener el nivel pero basta con escuchar «Gun Runner», la radiable «Nothing Last Forever» o la clásica «Natural Selection» para descubrir que estás ante una gran edición dentro la NWOBHM. Es normal que a Paul Mario Day se le conozca más por la anécdota de cantar en unos primigenios Iron Maiden antes que por trabajos como estos o lo hecho en More. Normal e injusto. Pero es algo que está en tus manos resolver.
Dark Wizard – Devil’s Victim (1984)
Estamos ante uno de los ilustres desconocidos del sello y a la vez (si me apuran un poco) ante uno de los 3 mejores lanzamientos del sello. Los holandeses Dark Wizard era una formación más cercana al NWOBHM y en este Ep se hunden de lleno en el fango de la oscuridad del género, logrando un artefacto que los diferenciaba de sus coetáneos justamente por coquetear con ese halo de negritud. No eran los más contundentes (aunque el speed asomara en «Poisoned Whiskey») pero si eran de los que mejores composiciones tenían, con canciones como «Trip to Doom» o «Mr. Nice», llenas de líneas vocales con gancho, cambios de ritmo que te sacudían (¡y sacuden!) y una producción que hacía justicia a lo que los músicos interpretaban. Son solo 5 temas, pero que cinco temas. «Devil’s Victim» es un trabajo perfecto que lamentas que no sea de 10 canciones. Justo es redescubrirlos.
Ostrogoth – Ecstasy and Danger (1984)
Ostrogoth formaron parte de la hornada belga que impulsó el sello. Junto a Killer y Crossfire, Ostrogoth fueron como los hermanos pobres en cuanto a popularidad, aunque no así en calidad. Los de Gent nunca publicaron un disco malo y tanto este disco debut al igual que «Feelings of Fury» y su mítico ep de 1983 «Full Moon’s Eyes» son bocadillos dignos de catar. Para mi gusto «Feelings of Fury» es su mejor disco y aunque apareció en las reediciones en cd de Mausoleum Records, lo cierto es que salió en 1987 por Ultraprime Records cuando Mausoleum ya estaba quebrada. Así que me he decantado por su disco debut, un trabajo con mucha influencia de la NWOBHM más furiosa al igual que de los Judas más oscuros («Sin After Sin»/»Stained Class»). La producción es mejorable (como tantas de la época) pero es una auténtica delicia escuchar las líneas melódicas del tema título o los solos de «Scream Out», por nombrar dos detalles. Los belgas eran tan permeables a las influencias de la época como cualquier otra agrupación de la época que naciera bajo el manto de los clásicos, así que junto a los antes nombrados Judas también hace acto de presencia Maiden en la instrumental «Lords of Thunder». Todo esto no hace más que sumar ante la personalidad deuna agrupación que vivió bajo la sombra de otras agrupaciones compatriotas y que sin embargo, a mi manera de entender, han sido más regulares en la calidad de sus lanzamientos. ¡Indispensables!
Fisc – Tracker (1984)
Desde Francia nos llega Fisc, una agrupación que nació bajo las garras del heavy metal y que por el camino mutó su estilo hacia un hard rock más enfocado a las radiofórmulas (sin llegar a unos límites extremos de azucar). Es cierto que en este disco debut la frontera entre el hard rock clásico y el heavy metal es bastante difusa, sin embargo la naturalidad con la que la banda se mueve en esa dos aguas los hace componer canciones heavys como «Danger» (mi favorita del disco) o «Runnning With the Devil» (con un descomunal riff) al igual que otras coreables como «Don’t Dream Too Much» o «Teaser Woman». Se mueven como pez en el agua en ambos ámbitos lo cual sería un preámbulo de hacia donde se dirigirían en sus siguientes discos. La portada con el helicóptero disparando dos guitarras eléctricas es impagable, una muestra inequívoca de la fantasía que vivíamos en los ochenta y de que el rock no tiene fronteras ni verguenza a la hora de enfrentarse a sus clichés (gracias a Dios).
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