El pasado miércoles 8 de Noviembre previo al día festivo de la Inmaculada, Madrid se preparaba para recibir en su mítica sala Caracol a la banda más representativa de nuestros vecinos portugueses en la gira presentación de su reciente trabajo “1755”. Venían acompañados en esta ocasión por dos bandas de las que no había escuchado nada pero que me sorprendieron bastante en sus actuaciones, los también portugueses Bizarra Locomotiva y los hispano-portugueses Norunda.
La Sala Caracol nos recibió con algo de retraso sobre la hora anunciada en el evento, con la conocidísima banda sonora de Rocky mientras Norunda terminaban de colocarse en un escenario oculto tras el típico telón que decora la sala. La joven banda venia presentando lo que es su primer trabajo lanzado este año “Irruption” y se dedicó a tocar sus temas agradeciendo eso sí, la presencia de los pocos que habían ido a primera hora para escucharles. Y fue toda una sorpresa su actuación, una banda con similitudes a Megadeth con un Rubén Cuerdo a la voz que imitaba la misma pose con la guitarra y tenía un tono de voz muy parecido a Dave Mustaine, sin moverse mucho del micrófono, mientras el bajista Pedro Mendes iba de un lado para otro con las dificultades propias de un escenario reducido por la presencia de una batería que era machacada por Marcelo Aires que impresionó con su técnica. Contaban con otro guitarra, pero por mucho que he buscado no he encontrado su nombre. Su set list fue el siguiente: “Asshole In Your Way”, “Dynamite”, “Face To Face”, “Hit You”, “Violent Street”, “Pushing To The Limit”, “Infoxication”, un solo de batería para terminar con “Sultan Killer”. Buen grupo que puede gustar a los apasionados del Thrash Metal de la vieja escuela y algún seguidor de Megadeth.
Los siguientes en salir al escenario fueron los lisboetas Bizarra Locomotiva, veterana banda formada en 1993 que venía presentando su quinto disco “Mortuário” el cual salió al mercado en el 2015. Era su primera visita a España y dejaron huella por el espectáculo que ofrecieron, sobretodo su cantante Rui Sidónio, que es un manojo de nervios y dio casi todo el concierto abajo con el público, bailando con la peña, regalándonos tragos de vodka directamente de la botella con la que acabo bañándose, subiendo a un seguidor a los hombros y cantando uno de los temas tirado por el suelo de la sala. Un desborde de energía que maravilló a los que lo pudimos disfrutar y sufrir, ya que era imprevisible su comportamiento en cada momento. El cuarteto apuesta por el metal industrial con la base rítmica en la batería de Rui Berton mientras todo el peso de la música la lleva Ricardo Rodrigues (Alpha) con los teclados y la programación mientras un misterioso Miguel Fonseca oculto con una máscara adorna los diferentes temas con su guitarra. Y luego esta Rui Sidónio cantando en portugués con diferentes registros donde predominan los tonos graves. Iniciaron su descarga con “Na Febre De Ícaro” tranquilamente todos arriba del escenario pero con “Mortuário” el frotman comenzó su espectáculo personal bajando del escenario. A partir de ahí se fueron enlazando “Desgraçado De Bordo”, “Gatos Do Asfalto” y “Na Ferida Um Verme” antes de que entre los que veíamos el espectáculo apareciese el cantante Fernando Ribeiro para participar en “O Anjo Exilado”. Pero todavía quedaba más concierto interpretando en esta parte final “O Frio”, “Ergástulo”, “Engôdo” para terminar con “O Escaravelho” con la participación de varios músicos más, ocultos con máscaras aunque sospechando que serían los propios Moonspell y con Ricardo Rodrigues subido a la estructura que sujetaba su teclado, el cual acabo arrojado al suelo del escenario. Sorprendente banda que no dejó indiferente a nadie y que agradó a la gran mayoría calentando el ambiente para la salida de los protagonistas de la noche.
Un escenario dominado por una impresionante batería y un teclado oculto por numerosos tubos de metal con una enorme cruz en un lateral y un telón con el título del disco, fue lo primero que vimos cuando se corrió la cortina mientras sonaba la introducción “Em Nome Do Medo” que ha sido rescatada del disco “Alpha Noir” para servir de inicio del disco en una versión orquestal mientras los músicos iban ocupando sus puestos para seguir con “1755” con un Fernando Ribeiro con gabardina, sombrero y máscara de pájaro como sale en el videoclip del tema “In Tremor Dei” que fue el tema con el que continuaron, siguiendo el orden del disco. Mezclando el castellano y el portugués nos iba explicando el desarrollo de la noche y los temas siendo “Desastre” el que le tocaba interpretado en su versión portuguesa, aunque el disco incluye en bonus una versión en castellano. Se iba despojando el cantante de su recargada vestimenta poco a poco y siguieron con “Abanao”, “Evento”, “1 De Novembro” y “Ruinas” para ir terminando lo que es el disco con el tema “Todos Os Santos” esgrimiendo Ribeiro una cruz de madera y con una réplica de una linterna de aceite, interpretar una versión más dura de “Lanterna Dos Afogados” del grupo Paralamas Do Sucesso, con la que termina el disco en sí, pero no el concierto, ya que subiendo desde el público se incorporó el cantante Rui Sidónio para cantar juntos “Em Nome Do Medo” en la versión de “Alpha Noir”. Era el momento de algunos clásicos y cayó todo un clásico como “Vampiria” con grito incluido del público al final para continuar con “Alma Mater” retirándose del escenario. Pero el público quería más y fueron recompensados con “Breathe (Until We Are No More)” y “Extinct” antes de regalarnos los oídos con “Opium”, “Awake” y finalizar con “FullMoon Madness”. Un concierto muy completo a pesar de los problemas de voz que sufrió Fernando Ribeiro que no se encontraba en plena forma, pero que se compensó con la participación de un público entregado sobre todo al final, que nos deja con ganas de más para su regreso en febrero como teloneros de Cradle Of Filth.
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