¿Como puede cambiar un grupo en menos de un año en sonido y actitud? La respuesta es ahora mismo Playa Cuberris, una banda nueva y en forma, que después de “reventar” la Sala El Sol, vuelven a Madrid seis meses después con un aire diferente, pero con una evolución madura y ejemplar.
Este verano los hemos podido ver en festivales, fiestas Patronales de ciudad, llenar salas con su modélico “Rock Playa”, han girado prácticamente por todos los puntos del estado y en la actualidad, ya tienen un nuevo miembro, el guitarrista Alex vallejo, y se ve a Peto mucho más suelto por el escenario, dejando para otros momentos su sempiterna guitarra Fender azul celeste.
Esta semana tuvieron que trasladar su concierto por motivos ajenos a la banda de la céntrica Sala Icon Stage, a otro local clásico de los directos madrileños como es la Sala Moby Dick de la zona de Avd. de Brasil, pero eso que para otra banda sería un impedimento, a los “Cuberris” como animales de escenario que son, no es un motivo para no sentirse a gusto en su lugar natural, el escenario. Tampoco a sus fans, que les arroparon llenando la sala y a punto de colgar el cartel de Sold Out. Viendo como estaba la semana plagada de buenos conciertos de Rock, y sobre todo un fin de semana con una competencia bastante crítica en una agenda apretada (como ejemplo tener que pugnar ese viernes con Mr Big + the Answer + F. Pussycat), llenar una sala con tu sonido, es algo para que los músicos y fans, se sientan orgullosos.
Vamos a hablar del concierto que es lo importante y lo que realmente se merece una mayor atención, con un setlist de 13 temas, formado por los temas más animados y que mejor funcionan de su último disco “Tirar a Matar”, mas clásicos de sus directos del anterior trabajo “Bienvenido a Ningún Lugar”, junto a cuatro nuevas canciones que están fabricando y nos dejaron como anticipo de cómo será su próximo álbum, todo sea dicho, estas últimas canciones, dieron un bajón considerable y cortaron la continuidad del directo. También pudimos comprobar que todavía no están terminados esos temas y habría que darles una vuelta a través de producción. Como ejemplo, su nueva composición, a la que invitaron a dos amigos que colaboraron con una pequeña sección de viento, y entre las camisas imposibles floreadas que llevaban y “los flautines”, quedó el tema como si estuviera tocando una charanga. No todo lo nuevo es malo, ver a Peto más liberado de su instrumento, le da al grupo un nuevo aire y mucha más fuerza estética y escénica.
Después de ver el directo, ya solo nos queda esperar al siguiente disco y ver la evolución natural que lleva la banda, para ellos, este 2017 ha sido una catapulta hacia una evolución, con una línea más comercial, siguiendo el vanguardismo de la música actual, pero sin perder el rock fresco de actitud desenfadada y chulesca “Rock Playa”, que les ha dado tanto éxito. Esperemos que multinacionales y radios apuesten por ellos y los podamos ver en mayores cotas y en escenarios de mayor envergadura, porque si hay algo que describe a estos músicos es trabajo y evolución, aunque en este concierto por el entusiasmo de querer presentar el nuevo material, el concierto no tuvo nada de ritmo, si se compara con el de la Sala El Sol.
Como en anterior crónica de los “Cuberris”, salen piezas para su anecdotario. Durante el concierto hubo una joven señorita que quiso quitarles el protagonismo a la banda, subiéndose a hombros de otro chico y levantándose reiteradamente el suéter, mostrando su fino sujetador negro. La profesionalidad de los “Playa” hizo, que la ignoraran como buenos profesionales que son. Consejo, si quieres que se hable de ti más que del grupo, no seas mojigata y te quedes a medias en tus actos.
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