“Red Hands Black Deeds” es el sexto álbum de la banda de Jefferson City, Missouri, USA, pero el segundo con Mascot Records y, seguramente, será el disco que definitivamente les lance hacia un éxito rotundo o, por lo menos, a cosechar un mayor número de seguidores. Un grupo que curiosamente además de su país están teniendo mucho éxito en los países del este de Europa.
“Shaman’s Harvest” han ido madurado musicalmente en un corto espacio de tiempo, sonando con este nuevo trabajo como una banda que factura un hard rock de grandes tintes stoner, donde no falta la influencia del blues y del grunge. Gracias a estos condimentos bien dosificados su música está marcada por buenas melodías y guitarras muy frescas e inventivas. No faltan los momentos acústicos como la deliciosa “Tusk and Bone”, y algún que otro tema que me rememora a los mejores Audioslave.
Nathan Hunt al frente confirma que es más que una promesa consolidándose como un gran “frontman”, y uno de los mejores cantantes de este estilo a día de hoy. Tanto Derricku Shippie y Josh Hamler saben sacar a sus guitarras unos riffs que encandilara a cualquier amante de las seis cuerdas. La banda además ha sabido posicionarse políticamente en su país solidarizándose con las luchas políticas y sociales. Posiblemente por ello este disco suene más oscuro y visceral sin perder la calidez que ya poseía su música.
Este “Red Hands Black Deeds” es la perfecta continuación de su excelente disco del 2014 “Smokin Hearts and Broken Guns”
