Qué puto CALOR!, vamos a remediarlo entonces con ‘medicina desértica’ para aliviar sudores y agobios varios como ya llevamos haciendo esta semana con Miss Lava y Spidergawd. Grandísima sorpresa que nos viene en forma de ‘Oleada Stoner’ desde El Prat de Llobregat de Barcelona con la ‘all star band’ Mount Cane. Huelga decir que, para variar, fue en el programa «El Behringer del Capi» donde recibo el primer sopapo sonoro de la banda abriendo encima el programa 154. Como siempre, gracias Caps!.
Libera tu ‘Puño de Piedra’ y déjate azotar…
Como os decía antes del salto, la banda puede jactarse de tener unos integrantes ya bien curtidos en la escena rock’n’roll catalana, Edgar y Jordi, tras la disolución de los brutales The Eyes, buscan ‘sonoridades desérticas’. A todo esto se les unen Mark y Kim de los adictivos Taquikardic Sinners y Axel cerrando, de momento, el círculo para poder adentrarse en esas afinaciones graves y monolíticos riffs que nos llevan irremediablemente a Kyuss/Sabbath sin menospreciar coqueteos con el sludge teniendo a Red Fang como su gran referente. En 2014 sacan dos singles, «Sight With No Sense» y «Stone Fist» que, imagino, estaréis escuchando (y flipando) en estos instantes. El trabajo y la simiente ya estaban hechos y telonean a gente de la talla de Black Tusk y Torche. Pero su objetivo era grabar un disco en condiciones y deciden parar una temporada de tocar en directo para centrarse en la composición de Bards (2017). Es aquí cuando Marc decide dejar la banda por cuestiones laborales y entra Dani (The Booty Hunters) quedando cerrada definitivamente la formación que defenderá esta primera andanada sónica.
¿Y cuál es el contenido de Bards?, joder!, lo primero decir que los 11 tracks suenan como un puto cañón, como una ‘tormenta desértica’ de la que no podrás esconderte ni huir, alternando la parte más rabiosa y frenética de, por ejemplo, «Tow Truck» y «The Destroyer» con temas más ‘groovies’ y pesados como «Sea Storm», «Stone Fist» o «Come Back»/»The Boat» tan deudores del Welcome to the Sky Valley de Kyuss. Eso sí, quiero apreciar aquí y allá ciertos toquecillos blues y southern que dinamizan y gestionan muy bien la muralla de sonido que se gasta el quinteto con una base rítmica impenetrable, una guitarra que derretiría todo un desierto y una voz de clara escuela ‘sludge’ entregada y sin perder melodía a pesar del registro vocal rasgado. Como detalle, ese remanzo de paz que es la bella e hipnótica instrumental, «Silver Track», homenajeando al fallecido Javi Ezquerro. En conclusión, un excelente debut, con temazos rotundos y poderosos que me recuerda al debut de los Wishkah por su agresividad y entrega.
A estas alturas, ya te puedes hacer con el disco en formato físico pues lo presentaron el pasado sábado 8 de julio tocando con, ni más ni menos, Red Fang y Mälammar.
Y aquí el disco:
0 comentarios