Esperaba algo grande del concierto valenciano de Dan Baird & Homemade Sin…¡¡¡pero no tan GRANDE!!!. El pasado jueves, 29 de junio, las huestes del trovador de Tenesse estaban preparadas y a punto para dar un recital de rock’n’roll antológico, sublime, entregado y con un ‘feeling’ insuperable.
Todo empezó a pedir de boca pues unos amigos y quien suscribe estuvimos cenando casi codo con codo con el mismísimo Warner E. Hodges y pude comprobar que de divismo ‘0’ y de cercanía y buen rollo ‘100’ y es que no paró de desprender buen rollo y cachondeo con los fans que dejó sentar en su mesa mientras podría haber estado cenando con los suyos y mantener una actitud más distante y ‘selecta’. Bien!.
Y bien, a eso de las 22:00 h. el mismísimo Dan se acerca humildemente al centro del escenario y se pone a dar los últimos retoques de afinación a su guitarra mientras detrás se van acoplando el monstruo de Hodges, el gran Mauro Magellan y Micke Björk. Todo preparado?…¡¡¡Pues vamos!!!…
Si tengo que empezar por el final, obviamente sería por dar un veredicto y ese no es otro que ¡¡¡CONCIERTO DEL AÑO!!!, ¡así de claro!. Lo que vivimos las 150/200 personas en la Loco Club fue un auténtico sopapo del mejor rock ‘outlaw’ americano de raíces, con ramalazos bluesys y destellos ‘southern’. Ya para empezar, me sorprendió que no se sacasen el típico ‘setlist’ de temas, ¡se los sabían de memoria los cabrones!, ¿Importa acaso?, pues la verdad es que no, hoy la crónica no hablará de temas en concreto, sino de generalidades, no soy un fanático de Baird, no me conozco al dedillo su discografía, disfruto muy mucho sus discos y pude comprobar fehacientemente que sus directos…¡aún son mejores!, hacedme caso.
Es un hecho que Dan Baird está que lo tira este 2017 con dos discazos como SoLow y Rollercoaster con los Homemade Sin, pero ver cómo los temas se desarrollan en directo mirando de cara a cara a los clásicos, cómo son atacados con una pasión y entrega admirables dejándose la piel en el escenario cuando Baird ya cuenta con 63 años y Mauro no le debe andar muy lejos te dice mucho del material con el que están echos estos tipos. ¿Y qué decir de Warner E. Hodges?, ¡joder qué animal con el instrumento!, que magia que sale de sus seis cuerdas desarrollando, alargando el placer de las composiciones de su jefe sin enterarnos de si un tema dura dos minutos o dura diez. Nos dejó literalmente babeando, os lo aseguro. La guitarra y él son uno, eso me quedó muy claro.
Y no me puedo dejar a la base rítmica, lo de Mauro es de traca, un tipo que engaña con su aspecto físico, sus arrugas y sus canas y que ataca los temas como si fuese lo último que va a hacer en esta vida, redobles, mandobles, ‘groove’…buffff!. Con respecto a Micke Björk, qué decir, codearse con semejante gente yo creo que le hace crecerse y le hizo en muchas ocasiones la base y la réplica perfecta a los ‘solos’ y punteos de Mr. Hodges.
Con respecto al ‘setlist’, hay estuvieron «Shake It Til It’s Sore», «Licka Sense», «It’s Alright» y creo que «Knocked Out Cold» y «Love Gone Wrong», de SoLow tan sólo se desmarcó con «Cemetery Train» y luego vinieron los clásicos que, como ya os decía más arriba, no restan en absoluto protagonismo a su cancionero más actual, a pesar de ello, siempre es un gustazo escuchar por primera vez delante de tí de clasicazos como «All Over But The Crying»o «Keep Your Hands To Yourself» y es que Dan debería estar tocando en estadios (como Petty, como Springsteen, como Earle o Mellencamp) y no en salas modestas con unas canciones tan GRANDES y un sentimiento y entrega tan rotundas, aunque, bueno, quizás este ‘status’ de artista de culto, cercano y humilde es precisamente el secreto de su encanto y de esto Pupilos, de esto pude dar fe inmediatamente después de acabar la última nota e ir como una exhalación al puesto de merchandising en donde recibió, firmó y sonrió con todo aquel que quiso tener su firma estampada en cualquiera de sus discos.
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