Ya hace diez días que el flamante guitarrista Adrián Belew estuvo en la madrileña Sala Changó para regalarnos una exquisitez de actuación. Junto a su Power trio venían como maestros de ceremonia los gaditanos Glazz, grupo venido de El puerto de Santa María, y que nos regalaron unos momentos musicales en los que llegaban a buscar los extremos de las notas, experimentando, y dejando un concierto que no olvidaré jamás. Si todavía hay dudas que en España no se puede competir con los grupos extranjeros, yo creo que tendrían que mirar más a las salas donde músicos como Glazz, que en algunas ocasiones no les llega ni para pagar el alojamiento, pero que se muestran como unos profesionales ante su publico. El Jazz que coquetea con el Rock, y progresa en cada nota hace que Glazz sea un trío que sin duda tiene mucho futuro fuera del país. ¡Por favor, miremos mucho más a las bandas nacionales, las hay de muy buena calidad, y sin ellos, no existiría prácticamente la cultura musical en nuestro país!
Tras terminar la actuación de Glazz le llegó el turno a Adrian Belew y su power trio. Con una puesta en escena muy a los Frank Zappa, sin duda uno de los músicos que tienes que haber escuchado, al margen de King Crisom, para poder entender mucho mejor la música del maestro Adrián Belew. El cual recorre sobre el mástil de su guitarra los ritmos más expresivos de la música americana, ya sea clásica, actual o contemporánea. Siempre arriesgando con esos golpes de timón y llegando a cotas muy difíciles de alcanzar. Esa personalidad tan fuerte que se hizo dueño absoluto del escenario. En sus dos set hizo un pequeño recorrido a su carrera musical donde no llegaron a faltar sus temas más emblemáticos. Sus variantes donde me llegaban a recordar a músicos como Mars Volta, al Hard Rock más enérgico, en el que me traían a la mente a bandas como Cheap Trick, o una canción en concreto, donde su melodía sonaba igual a un tema de Bon Jovi. O al Blues más arriesgado, como bien lo hace el maestro Seasick Steve. Poco más puedo decir, de un genio que hizo vibrar a sus incondicionales en dos horas de concierto, y que a mí, me sorprendió, y ha hecho que me ponga mucho más cercano hacia su música.
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