Casi sobre la bocina, terminando de abrocharme la camisa con una mano mientras con la otra hago señales para que no enciendan las rotativas, voy a colar mi lista de lo mejor del 2016, con la venia de nuestra querida redacción. Ha sido un año este bastante curioso, principalmente marcado por un extenso número de bajas en lo musical de la que no me pronunciaré más pero no deja de resultarme curioso en un año en el que, para qué engañarnos, no he estado muy a la última en cuanto a lanzamientos y sorpresas. Aun así, he podido rascar un listado de trabajos que me han parecido bastante decentes. Sin más dilación, que ya mismo estamos con las campanadas, procedo con mi selección:
1. David Bowie – Blackstar
Y precisamente el primero, también en lo cronológico, es el de una de las mayores y más lamentadas ausencias de este año. Todos tenemos un Bowie y este ni es quizás el mío ni este disco mi preferido de la colección de Bowie, pero en alguien con una vida y obra tan íntimamente ligadas y un genio tan inconmensurable detrás de ambas, la definición de testamento se queda muy corta. Tanto que me sigue resultando complicado escucharlo y no dejar de recordar qué estaba haciendo yo el día que nos dejó el Duque Blanco.
2. Julián Maeso – Somewhere Somehow
He visto multitud de comentarios afirmando que si Julián Maeso fuera norteamericano, todos estaríamos rendidos a sus pies. Aunque entiendo esos comentarios, no es una opinión a la que me sume, pues si el rock cada vez es algo más cercano a una aldea de irreductibles galos en lugar de un poderoso y disciplinado imperio romano, yo prefiero seguir tomándome mis jarras de poción mágica con druidas como Maese Maeso, que lo ha vuelto a hacer y de qué manera. Total, están locos estos romanos.
3. Beth Hart – Fire on the floor
Otro año consecutivo en el que acabo metiendo en mi lista a esta mujer. Tan rabiosa y elegante como siempre, no hay quien se resista a la combinación de su voz y piano. A sus pies, Ms. Hart.
4. Testament – Brotherhood of the Snake
Uno de mis dos discos preferidos de thrash de este año. No vamos a cantar las alabanzas de una banda tan legendaria como Testament, ni siquiera a pesar de la buena forma que tienen tras tantos años de vicisitudes varias, pero el toque del señor Alex Skolnick, amén de ser una debilidad mía, es algo que todavía sigue sorprendiéndome y este último trabajo, sin duda, les ha salido completamente redondo.
5. Megadeth – Dystopia
Otros legendarios que vuelven con, aparentemente, más de lo mismo, pero que a mí me encanta. Sabe Crom qué se le pasará por su pelirroja cabeza a Mustaine, que si dejar las drogas, rezar 30 padrenuestros cada mañana o la penúltima movida que se le pase pero ya hace años que regresaron del pozo (musical, claro, lo otro nunca se sabe) y cada trabajo que sale es una alegría garantizada para un servidor.
6. Zakk Wylde – Book of Shadows II
Continuación del disco homónimo que publicara en los 90 siguiendo la misma atmósfera sonora y temática, ha sido uno de mis lanzamientos más celebrados de este año. La veteranía es un grado y tantos años de experiencias y vivencias han resultado ser unos ingredientes perfectos para un álbum muy interesante y agradable. Como dictan los manuales de lo rancio, un álbum en acústico debe ser definido como «íntimo» por toda prensa musical que se precie y este, ay, lo es (el disco, no nosotros).
7. Airborne – Breakin’ Outta Hell
Más de lo mismo? Pues sí, pero a ver si me negáis que este año no necesitaba discos divertidos como este.
8. Marillion – Fuck Everyone And Run (FEAR)
Siempre he pensado que dentro de todo músico de rock progresivo, sinfónico o como queráis llamarlo, hay un macarra. Evidencias encontradas en datos biográficos e incluso actidudes ante la música y el arte así lo demuestran. En ese sentido, me encanta que haya grupos como Marillion que tocan de maravilla, pueden saltar de querer ser más Genesis que los Genesis al hard rock más potente y seguir siendo unos cachondos. Sus últimos trabajos no me han defraudado y este tampoco.
9. Grand Magus – Sword Songs
Desde que salieron, no han parado de sorprenderme y desde luego van por un camino muy bueno, en el que el tiempo parece tratarlos cada vez mejor. A este ritmo, cada trabajo que vayan sacando va a ser una garantía.
10. Cheap Trick – Bang, Zoom, Crazy… Hello
Otro ejemplo de como seguir adelante con tu rollo mientras mil tendencias han seguido y siguen pasando por tu lado. Tampoco es que ahora nadie tenga que enseñar a unos veteranos como Cheap Trick, claro, pero su último trabajo, lejos de dejarme indiferente, ha acabado siendo uno de los títulos más celebrados para quien suscribe.
Y con esta selección, os voy dejando antes de que empiecen los cuartos. Que 2017 sea generoso y bondadoso con vosotros y que no regatee en salud, fortuna y rock’n’roll!
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