El grupo madrileño Megara presentaban en su ciudad el disco “Siete”, producido y grabado por Jorge Escobedo, después del éxito, sobre todo en directo de su anterior EP “Muérase quien pueda”, llegando a talonear a bandas como a los americanos Anthrax, o los canadienses Three Days Grace.
Con buena producción y un excelente trato a los medios, llenaron la sala de una envoltura gótica con diablesas, photocall, o una mesa de sushi constituida por una chica como atrezzo.
A las 21:30 (en punto, que siempre es de agradecer), salieron al escenario con un texto en la pantalla y voz en Off que iba narrando fragmentos del infierno de Dante , los chicos cubiertos con máscaras blancas al estilo del testamento cinematográfico de Stanley Kubrick; “Eyes wide shut”, y la cantante Kenzy con una capa negra con capucha que cubría su pelo bicolor rosa/negro.
Empezaron con el tema “Atajo al cielo”, canción de apertura del disco, y ya sin máscaras y mostrando su rostros pintados, continuando con “En llamas”, siguiente corte del trabajo. Dos temas pesados y contundentes para comenzar a encender al público. Su tercera canción fue la versión de Pretty Reckless “Sweet things”, muy del tono vocal de su cantante.
Siguieron con más píldoras del CD como “Vivo de rodillas”, canción del EP del cual sacaron su primer videoclip, “Alas” en el que Kenzy saco su guitarra de flecha con motivos rosas, o “Fiel a la nada”, antes de hacer otro cover de Katy Perry “I Kissed a Girl” que quedo bastante interesante.
Entre más textos de Dante, tocaron “Equilibrio” y “Baños de sangre”, para llegar al momento emotivo con la balada “Sin ti”, donde hubo dedicatorias familiares a la abuela de la vocalista que hacía poco que había fallecido y “a su abuela de Jaén” que se encontraba entre el público y se llevó una gran ovación.
Llegando al final con “Héroes” y otra versión, esta vez de Tonight Alive “How Does It Feel”, para cerrar con “Seis” del cual quisieron hacer un muy de moda “Manequeen Challenge”, porque estaban grabando un videoclip, pero entre que una parte del público era joven y bastante “patosa”( siendo benévolos) y no les hicieron mucho caso, llego a hacerse largo y a cansar bastante el momento. Cerraron con confeti y con Kenzy subida en un unicornio hinchable por encima de las cabezas de la gente, al estilo Rammstein, y con lo revoltoso que estaba el respetable consiguieron arrojarla al suelo. Con otra ola de confetis se despidieron, no antes sin sortear una guitarra firmada por la banda.
Esperemos que sigan con su proyección musical y den que hablar en el panorama del rock alternativo/gótico y los podamos ver en escenarios más grandes, aunque la Chango Live es ya un clásico de los conciertos en Madrid..
¡¡¡Mucha suerte!!!
0 comentarios