Para el final del Festival Outono Codax en Santiago la organización nos tenía reservado un doble cartel . Una joven promesa americana LUKE WINSLOW-KING y unos veteranos británicos THE PRETTY THINGS. Dos maneras de tratar la música de raigambre y color negro pero a la vez complementarias; el primero ceñido a la tradición y a sonidos más rurales y los segundos puro r’n’b urbano que al saltar del Atlántico adquirió sus propias peculiaridades al adoptar elementos en este caso de psicodelía.
La apertura correspondió al natural de New Orleans LUKE WINSLOW-KING quién se presentaba con nuevo disco en la cartera I’m Glad Trouble Don’t Last Always para el cual se había despojado de su vocalista femenina Esther Rose y abandonado en gran medida ese gusto por los sonidos más retros del folk, jazz y blues propios de la tradición americana. Visto lo acontecido en el vivo es manifiesto que Luke ha tomado una senda de contundente blues con ramalazos soul más que de sones de tradicional folk sureño. La apertura con el tema insignia del nuevo disco «I’m Glad Trouble don’t last always» , dejó las cosas bastante claras en tal sentido el blues eléctrico se ha convertido en su seña de identidad que será ratificado por las subsiguientes canciones «Traveling Myself», «Esther Please» , «Act Like You Love Me» y «On my way» , todas salvo «Traveling Myself» formando parte de este su último trabajo.
Luke se muestra como un excepcional cantante de voz formada y potente secundado por un Roberto Luti estelar en las seis cuerdas y ello pese a tener inutilizado uno de sus dedos de la mano derecha. Ecos de southern rock en los numerosos duelos de guitarra y en el fantástico uso de la slide que sólo se ven acallados en la interpretación de baladas torrenciales en que se ha convertido «Let em Talk» y en algún pequeño viaje a los sonidos de Nueva Orleans. Luke ha endurecido su propuesta abandonando sus primitivos sonidos para en su lugar encontrarnos con un verdadero vendaval de rock y blues sureño que es lo que ha convertido su repertorio como se reflejó en «Domino Sugar», «Kokomo», o «Swing That Thing» con su snipet del «Who Do You love» que dinamitaron la sala.
Es muy posible que haya sido lo mejor del festival con la segunda mitad el concierto de Martha High.
Los veteranos THE PRETTY THINGS pusieron el broche de oro para este Festival que entre otros nombres contó con Lee Fields o Martha High entre sus ilustres participantes. Quienes hallan visto al grupo inglés en alguna de sus habituales visitas por nuestro país habrán podido comprobar que son capaces de incendiar una Sala sin que la edad sea impedimento alguno. Los Pretty Things disponen de un set list muy rodado y que escasas novedades viene aportando a lo que desde años atrás vienen mostrando lo cual supone en positivo que no existen fisuras .
El concierto se inicia recordando los primeros años de su carrera cuando el grupo era una maquina de concebir ardiente r’n’b , «Honey I Need»; «Mama Keep Big Mouth Shout» y «Big Boss Man «constatan que Phil May mantiene una calidad vocal excepcional y que su socio Dick Taylor es uno de los más grandes guitarristas que existen además de llevar el peso de la banda . Tras el demoledor inicio «The Same Sun», un tema de su disco del año pasado ( The Sweet Pretty Thing ) anuncia el paso a la parte de más psicodélica de su carrera mediante un recorrido por su lp más representativo de dicho periodo , SF Sorrow ( una pena que olviden el Parachute ) así caen «Defecting Grey»; «Sf Sorrow is Born» , «She Says Good Morning» ,e «I See You» . Finalizada el repaso a mi juicio más interesante etapa del grupo Taylor y su acústica ponen rumbo a su homenaje al blues más clásico con repaso a Muddy Waters ( Can’t Be Satisfied ) Willie Dixon ( Little Red Rooster ); Bo Diddley ( You Can’t Judge A Book ) o su homenaje a Robert Johnson ( Blues for Robert Johnson ) dónde May se luce en interpretación vocal .
La banda regresa al completo para abrir fuego con más r’nb eléctrico en «Don’t Bring Me Down» y en un demoledor y desbocada interpretación del «Mona» de Bo Diddley con mención especial para el batería en cuyo impetuoso y brutal sólo llego a desmontar la propia caja de la misma. El punto final lo pusieron la proto psicodelía de» Midnight To Six Man» ( único momento dónde Taylor permitió el lucimiento del otro guitarrista ) y «LSD .» En los bises entraron a matar con un Roadrunner de su adorado Bo Diddley y r’n’b de Rosalyn de su primeros hits cerrando el circulo y con el público en éxtasis.
Un fin de programación excelsa con un extraordinario y brillante Luke Winslow-King cuyo viraje de estilo le ha sentado de maravilla y unos Pretty Things que mantienen todavía un carácter indómito y salvaje pese su veteranía.
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