Ya tenemos aquí otro disco de los Rival Sons. Los que me conocéis sabéis que me enganché algo tarde al barco de los de Long Beach, de hecho fue con el sorprendente Head Down (2012), pero quedé prendado de ese ‘Vintage Rock’ tan vigoroso, fresco y de alma claramente soulera. Su continuación con Great Western Valkyrie (2014) no hizo más que confirmar ese pálpito que tuve con el anterior y tuvo el honor de ser disco del año en Pupilandia con una fiereza y una clase setentera brutal jodidamente mágica.
Déjate imbuir por los ‘huesos huecos’, no quedarás decepcionado…
¿Y qué queréis que os diga de la nueva criatura en forma de ‘lobo’ y en un paraje realmente alucinógeno?. Bien, en líneas generales, yo diría que está un peldaño por debajo de Great Western Valkyrie, pero sólo uno Pupilos, la banda no ha bajado ni un ápice su nivel compositivo, la magia y el buen gusto por los 60’s y los 70’s sigue intacto, pero sí que aprecio un trabajo de corte más psicodélico, más influenciado por el LSD y por las atmósferas ‘ácidas’ que da un paso más en la intachable carrera de los californianos.
Cualquiera que siga afirmando a estas alturas que la banda de Jay Buchanan y Scott Holiday son unos ‘impersonators’ de Zeppelin no sabe lo que equivocado que se encuentra porque la entidad y el sonido de la banda es completamente definible y reconocible desde el primer segundo que los escuchas y Hollow Bones (2016) continúa la estela ‘vintage rock’ surcada con Great Western, es decir, los ‘experimentos sorpresa’ de Head Down ya no existen, sin embargo el blues rock, el olor a Free, Grateful Dead, Zeppelin, Bad Co. y demás monstruos 70’s y los embites souleros se convierten en el caldo de cultivo perfecto para parir otro disco disfrutable al 100%.
«Hollow Bones (PT.1)» es el perfecto comienzo, un tema pegadizo y coreable para sus acólitos con esos riffs de Scott Holiday tan saturados y esa voz desbocada de Buchanan. «Tied Up» empieza el viraje psicodélico, pero sólo un poco porque el soul lo adorna a través de la voz del cantante. «Thundering Voices» comienza con una base rítmica para quitar el hipo con esos redobles de Michael Miley, la entrega emocional de Jay y un ‘solo’ acojonante de Scott. «Baby Boy» transita por parajes de ‘Psychedelic Blues’ con esa interpretación socarrona y chulesca del vocalista que tanto me pone siempre.
Y ahora sí, en «Pretty Face» la psicodelia se apodera del animal Rival Sons con adecuados efectos y el Hammond pero sin perderse en pasajes largos, pues la explosividad sónica y los guitarrazos siguen dictando sentencia. «Fade Out» rebaja los exaltados ánimos para acometer un tema muy emocional y lisérgico, con punteos muy ‘a la George Harrison’ pero claro, el nervio Rival Sons no podía estar demasiado quieto, y la brutalísima cover que se marcan de «Black Coffee» es para quitar el hipo, el sombrero y lo que tengamos a mano. Un tema ‘blues soul’ que es SEXO PURO…
El disco acaba con dos temas muy diferenciados, la continuación del inicial «Hollow Bones» con su (PT.2) de psicodelia muy marcada, hasta obsesiva y muy machacona diría yo para acabar con el desnudo e intimista «All That I Want» que vuelve a dejar claro, clarito, que esta banda puede sacar oro puro con unas simples cuerdas y unos punteos surf.
En definitiva, lo han vuelto a hacer, me gusta el giro ‘lisérgico’ que han impuesto ya que no afecta lo más mínimo a unos temas que siguen epatando exactamente igual que sus dos anteriores trabajos. Otro triunfo de Buchanan & Cia…
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