El tiempo nos seguía respetando a estas alturas del festival, teniendo en cuenta que París es una de las ciudades que más días tiene lluviosos al año.
Llegábamos al recinto sobre las 13.30 h. porque no queríamos perdernos la actuación del grupo que abría la jornada en el Stage 3. SHINEDOWN, uno de los máximos representantes del rock alternativo de EEUU. Sólo disponían de 30 minutos de actuación, de 14 a 14.30.
Un poker de ases en toda regla. La potencia de su cantante Brent Smith, el guitarrista Zach Myers, Eric Bass en el bajo y Barry Kerch aporreando la batería. Y a destacar, no sólo la base instrumental, sino las letras de sus canciones. Con sus pegadizos estribillos, las letras nos hacen llegar las luchas internas y externas del ser humano.
Empezaron con muy buen pie, uno de los temas de su último disco Threat To Survival, el “Asking for it”. Todos los asistentes ya empezaban a saltar disfrutando del show. Smith hizo dividirse al público para bajar con nosotros y transmitir toda su energía. “Diamond Eyes (Boom-Lay Boom-Lay Boom)”, Enemies y uno de mis temas preferidos, el ya clásico “Second chance” dieron pie a otro de los temas de su último disco, el “Cut the Cord”. Y para acabar, el elixir musical “Sound of Madness”. Monumentales… nos dejaron con ganas de más…
Nos desplazamos rápidamente al Main Stage para ver a continuación a APOCALYPTICA, que mientras ejecutan sus temas instrumentales, acompañados desde hace tiempo por un batería, suenan geniales, aunque a mi me gustaban mucho más cuando los 4 chelos sonaban solos. En los temas en que aportan un cantante pierden sonoridad y fuerza en sus instrumentos. Aún así, fue un show muy ameno y bien ejecutado.
Finalizada esta actuación, decidimos acercarnos a los puestos de comida para llenar el estómago y al hallarnos cerca del Stage 2 pudimos ver y escuchar a la banda francesa MASS HYSTERIA. Cantando en francés y con una combinación de metal industrial, metal alternativo, rock y rap, nos deleitaron con doce trallazos. Increíble escuchar temas como “Chiens de la casse”, “World on fire”, “Contradiction”, “Notre complot” y “Furia”.
Tocaba el turno de una de las bandas más queridas y menos reconocidas de la historia del Metal, que no son otros que SAXON. Deberían estar al mismo nivel que MAIDEN o LEPPARD, pero el que no triunfa en EEUU, no llega a ese nivel, y es una verdadera pena, porque el señor Biff Byford y compañía tienen más clase y arte que mucho de lo que corre por ahí, y es que después de 40 años de carrera, siguen con la misma entrega y dedicación tanto en sus grabaciones como en sus directos.
Después de abrir fuego con «Battering Ram», el tema que da nombre a su nuevo disco, caen uno tras otro clásico a clásico. «Motorcycle Man»,»Sacrifice»,»Power and the Glory», entre otras, hacen las delicias del público, y para homenajear a unos de los más grandes como Lemmy Kilmister, «Heavy Metal Thunder», seguida de «Strong Arm of the Law»,»Crusader»,»Wheels of Steel» y de puntilla «Princess of the Nigth».
Una hora de show muy difícil de superar de una banda que tienen que haber hecho un pacto con Satán porque siguen sonando igual que siempre desde que los llevamos viendo, y son unos pocos de años!!
Tras esta entrega, decidimos ir a visitar el METAL MARKET, situado en un lateral del recinto, pero apartado del área de conciertos. Estaba muy bien distribuido, con puestos de todo tipo de material Metalero, sean accesorios, ropa o música en todos sus formatos comercializables. Como estaba situado cerca del Stage 2, íbamos escuchando al grupo japonés ONE OK ROCK, del cual esperábamos un poquito mas de tralla, y que sonaron bastantes más poperos de lo deseado.
Y llegó la decepción del Festival!!! Una de las bandas que más ilusión nos hacía ver era BABY METAL, y sí, ya sabemos que es un producto y tal, pero nos hacía verdadera gracia verlos. Pero si tenían preparada su salida en el Main Stage a las 18h, serían 25 minutos después y sin ningún tipo de explicación ni disculpa a sus fans, cuando lo hacían. Los fans sólo pudieron ver una actuación de 35 minutos escasos, ya que no se puede alterar el curso de las actuaciones y tampoco ellos alargaron.
Seis temas que entre que entro y salgo con banderitas y tonterías, los coros que no se oyen y los acabó metiendo pregrabados, hicieron que fuera el peor show con asistencia multitudinaria de todo el festival. UN FIASCO! Menos mal que después de esto estaban esperándonos en el Stage 2 el quinteto de Tumba AMON AMARTH.
Comandados por el vocalista Johan Hegg, los suecos de denominación élfica dieron la talla como siempre con un directo apabullante. Fieles a su esencia no faltó la indumentaria vikinga de sus componentes y un escenario espectacular con dos cabezas de dragones y un fondo con la imagen de su reciente disco Jomsviking.
Empezaron con una de las mejores, “The Pirsuit of Vikings”. Totalmente enfocados en el escenario nos transportamos a la época vikinga con cada tema. Aplastantes… el “Ask Loke Falls”, el nuevo “First Hill”, “Runes to My Memory”, “Death in Fire”, “Deceiver of the Gods” para ir acabando cada vez más salvajes. Al “War of the Gods” le siguieron dos temas más para acabar con el inconfundible estruendo de tormenta de “Twilight of the Thunder God”. Un repertorio muy trabajado y un show que causó impacto.
Durante la actuación de BIFFY CLYRO, decidimos ir a cenar (sentimos si algún fan se siente ofendido, pero es que no nos dicen nada), y preferimos volver al escenario 2 para volver a ver, después de varios años , a JANE´S ADDICTION, que con un atrezzo sencillo pero resultón y acompañados de 5 bailarinas, ejecutaron un set de 9 temas que convencieron al público, y entre los que sonaron «Stop»,»Mountain Song», «Three Days»,»Ocean Size» o un sentido homenaje al gran David Bowie con la interpretación de su «Rebel Rebel», siendo una grata sorpresa encontrarnos con un Perry Farrel en un buen nivel vocal, y volver a disfrutar con el arte de tocar la guitarra de Dave Navarro.
Tal y como acabó esta actuación, tuvimos el tiempo justo para llegar al escenario principal a ver a las estrellas del día, los norteamericanos KORN, banda de la que desconocemos bastante su trabajo, pero aunque el Nu Metal no sea lo nuestro, se merecen todo nuestro respeto por ser de los pioneros del movimiento, y que después de haberlos visto, se lo han ganado de sobras.
Por causas personales, llevábamos casi 10 horas de festival, tuvimos que irnos antes de que acabaran, no sin antes apreciar detalles como que su cantante Jonathan Davis mantiene un buen nivel vocal, comparándolo con lo oído hace años, y buen manejo a la hora de hacer sonar la gaita, aparte del momento en que en medio del tema «Shoots and Ladders» insertaran el «solo» del «One» de METALLICA.
Camino de las lanzaderas acabamos de oír el show, sin imaginarnos lo que pasaríamos al día siguiente.
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