Cómo está el sello Frontiers Music Srl con sus últimos lanzamientos pre-primavera. Desde luego que cualquiera no podría militar en sus filas porque lo que este sello exige es siempre lo máximo y lo mejor en tanto en cuanto a Hard Rock, Vintage Rock’n’Roll y Hard & Heavy se refiere.
Si hace dos días no paraba de machacar con los grandes atributos que tiene el discazo que se han sacado los The Treatment, me parece que casi voy a fotocopiar la reseña para hablar del álbum de debut de otros ingleses que empiezan en esto con una fuerza, una clase y un talento descomunales. La banda que rockeará duro hoy en Pupilandia son los Inglorious de Nathan James…
Algo se está moviendo y muy grande en el Reino Unido, empiezo a estar seguro de ello y es que bandas como la que hoy nos ocupa son el exponente perfecto de que se vuelve a invertir en bandas jóvenes que no quieren convertirse tan sólo en un ‘one hit wonder’ y que quieren demostrar su fresco talento, su expontaneidad musical y su amor eterno y desacomplejado por las bandas que les han marcado de una forma u otra ‘hasta que mueran’…
Visionando el clip muchos de vosotros diréis: ‘la enésima banda que copia a Deep Purple‘, ‘otro combo que suena a Whitesnake‘ y miles y miles de gilipolladas como éstas que lo único que hacen es ‘cegarte’ y no ver a la bandaza que tenemos ante nuestras narices. Hacedme y haceros un favor porque Inglorious van a escribir con letras grandes su nombre en muy poco tiempo.
Formados en 2014 por el rubio Nathan James (vocals), Will Taylor (rythm guitar), Andreas Eriksson (lead guitar), Colin Parkinson (bass) y Phil Beaver (drums) muy pronto ‘hicieron migas’ tanto como banda como haciéndose colegas y en poco tiempo tuvieron sus primeras composiciones que empezaron a defender encima de un escenario. El debut no se haría esperar.
Y así fue como, a finales de enero salía su debut auto-titulado Inglorious (2016) que me tiene enganchado y embobado desde la semana pasada en todos los sentidos. Lo primero que me sale deciros es que este disco suena como un cañón, con una producción espectacular que sorprende para ser un debut, pero lo que más os va a flipar es…¡que ha sido auto-producido por ellos mismos!. Increíble esta apuesta por su sonido y por sus canciones siendo tan jóvenes y, a priori, inexpertos en temas de estudio, a pesar de que los dos guitarristas y el cantante lleven tocando en bandas desde los 15 años.
El disco en sí es condenadamente brutal, así de claro ‘Hard Rock Vintage’ 70’s directo a la entrepierna y directo a la psique de todo oyente para recordar lo grandes que eran los Purple, Bad Company, Zeppelin y, sobre todo en mi opinión, los Whitesnake de la primera época pero también de la de 1987. Canciones grandísimas, muy bien compuestas, muy equilibradas entre grandísimos y potentes riffs setenteros tamizados con el sonido S.XXI y una voz…¡¡¡¡QUEEEÉ VOZ!!!! la que se gasta el cabronazo de Nathan James deudor de gargantas ‘extraterrestres’ como las de Coverdale, Plant, Gillan, Hughes & Cia. Todavía existen cantantes que curten y trabajan su voz para dar lo mejor de sí mismos y Mr. James es uno de ellos.
Por establecer comparaciones actuales, yo los asociaría mucho con otra banda novel, los suecos Lugnet, de los que ya os hablé hace unos meses, aunque estos tiren más de Rainbow que de Whitesnake y Purple.
En cuanto a las canciones, joder! esto es un puto festival 70’s, comenzando por la poderosísima «Until I Die» y acabando por la exhuberante y chulesca «Unaware» con uno de los riffs más socarrones y con más ‘groove’ del año. Entre medias, bufff! ‘hard 70’s’ de muchos quilates como la incendiaria «Breakaway» o la rítmica «Warning» con un final vocal que demuestra con quien te las estás jugando en este disco. Los medios tiempos son, como poco, espectaculares y ahí están el bluesy «Holy Water» (Whitesnake puro!) y «Bleed For You» con otro despliegue de poderío por parte del cantante.
Pero hay sorpresas, ¡claro que las hay! y no os negaré que no me extrañen pero en el conjunto, sin saber por qué (supongo que la voz hace de nexo de unión) tienen sentido y no desentonan. Os estoy hablando de las noventeras «You’re Mine» que tiene un riff que podría pasar como un cruce bizarro entre Clawfinger y Body Count con Coverdale al frente. La otra es la canción que defiende el nombre de la banda, y que huele en todo momento a los Tool de Undertow. Se nota que la banda ha puesto toda la carne en el asador en tanto en cuanto a cambios, melodías, instrumentación porque es una jodida pasada en todos los sentidos sin perder esa esencia setentera gracias a la interpretación vocal de quien ya sabéis.
Y paro que mis impulsos y emociones se empiezan a desvocar y mis dedos a agobiar al personal con tanto palabrerío. Como ya he dicho al principio, no deberías dejar pasar a esta banda porque, a poco que tengan los contactos adecuados (y ya los tienen gracias a que cuentan con un agente que se encarga también de llevar a The Darkness, The Dead Daisies, Rob zombie, Thunder…) se van a erigir en baluartes de este Hard Rock que empieza a despuntar contra todo pronóstico en ‘la pérfida Albión…
Disfruta con el puto rock’n’roll amigo/a porque así se cierra un álbum…
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