La formación que vemos ahora, con el mítico cantante de Anthrax, Joe Belladona, hace 10 años sería una opción que no llegaría a cuajar. Los integrantes de un grupo que verían el negocio de una reunión, donde solo era un negocio.
Hace 20 años el hecho de pensar la posibilidad del retorno de Belladona a la formación se antojaría como una de las utopías más existentes del mundo de la música. Como un chiste de mala broma entre los integrantes de ambos lados. Pero, hace treinta años era el grupo que estaba a punto de romper esquemas dentro del Metal y de convertirse en un elemento básico para comprender y visualizar Thrash Metal de la década de los ochenta.
Con un cantante más apto para grupos de AOR junto a una banda que era muy fiel a los sonidos más duros y directos del Thrash, acabó siendo una combinación que inexplicablemente funcionaría a todos los niveles. Porque en cierto modo eran lo que eran: el sonido de la calle, las inquietudes de una Norteamérica, en la que los más jóvenes de las clases más humildes caminaban encima de un monopatín. De aquí anécdotas como que una noche, en un concierto en la isla de Manhattan, el grupo tenía un concierto en el Madison Square Garden con una temperatura que superaban los 40 grados. Esa noche decidieron cambiar los elásticos por las bermudas, y de ahí nació una la mal llamada “moda”, donde muchos fueron los fanáticos de Anthrax, los que se pusieron unas bermudas y una chupa de cuero motera, o como se solía llamar, de cremalleras.
Existió un tiempo en que Anthrax era diversión. Un grupo que se reía de todo sin importar el porque, sino más bien porque ellos ridiculizaban a una sociedad sodomizada, y a unos políticos que estaba empeñados en ir contra todo lo que se llamase mundo. Ya sea a traves del “Madhouse”, o la versión que adoptaron del tema “Antisocial”, del grupo francés “Trust?”. O como cogieron e hicieron un himno rapero con el “I the man”, una canción que se trataba de ironizar la sociedad tan sumamente machista, con complejos que eran capaz de borrarlos de una vez por todas.
En medio de todo esto, no tardaron en llegar los problemas que acabarían descomponiendo el grupo, y que hiciro que Joe se paulatinamente se fuera alejando de la formación hasta consumar su salida del grupo. En medio dejaría un último disco, Persistence of time, con una gran gira que les dejarían todavía entre las formaciones del Metal con el mejor directo que existía. En España, llegarían con Iron Maiden, y os puedo asegurar que eso fue apoteósico.
Hace cinco años cuando ya era una noticia oficial la llegada de Belladona nadie podría dar mucha credibilidad a la misma tras sus anteriores intentos, de que esta formación durase mucho tiempo. Por un lado, están los incondicionales que miran como mejor alternativa el regreso de John Bush. Siendo este un cantante más apto vocalmente para el sonido del grupo, pero que desgraciadamente, no eran los Anthrax. Más bien pasaron a ser otro gran grupo de Thrash Metal. No eran los locos que se subían a un escenario y hacían que las dos horas que durase el directo fuera una gran fiesta de Metal. Aun así lograron sacar discos como Sound of White noise, uno de los más infravalorados de la trayectoria del grupo, o el Volumen 8.
Su regreso sería con un gran álbum Worship music, que llegaría a reventar las listas de ventas. Sin dudar a dudas, Anthrax habían regresado por la puerta grabne. Regreso que vuelve a asentarse con la llegada de su nuevo álbum For all kings. Un disco muy sólido, por el cual se nota el paso del tiempo, y donde Anthrax se reinventan, y vuelven a mostrarse con un sonido demoledor. Pero han perdido ese punto que les hicieron ser tan grandes en la década de los ochenta.
Por un lado el timbre de Joe Belladona suena mucho más maduro del que nos tenía acostumbrados a oír hace mucho tiempo, ante unos temas, que rescatan en esencia la época de Among the living, con un disco muy cercano a ser una obra conceptual. Esa entrada medieval, con el sonido de un violonchelo, que tanto llega a recordar la banda sonora de Juego de Tronos, que el propio Belladona ha desmentido que hubiera una conexión del álbum con la serie de fantasía épica que está rompiendo moldes en todo el mundo. Con el zurdazo que te pega en el tema “You Gotta Believe”, en un momento se nos presentan agresivos y directos, y es cuando menos te lo esperas te cambia el sentido de la canción. Siendo un gran tema que te meterá de lleno en el álbum, llegando a ser una de las mejores ideas que han podido tener Anthrax, volver a creer más en su propia música. ¿La reunión de los 4 grupos fue lo que les convenció a usar su sonido y no buscar fórmulas innecesarias para una banda como Anthrax? Bueno, eso nunca se sabrá, pero sí que puedo decir que son ellos, son Anthrax sin ningún tapujo.
“Monster an the end” es uno de los temas por los que uno hace que creas firmemente en los Anthrax, llegando a “For all kings”, en la que te enseña que hace mucho tiempo el grupo no habría tenido una comienzo en un disco suyo tan brutal. No me gustaría dejar fuera a “Evil twin”, “Defend Avenge”, o “This Battle Chose Us”. Si hace poco Megadeth nos sorprendió con el álbum Dystopia, Anthrax no se queda atrás al firmar un gran disco en el que te hará sentir como un Rey.
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