El tiempo lo termina desgastando todo, que le pregunten a las rocas, que a pesar de su dureza de corazón, terminan siendo erosionadas por viento y el paso de los años. Pues imaginad a las relaciones personales que no estén investidas de cierta unión imperecedera, que solo se da en ciertos casos.
Hablar de black metal, sobre todo de la invasión que llegó del norte, es sin duda, entre los grandes nombres, situar a Immortal, uno de los grupos que fue haciéndose cada vez más grandes a base de siniestros sonidos llenos de oscuridad y siendo capaces, no solo de llegar a los círculos más cerrados del black metal, donde intentan preservar la pureza, también al aficionado al heavy metal con ambiciones más extremas.
Abbath era parte fundamental de Immortal, no solo por su voz, sino por la composición de esos riffs que marcaban las diferencias. Los enfrentamientos en el seno de la banda, entre Abbath por un lado y Demonaz y Horg, parecen de momento irreconciliables, y solo las fuerzas del mal saben como acabará la cosa, porque aunque Immortal parezca seguir adelante, está claro que algo falta, y se ve reflejado sobre todo, en ese lanzamiento en solitario del guitarrista.
Abbath ha decidido reclutar a dos contrastados músicos para que fuesen la escolta perfecta en este lanzamiento de puro black metal crudo, donde los riffs resuenan hasta la saciedad. King (I, Gorgoroth, God Seed) y Creature (Benighted, Decapitated, Necrovile) son los compañeros temporales que dan una fuerza brutal a este disco de homónomo título. No espereis florituras ni salidas del tiesto, aquí lo que te vas a encontrar está claro, desde el momento que ves la portada. Canciones como «Count the dead» van directas a por ti, al igual que «Ashes of the damned» o «To war» donde deja claro que sus antiguos compañeros van a tener muy complicado seguir el camino marcado por el paso del guitarrista y vocalista por la banda. Canciones aceleradas como «Fenrir hunts», o incluso esa majestuosidad satánica de «Root of the mountain», que ya nos acercase en su anterior banda con canciones como «Beyond the north waves».
Este «Abbath» es un digno heredero de discos como «At the heart of winter», pero claro, puesto a comparar, prefiero sus andanadas en compañía de Demonaz y Horg. Eso si, este «Abbath» es para disfrutarlo y mucho, sobre todo si eres fan de Immortal, aunque te quede esa pequeña pizca de desasosiego.
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