A falta de algunos capítulos para dar carpetazo a esta quinta temporada ya comenté que tras el fiasco de la tercera temporada, y después de una magnifica cuarta temporada que estábamos ante el regreso de Homeland por la puerta grande, y si bien en ese momento todavía quedaba bastante por lidiar, ahora que él último capítulo de la presente temporada acaba de finalizar, sin duda, la mejor noticia es la de que se ha confirmado que tendremos una sexta entrega.
Sí, justo en el momento de la gran decisión de Carrie en la habitación del hospital, y en que por segunda vez se nos aparece esa misteriosa luz, es cuando A False Glimmer poner fina a la temporada en un capitulo que se ha encargado, quizás con demasiada premura de tiempo, de atar todos los cabos de la trama general. Cosa bien diferente son los cabos sueltos que en forma de dudas y decisiones a tomar, evidentemente todas de índole personal que afectan a Carrie, y que serán el punto de partida de las nuevas andanzas de nuestra atormentada heroína.
Un final de temporada que ha resuelto de manera más que contundente el devenir de Allison, magnifica Miranda Otto dando vida a Allison Carr, con una sola pega, y es que si algo tenemos claro es que su paso por la serie ya ha finalizado. Algo de lo que se ha encargado personalmente Saul de manera fulminante, y es que parece que le ha costado digerir que en el amor no todo es lo que parece. De la misma manera que junto a la conclusión de toda la trama terrorista, también parece poner fin al devenir de un personaje no demasiado bien diseñado, y es que ya desde el principio ha dado la sensación que los guionistas no acababan de tener demasiado claro que hacer con Jonas.
Y ahora tocaría hablar del papel de Peter Quinn en la parte final de la temporada, pero esto llevaría directamente a traspasar la línea y entrar en el siempre apasionante mundo de los Spoliers, por lo que, simplemente, será mejor quedarse con el regusto amargo de que tampoco han tenido muy claro que dirección dar a su papel en la recta final de la temporada. Y para ello sólo hay que ver la secuencia final. Sólo adelantar que desde aquí reivindicamos su presencia en la nueva temporada, y es que el tridente formado por Carrie, Saul y el propio Quinn se antoja imprescindible para el futuro de una serie que, con esta temporada que acaba de finalizar, ha vuelto a encaramarse en lo más alto.
Una quinta temporada en la que realidad y ficción se dan la mano, llegando incluso la FOX a colocar al inicio del último capítulo un aviso de que el contenido del capítulo, teniendo en cuenta lo acontecido recientemente en París, pueden herir la sensibilidad del espectador, cosa que se podrían haber ahorrado, ya que, tal como sucedía en “24”, los que seguimos la serie ya sabemos de que va la cosa desde sus inicios, y difícilmente se habrá incorporado a estas alturas alguien que no lo sepa, pero es ese detalle de la productora puede resumir perfectamente lo que desde el inicio de la cuarta temporada, una vez el tema fundamental de la serie a lo largo de las tres primeras queda liquidado, y nunca mejor dicho, quiere ser la nueva Homeland, y que esperemos vuelva el próximo año con a misma intensidad y fuerza que lo ha hecho a lo largo de estos doce capítulos.
0 comentarios