Ya estamos inmersos en la jornada de reflexión, ¡vaya invento!, más aún en la época de las redes sociales, en las que, aunque candidatos y partidos estén calladitos, ya se encarga el vulgo, adiestrado o asilvestrado, de seguir informando, alarmando o dando el coñazo, con quien debemos de votar, pero sin decir por que, claro está, que de eso no tienen ni puta idea, ni muchos de los que hace de corte de los políticos.
Aquí la política es como el fútbol, uno no es de propuestas, sino de su equipo de toda la vida, y así nos va. Yo no voy a pedir el voto para nadie, no lo hago ni en mi casa, lo voy a hacer desde esta tribuna que huele a vicio y alcohol, a watios y distorsión. Yo, lo que os voy a pedir es que votéis, que cumplais con vuestro derecho y obligación, que seáis consecuentes y dejéis el miedo en las historias del pasado.Que vuestro voto sea el que dicta vuestras conciencias, no el que condiciona cuatro medios de comunciación vendidos y manipulados, ni la publicaciones sin sentido en facebook, vengan de la orilla que vengan, se miren con el ojo que se miren. Votad, demostrad a los políticos que si nos importa nuestro presente, nuestro futuro.
Un pueblo que se conforma con lo que le dan, tiene lo que se merece, no lo olvidéis nunca. Pero que la democracia no nace y muere delante de unas urnas, no dejeís de reclamar a esos políticos a los que disteis vuestro voto, aquellos, a los que pusisteis vuestra ilusión en sus manos, que cumplan lo que prometieron, lo que te ofrecieron en su programa político. Solo aquel que cumple con su parte, tiene autoridad moral para exigir al otro que cumpla con la suya.
Dejemos la campaña tranquila, bastante hemos tenido ya, y menuda lluvia nos espera mañana. Vamos al rock and roll, al que nos acompañará en cualquier decisión, en cualquier movimiento, algo que se ha convertido en tan nuestro, como levantarnos cada mañana para patear las aceras buscando sobrevivir. Dejad que este sábado me escude en ese rock callejero tan nuestro, de sabor urbano, que tantas bandas pusieron encima de la palestra, a finales de los ochenta y principio de los noventa. Aquellas que tuvieron a gente como Barricada y otros, como influencia para desatar sus gritos de rabia, sus saltos de alegría, su forma de contar la vida. Alambrada es una de esas bandas, de las que nacieron al calor de aquellos días, allá por el 90, en Murcia, y que se vuelven a reunir, los viejos amigos, los nuevos, para grabar esas canciones que fueron saliendo de sus mentes, para que no se queden perdidas por el camino. Rock urbano, con mucha importancia a las letras, y guitarras poderosas y reivindicativas, muestran estas 14 canciones, en las que retratan la realidad que nos toca vivir. Letras que dejan huellas, como las de «Caricias de navaja», «Malos tratos» o «Perdónanos Yugoslavia», canciones a flor de piel como «Cortinas de humo», o rendir homenajes como en «Euskadi rock». Un buen disco, para pensar y disfrutar, para seguir luchando día a día.
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